DIARIO WEB

(desde 2005 en Internet; a Bernardo Soares le habría encontado tener uno igual, aunque seguro que Pessoa habría mirado hacia otro lado mientras lo redactaba).

Bienvenido, lector, curiosea a tu aire:
-La estrafalaria vida literaria de
Javier Puebla-

(by WALTER FLORES)

2009- Volumen I-


ÚLTIMA ENTRADA

 

DIARIO 009-1 (EL REGRESO DE WALTER FLORES a la demencial ciudad de Madrid, Mad Madrid)

“No se odia el obstáculo, la piedra o el tronco encontrados a mitad del camino. Lo más cuerdo es hacerlos a un lado, suprimirlos con el único fin de continuar avanzando”
GUILLERMO FADANELLI, Lodo.

12 de enero de 009
Me lo encuentro coreando a algún rockero de su generación, y sentado frente al ordenador. Con un poco de suerte ya ha escrito él su absurdo diarioweb (la propia palabro, palabro más bien, suena idiota) y nos limitaremos a charlar amigablemente, catar el jamón que le he traído del pueblo (lo ha cortado mi hermana mayor en persona) y dar cuenta de alguna de las botellas de vino con las que me he ido cruzando -hola, Cune, ya verás cuando te deje sin una gota en el cuerpo Marqués de Cáceres- mientras atravesaba la casa camino del despacho. Aún no me ha visto, sigue escribiendo y menea la cabecita como un perro de esos que se colocaban en la trasera de los coches para demostrar que la amortiguación del vehículo era una mierda. Pero ¿qué suena? ¿Cat Stevens? Tengo que traerle algo de música actual y no sólo jamón al jefe. Sigue sin verme, me acerco a ver que está escribiendo, pero si está... ¡jugando al tetris! Hay que joderse.
-¡Flores!
-Flores, narices. Perdón, señor Puebla, se me ha escapado, pero pero pero...
-Pero qué? Te parece mal que me entretenga con un videojuego.
-No, lo que me parece mal, y usted disculpe, es que llame al Tetris, esa antigualla, videojuego. Tendría que probar Watchmen, es un flipe, yo estoy enganchadísimo, o...
-Vale, Flores, comprendo que para un hombre de tu edad soy un fósil.
-Un fósil no, Javier, amigo mío. Aunque en realidad seas tan viejo como Matusalén te conservas; de hecho mi hermana pequeña cuando le enseñé nuestra web dijo que tenía ganas de conocerte.
-¿Y qué edad tiene tu hermana pequeña?
-Veintitrés.
-¿Veintitrés?, vaya.
-Sí, ya sé demasiado joven para usted.
-No, al contrario, Flores. Un poco mayor. A las de 19 las tolero..., pero 23; no sé, de cualquier modo no hay caso, ya sabes que estoy casado felizmente con una jugadora de rugby experta en placaje y que si doy un paso en falso seguro que tiene la generosidad de romperme todos los huesos.
-Lola nunca haría nada así.
-¿Lola? ¿Has estado hablando con ella?
-Me ha contado del acojone que le había entrado al tener que ponerse a corregir la novela de...
-¿Acojone? ¿Acojone Javier Puebla ante una novelita de mierda? ¿Por quién me has tomado, Flores? Sólo estaba un poco...
Dios, qué manera de meter la pata, de ésta me despide y ni siquiera catamos el jamón que ha cortado mi sister y ni hablamos del Nadal que le han dado a Maruja Torres, ni de Fadanelli, ni de lo que nos han traído los Reyes Magos. Vaya, parece que se calma solo, se está riendo.
-... sólo estaba un poco “acojonado”, de acuerdo. Pero lo resolví en cuarenta minutos.
-¿Después de comerse todas las uñas de los pies y de las manos?
-¡Walter!
-Es broma, patrón. Es broma. Lo que vamos a comernos va a ser este jamoncito que le he traído, cortado por mi hermana María que es una artista.
-Tiene una pinta excelente.
-Y mientras me cuentas lo que quieres que escriba en el diarioweb esta semana.
-¿En el diarioweb? Nada, esta semana pasamos, que aún es medio navidad y la mayor parte de la gente ni siquiera ha desmontado el árbol de las bolas. El próximo domingo nos ponemos en serio. ¿Te gusta el Marqués de Cáceres o prefieres un Cuné?
-Cualquier cosa me parece bien. Por cierto, siento lo de su tía Maribel.
-Gracias, Flores. Sí, mi tía Maribel Trinchant Navarro, era una buena persona. Madrid se cubrió de blanco, la mayor nevada de muchos años, el día de su muerte. Eso es elegancia, morirte justo cuando dejas de valerte por ti mismo y para seguir tendrías que vivir colgado permanentemente de la chepa de alguien.
-Sí que es elegancia, señor Puebla.
-Lo es, Flores. La semana que viene trabajaremos, como ya te he dicho. Ahora choca tu copa. Chin.
-Chín. Por su tía.
-Por mi tía, que por cierto era la madre de mi prima Marta, de la que tanto y tantas veces hablo.
Le miro compasivo. Compasivo pero algo nervioso.
-Señor Puebla, ¿le molesta si apago el ordenador? Es que no puedo soportar esa antigualla del Tetris, que ya hasta viene de serie en los televisores.

(Walter Flores, hoy domingo 11 de enero de retorno en Madrid tras más de quince deliciosos días en Valencia de Alcántara, Cáceres, Extremadura. El pueblo que me vio nacer).

“Ese argumento de “tienes que compartir tus juguetes con los demás” está muy bien, siempre y cuando los adultos compartan antes los suyos para dar ejemplo”.
BARBARA ALPUENTE. Princesas de Malasaña (Cuentos de la calle del Pez, colectivo).

19 de enero

-¿De qué quiere que hable hoy, jefe? Porque la semana ha sido movidita y espero que no pretenda que me ponga a contarlo todo todito todo.
-Lo que quieras, Flores. ¿Has pasado el texto de Traum? Guapo, ¿verdad? Ha llegado por correo ordinario. Me gustan los sobres chinos. El matasellos y el franqueo impreso directamente sobre el papel. Moderno.
Sí, modernísimo, como todo lo que hace el calvo malévolo. No me ha gustado nada. Me parece bastante asqueroso cuanto escribe, asqueroso y brutal, pero pongo una sonrisilla boba y contesto que sí, que lo he pasado (es mentira), que lo añadiré a su web (es mentira), alojada dentro de la de mi patrón, en cuanto termine de escribir el diario de esta semana.
Pequeña y encantadora -al menos a primera vista- editorial: SALTO DE PÁGINA-¿Empezamos por la visita a la editorial Salto de página? Pablo Mazo, Daniel Martínez..., los libros de Jon Bilbao y Carlos Salem, y luego el paseo de casi dos horas -incluyendo el cambio de calcetines sentado en un banco de la calle Fuencarral- con unos zapatos que le venían pequeños...
-No sé si merece la pena. He dedicado la columna de la semana que viene a la nueva y audaz editorial, y el paseo es demasiado privado.
-Pero lo de los calcetines...
-Lo de los calcetines es aún más privado, Flores.
-Entonces, ¿Alcalá university? El cierre del primer cuatrimestre.
Niega Javier Puebla con un gesto. Y en el gesto también engloba otro largo paseo por los dominios de Tigre Manjatan, los aledaños de El Callejón de los Milagros. Así que ya sólo queda... ¡Oxígeno líquido!
-Bien, Walter. Muy bien. Un secretario eficiente no necesita escuchar las palabras, sabe leer el pensamiento de su jefe.
-Allá voy, patrón. A ver si le gusta.
Sucedió el miércoles. A Puebla le había citado su amigo de postadolescencia Moncho Alpuente en un bar de la calle del Pez, semiesquina con San Bernardo, donde suele montarse una tertulia informal cuando sale de LA SER, para intercambiar libros -Tigre Manjatan por Los cuentos de la calle del Pez- y charlar un rato. Puebla llega tarde, con dolor de cabeza (que se esfuerza en ignorar) y los músculos relajados tras nadar sus mil metros diarios en el Club Canoe. Le cuesta encontrar el bar. Pero una vez que lo encuentra... ¡es genial! Rebosa de mitos y fantasmas. El mayor de los mitos es el fotógrafo Félix Lorrio, autor de la foto de portada -fantástica, hasta un contable ignorante como yo tiene que admitirlo- del libro de LOS CUENTOS DE LA CALLE DEL PEZ. Puebla admira, adora a Lorrio, desde que hace ya treinta años tuvo ocasión de ver su obra en otro mito, la revista NUEVA LENTE, cuando Lorrio formaba parte del cien veces mítico grupo fotográfico y subersivo YETI. Jóder, Félix Lorrio existía, era, es, un ser auténtico. Flipa Puebla olvidado de su dolor de cabeza, olvidado hasta del libro e incluso se atreve a retratar al retratista, a “maestrear” al maestro haciéndole una foto en la que Lorrio sonríe; ampliamente sonríe. Y entre los autores del libro, que ya tiene en la mano, están múltiples y viejos amigos, amén del propio Moncho Alpuente. Jesús Ferrero, que enlaza media docena de microrrelatos porque es generoso y de disparo brutalmente certero, Manuel Rivas, Juan Madrid o el brillantísimo Miguel Ángel Mendo (sus SOMBRAS CHINESCAS) podrían ser lo más bello del bello libro; pero todos los nombres se opacan ante la presencia -física y literaria- de Javier Barquín, uno de los chicos más malos que ha conocido en su vida y con quien compartió página múltiples veces en Disidencias, el fabuloso suplemento de creación literaria que dirigía Dragó a principios de los ochenta. Amigos comunes, novias comunes, muertos comunes... Treinta y dos años sin verse. Pero Barquín está igual, brilla con la luz burlona de los malditos, y a Javier Puebla -quien, como siempre, explica “no me reconoces porque no me parezco nada a mí mismo, sólo la voz te sonará”- le encanta verle, mirarle a los ojos y bucear juntos -¿horas, minutos, un siglo?- en el pozo del pasado donde se cruzan con Eugenio y Eduardo Haro Ibars, Ignacio Amestoy, Eduardo Bronchalo, Juan Luis Recio...
Lo pasa Puebla como los indios. Como los niños. Como los niños indios. Dos horas y media según los relojes, un instante intenso cuando me lo cuenta para que yo escriba esto.
-Y había una chica interesantísima, Noni, creo que se llamaba, una artista novia de Lorrio, y por supuesto Jaro (se refiere al creador teatral Jaro Onsurbe) y me bebí al menos un litro de cerveza. A los dos les pedí que se sumaran a la lista de los padrinos de mi animal en extinción, y a Moncho también, claro. La foto es genial, ¿la has visto?
-Pero patrón, perdona que te interrumpa, pero un litro... si tú nunca bebes cerveza.
-Pues a lo mejor no me la bebí, porque no estaba borracho, lo juro, cuando me despedí de Moncho en la puerta de un restaurante; pero eso sí, vi al NIÑO CENTENARIO DE LA CALLE DEL PEZ con los morros manchados de chocolate y un trozo de jachís o nestlé en la mano. Y me miró con la inocencia de los maniquís y de los niños desde detrás de la reja que protegía el escaparate.
-Perdone, señor Puebla, pero no me creo que exista ese libro.
-Te veo escéptico, Flores. Querido Walter Flores. Date un paseo por la calle del Pez, y escribe un cuento. A lo mejor algún día se llega a hacer una segunda edición del libro y te incluyen entre los maestros.
-Yo no escribo cuentos, dígaselo a Salgado.
-¿A Salgado? No. Lo haría en diez minutos y le quedaría perfecto. Eso no tiene mérito. Tienes que hacerlo tú, busca al niño que come chocolate que parece jachís en su mano de estatua y haz algo a partir de eso.
-Señor Puebla, que no soy uno de sus alumnos. Sólo su amanuense, le recuerdo.
-Cierto, Walter, cierto. Una lástima, porque estoy haciendo unos pequeños cambios en La hija de la cucaracha y sería genial...
-De eso nada. Soy contable pero no negro.
-¿Mil doscientos euros?
-¿Mil doscientos?
Balancea en afirmativo el patrón su cabeza con sombrero.
-¿Y qué hay que cambiar?
Joder, en que líos me meto. Tiempos verbales, puntos de vista del narrador..., ni en un año sería capaz de resolverlo.
-Lo necesito para el día 31.
-Sí, patrón, se lo traeré sin falta. Se lo prometo.

(Walter Flores, en camisa de once varas y con los huevos por corbata a causa de lo dura que está la vida y lo bien que me vendría ganarme esos doscientos euros. Y viernes. Y Mad Madrid. Y despacho de Javier Puebla con su mujer y su hijo en el cuarto de al lado. Son las ocho y cuarenta y me largo a mi propio cubil corriendo, pero primero paso por el chino de Delicias y le compro una botella de brandy. Se puede comprar mucho brandy con mil doscientos euros. Mucho brandy)

“Eso es lo extraño del lenguaje: supera las fronteras del cuerpo, se escucha a la vez dentro y fuera de él, y a veces sucede que no nos damos cuenta de haber cruzado el umbral.”
SIRI HUSTVEDT. The Sorrows of an American. (Elegía para una americano. Anagrama)

26 de enero 009

Llega tarde. Llega tarde porque ya no hay prisa verdadera, no hay posible prisa verdadera, cuando la muerte se ha cobrado la presa. Tarde, unos minutos tarde, Javier Puebla, a la misa por su tía Maribel Trinchant. Y habría llegado muchos minutos más tarde si en el metro no se hubiese encontrado un ángel -un ángel que, en su cabeza soñadora y fantasiosa, le enviaba su prima Marta- que también acudía a la Iglesia del Parque de San Juan Bautista. El ángel se llama Teresa, y era otra muerte la que le había convocado; pero sin duda era un ángel. Sin el ángel al salir del metro Puebla habría confiado en sus recuerdos: se podía ver desde cualquier sitio la cúspide de la iglesia situada en medio de un gran descampado en el que se celebraban las mejores fiestas de San Juan que ha conocido. Pero eso era antes. El pasado. En el presente la iglesia está rodeada, y hasta pegada, a edificios correctos e impersonales. Invisible su cruz excepto situándose ante la puerta principal y echando la cabeza hacia atrás, mirando al cielo. Su tía, la madre de sus primas hermanas más hermanas que primas (de tres dos muertas antes de tiempo), fue una mujer ante todo discreta. No tiene Javier demasiados recuerdos sobre ella, sino es en relación con sus primas, en su papel de madre, o cuñada de su propia madre, que está en la primera fila de la iglesia, junto a Isabel, la única prima hermana, más hermana que prima, superviviente, y la tía Conchín. Nombres..., nombres sin sentido para aquellos que no las conozcan o al menos no hayan oído hablar de ellas.
-Nos blindamos ante la muerte, Flores. Nos ponemos orejeras para no ver lo que no deseamos ver, no pensar en lo que no deseamos pensar, pero al final es inevitable...
-Lo siento, señor Puebla.
-Déjalo, Flores. No hacen falta fórmulas. Mi tía si ha ido como vivió sin molestar, de puntillas. Es un extraño epitafio, pero no soy capaz de pensar o imaginar nada mejor.
-Vamos, jefe, que la vida sigue. ¿No vamos a hablar de “la vida literaria”? Que yo sé mejor que nadie de sus “reuniones secretas” a lo largo de la semana.
-Las reuniones secretas, secretas son, Walter.
-Pero algo tendrá que dejarme contar: Herralde, Auster y su mujer Siri Hustvedt, la defenestración de amigos varios en empresas de todo tipo aprovechando el inteligente estado de terror creado por la crisis...
-Tú mismo, yo no tengo nada más que contarte. Te pediría que acabaras ya.
-Pero es que no tengo ni una foto. Ni siquiera he hablado de que en la librería ESTUDIO EN ESCARLATA han elegido TIGRE MANJATAN como lectura del mes.
-Acudiremos cuando se reúnan a comentarlo, si te parece, los dos. Buscaremos padrinos para el Tigre, y podrás contar lo que te de la gana y pedirle fotos a Fénix o a cualquiera que lleve una cámara digital.
-¿Y la comida del viernes en La Gallete?
-Confidencial, Flores. Confidencial.
Cuanto secretismo. Casi le prefiero impertinente, pero por lo menos no me ha preguntado como voy con la corrección de estilo de su Cucaracha; y eso ya es un punto, porque botellas de brandy me he bebido unas cuantas, pero ¿cambiar el punto de vista del narrador? ¡es imposible!
-Tranquilo, Walter. Ya me encargaré yo de hacerlo, que para mí es sólo un juego.
¡Será creído! ¿un juego?, já. Ya veremos como le sale.
-Te encantará, Walter.
-Está bien, jefe. Me encantará. Pero ¿podría ya de dejarse de meter dentro de mi cabeza? La gente acabará pensando que no existo, que soy como el ángel ese que le guió hasta la iglesia el pasado viernes.
-El ángel existía, Walter. Y tú también, por cierto, me llegó un correo pidiéndome tu dirección de mail, que hablases un poco más de ti, estatura, edad, peso...
-De eso nada. Mejor que piensen que no existo, si se enteran que estoy cerca de los cien kilos, apenas paso de un metro sesenta y cinco y tengo veinticuatro años voy a perder todo el glamour.
-Vamos, no seas modesto, hombre. Si ligas más que una estrella del rock.
-Sí. Ligar. Ya quisiera yo. Está bien, jefe. Corto si no quiere que digamos esta semana nada más de usted, porque sobre mí mismo... prefiero que no. Y además se le hace tarde para su cita con...
-Chisst...
Joder, cuanto secreto. Esto no hay quien lo aguante. Otra semana así y me autodespido yo.


(Walter Flores. Sábado 24 de enero de 2009. Con una copita de brandy en la mano a la salud de mi “misterioso” patrón.)

Diablos, acabo de encontrar una historia interesantísima: se ha dejado el diario y el antilibro, su Sosiego. Podría copiar la historia, porque lo bueno de mister Puebla es que jamás visita su página web ni comprueba lo que escribo...; pero está a punto de volver, ha bajado a recoger un cuadro de The Monjas y escucharé la puerta en cualquier momento. Al menos algo de Sosiego, vamos, Flores, rápido, rápido, copia algo. Ah, ya, esto, es de 21 de enero: “NINGÚN TIEMPO PASADO FUE MEJOR. ERA NUESTRA MIRADA LO QUE ERA MEJOR. MEJOR MIRADA A LOS 20 QUE A LOS CINCUENTA. PRESBICIA INEVITABLE”.
Y otra, pero esto..., ¡esto es la letra de Traum! ¿Deja al calvo hijo de puta escribir en sus cuadernos personales? El colmo. Da igual, eeee ees ¡bueno! Lo copio. Rápido, rápido:
“EL PUÑAL ATRAVIESA LA CHAQUETA DE DELGADO PERO ANTES DE QUE ALCANCE LA CAMISA YO YA NO ESTOY ALLÍ. YA NO SOY DELGADO. Tengo otros muchos nombres. EL PUÑAL ATRAVIESA UN TRAJE SUSPENDIDO EN EL AIRE”.

-¿Walter, aún estás ahí? ¿No has terminado? Vengo con dos amigos.
-Sí, señor Puebla. Ya he terminado. Sí.


“El cansancio del artista nunca deslumbra al público, pero a veces le conmueve”
JAVIER PUEBLA. Sosiego (anti-libro impublicable)

2 febrero 009

Está tan cansado que hasta se le han apagado los ojos. No valdrían los ojos de Javier Puebla ni para alumbrar un camino vecinal, mucho menos su supuesto mundo literario. Eso sucede el jueves. Jueves. Comida de prensa organizada por Begoña Minguito,  2009, Apadrinando a TIGRE MANJATANBegoña Minguito para que el autor de Algaida, el citado Puebla, mi jefe, hable de su libro con Juan Ángel Juristo, Paula Corroto, Moncho Alpuente y Antonio Jiménez Lozano. Es en el Chao, de Argensola 7, Mad Madrid. Puebla confía en la carne para recuperar su energía, encender los ojos apagados. Solomillo. El solomillo está incomible. Mala suerte. Es la primera vez en su ya larga vida que Javier Puebla devuelve un plato a la cocina. Le traen más de lo mismo cortado con mayor disimulo, y Puebla se lo come (paciencia, hermano, paciencia) y al cansancio se une una hermosa pelota en el estómago que ni siquiera logran deshacer los guisquis que vierte el escritor sobre la carne nerviosa, con nervios, al terminar la comida. Por fortuna para él la novela, Tigre Manjatan, habla sola. Por fortuna para él los asistentes a la comida le conocen de sobra, y saben que normalmente sí le brillan los ojos, que Juan Ángel Juristoaún sin brillarle intenta hacer su show y convierte en padrinos de El Tigre a Corroto, Juristo y Lozano (véase la página web correspondiente). ¿Por qué está Puebla tan cansado? Eso es algo que no se me permite contar aquí, pero la razón no es -como alguien pudiera imaginar- que un médico, tras radiografiarle las manos...
-¡Qué bonitas son las radiografías de manos, verdad Flores?
-Don Puebla, ¿tiene que interrumpirme?
-No, claro, pero me produce cierto pudor que vayas a contar la chorrada de la artritis juvenil. Es evidente que el dedo anular izquierdo está jodido porque me atacó un perro hace cuatro años, y el diagnóstico del doctor Sánchez... me lo paso, con perdón, por el forro de mi más vieja chaqueta de cuero.
-Muy bien, muy bien, muy bien. Acaba de estropearme la dramática historia que pensaba contar a sus seguidores.
-Tus seguidores, Flores. Que ahora el autor eres tú y yo un simple personaje; Antonio Jimenez Lozanoprecisamente gracias a ese dedo. Aunque en una cosa estoy de acuerdo con Javier.
-¿Quien es Javier?
-El médico, el traumatólogo del equipo del celebérrimo doctor Rayo en la Clínica San Francisco de Asís donde nací; pura coincidencia.
-¿Y en qué está de acuerdo, si puede saberse, Javier Puebla con Javier Sánchez?
(Ya empieza a cargarme tanta intervención de mi patrón, me ha roto el ritmo, no me acuerdo de lo que iba a contar, y encima tengo que mirarle con expresión de interés; ya decía su amado Gracián, y muchos otros antes que él aunque Puebla no los conozca, que la clave de la vida consiste en ser capaz de “sufrir necios”; a ver qué me suelta ahora?
-Estábamos de acuerdo ambos en que la salud no existe.
Genial. La bomba. La frase de la semana. Y se habránPaula Corroto quedado tan frescos los dos, los dos javieres, el médico y el escritor. Alegría, la salud no existe y la virgen de la moreneta es una rubia que ha tomado demasiado el sol. Empiezo a estar hasta los mismísimos; he quedado con una “churri” nueva y el patrón me ha hecho subir -¡en tren!- hasta El Escorial, por que aquí estaba su ordenador, su antilibro, su diario personal.
-¡Qué bueno, señor Puebla!
Boing, boing, salto y boto y ni lo noto. Por lo menos ha puesto música el patrón. Vaya, si es nuestra canción favorita, la de los dos, Coppini coleccionando MOSCAS. Lo que quiere es que pierda el último tren y que me quede aquí con él, pasando frío en la sierra en lugar de calor con mi churri nueva, escuchando “inteligentadas” en lugar de las deliciosas chorradas que seguro me va a decir al oído mi princesa veinteañera. Pero lo lleva claro, me piro, me piro y me piro.
-La salud no existe.
Se repite. Por si no había quedado claro.
-Increíble, ¡qué pensamiento! Yo creo que deberíamos dar por acabado el diarioweb de esta semana con esa frase, ¿le parece?
-No.
-¿No?
La cagamos tía María.
-Veo que no has hecho bien los deberes, Flores.
¡Cómo odio las frases hechas! Y eso que es escritor, debería dedicarse a presentar telediarios o cualquier cosa de esas que ve todo el mundo y no dejarse la sangre que le queda en novelas que no leen ni diez mil personas.
-¿Qué me falta, patrón?
-La cena de navidad con mi Tripulación, Flores.
Ostras, es verdad. Pero como no hay una sola foto de Fénix (no le invitó, claro), y al Capitán Puebla le ha dado este año por celebrar la fiesta de Navidad en enero del año siguiente y concretamente un martes 27.
-Da igual. Con poner que fue un éxito, lo pasé fenomenal y regresé a mi casa en el maletero de un smart que conducía una rubia de quitar el hipo..., me conformo.
-Puedo contarlo. En detalle. Lo del smart y el maletero y la cena y su amaga Mara Mugueta, y el cuento genial de Alexis Hernández y la chica nueva y...
-Vale, Flores. Ya veo que te has leído el diario. Anda, pásalo todo a la web y corre, que si coges el siguiente tren estarás en Mad Madrid antes de las diez.
-Gracias, señor Puebla. Gracias. Yo me quedaría encantado a pasar la noche con usted, ya me conoce, pero ¿sabe?, la nueva churri está buena buena buena.
Se le ha vuelto a poner la cara triste, los ojos apagados, esa expresión de quienes han pasado la línea de sombra de Conrad y cuando ven a alguien de mi edad, mis veintiséis años, entusiasmarse con una chica, lo digan o no sólo piensan una frase: ah, los jóvenes.
-Pero nos vemos la semana que viene, ¿verdad, señor Puebla?
-Por supuesto, Flores. Es muy posible que continúe en El Escorial. Es el sitio más aburrido que conozco, perfecto para que resulte divertido hasta corregir una vieja novela.

Tigre Manjatan..., y el bourbon

(Walter Flores, viernes 30 de enero, en la Ciudad-Bosque Los Arroyos, El Escorial. Con un frío que pela. Podría poner la calefacción más fuerte, el rata de mi jefe. Pero mejor no le digo nada, que si le doy pie seguro que se lanza por bulerías a cantarme sus penas)

“Ninguno ai que no pueda ser maestro de otro en algo, ni ai quien no exceda al que excede. Saber desfrutar a cada uno es útil saber”
BALTASAR GRACIÁN. Oráculo manual y arte de la prudencia.

9 febrero 2009

Blanca comienza la semana de mi patrón, blanca de nieve y de pantallas de ordenador blancas, y páginas en blanco con algunas manchas negras que se pretenden letras: las de uno de sus muchísimas novelas, concretamente la que ganó el XVIII Premio Internacional de Novela Luis Berenguer y que ahora, con permiso del editor, está revisando, fortaleciendo algunos puntos y debilitando otros: como siempre sucede cuando se intenta cambiar algo. Pero lo cierto, debido a que la nieve lo deja aislado, atrapado en su pequeño apartamento de L.A. (El Escorial) Puebla trabaja y trabaja en su novela, escribe varios relatos (uno, en varias versiones. para San Valentín protagonizado por su Tigre Manjatan (¿cómo no? ¿y sus otros personajes qué? ¿han quedado condenados para siempre al olvido?).

La mayor nevada del año en L.A. (El Escorial)

Pero eso es el principio de la semana, porque el martes tiene cita ineludible con sus Tripulantes. Y el martes Puebla vuelve a Madrid y da su clase y la disfruta.
Pero el día guapo, en mi opinión como cronista, es el viernes. (Jé jé, me voy a poner morado).
-Ni se te ocurra pasarte un pelo, Flores.
-La verdad, sólo voy a decir la verdad.
(¡Tibio, voy a poner tibio al patrón. Ja já!)
Sucede el viernes que en la deliciosa librería Estudio en escartata, Juan.... y Tigre ManjatanESTUDIO EN ESCARLATA, en cuyo escaparate principal hay un cartel enorme de Tigre Manjatan, y por iniciativa de Pedro de Paz, gran colega de mi jefe, se realiza una tertulia literaria en la que se analiza a dos autores de novela negra...
-El Tigre no es una novela negra si Lolita no es una novela negra.
-¡Patrón!
-Está bien, Flores, sigue. Yo sólo pasaba por aquí y no he podido evitar leer por encima de ese hombro gordito que tienes.
Sigo. Como iba diciendo: cada mes en Estudio en Escarlata un grupo de lectores avezados eligen dos títulos: un clásico y un moderno. Poe y Puebla en esta ocasión. A Puebla no le ha invitado nadie, pero le parece cortés, elegante, acudir a la tertulia, a ver, escuchar, las opiniones sobre Tigre Manjatan. “A mí no me ha gustado” “El protagonista es un niñato” “El final está bien, pero...” “Parece más el guión de una película que una novela” “Es buena, pero me gustó mucho más SONRÍE DELGADO”.
Las HIENAS sonríen a EL TIGREEl Tigre está rodeado de enemigos, de hienas que buscan sus puntos débiles para tirarlo al suelo y devorarlo. Y, claro, primero ruge. Ruge El Tigre, ruge Puebla. Pero enseguida reacciona. Analiza. Busca el modo de utilizar la situación a su favor. Bien, se dice, escuchemos donde son capaces de encontrar debilidades los fiscales. Y es un ejercicio realmente interesante, porque todos los reproches o carencias que le achacan -demasiado rápida, falta información, no consiguió llenarme- no podrían haber sido hechos si hubiese elegido publicar la segunda versión de la novela, y no la tercera, como fue su muy meditada decisión. “¿A alguien se le ha caído el libro de las manos?, ¿alguien no lo ha leído de un tirón?” A nadie, ni siquiera al lector abogado fiscalista (su profesión en la vida real) el libro se le había caído de las manos, y todos lo habían leído prácticamente de corrido. “¿A alguien no le parece genial, infungible, el nombre del protagonista: Tigre Manjatan?”. Todos están de acuerdo con que el nombre es perfecto, que no se gasta ni gastará (infungible), pero uno de los lectores, ciego, interesantísimo, devorador de libros (lee con la ayuda del ordenador o de una máquina que lleva en el bolsillo y que convierte en sonido las palabras para él) apuntilla que es demasiado nombre para el niñato que Puebla ha escogido como protagonista. El hombre ciego se llama Jose María, lee libros con ayuda de una máquina que convierte las letras en sonidos robóticos. Me pareció una persona interesantísima, un guerrero incomparable.Y Puebla responde que ya crecerá Tigre Manjatan, que hay más libros protagonizados por él ya escritos y que logrará estar a la altura de su nombre genial e inmortal; no le cabe la menor duda. (Jó, que chulo y creído es mi jefe, qué horror).
Pero es duro escuchar los defectos de un hijo, aunque pueda resultar muy interesante si se utiliza esa información para intentar corregirlos, mejorar al hijo. Y ese es el propósito de Puebla mientras escucha y analiza los corazones y las cabezas de quienes le rodean en la planta baja de la librería. En cualquier caso Puebla no abandona hasta las nueve de la noche ESTUDIO EN ESCARLATA, tras pegarle también él un par de patadas al gran Poe (de eso se trata en una Tertulia o en casi todos los cursos literarios, en pegar patadas a quien se atreve a escribir libros y publicarlos; se compra o lee un libro no para disfrutar de él, del zumo de la naranja, sino para buscar el grado de acidez, el mal color de la pulpa o las imperfecciones de la piel). Y ya solo en la calle se siente satisfecho, contento de haber conocido a alguien a quien no le ha gustado Tigre Manjatan (menos mal, ya empezaba a preocuparse de que a nadie le irritase o disgustase el personaje; a él no le gusta Mónica Beluchi y en realidad eso es un piropo para Mónica Beluchi). Pero su satisfacción se debe a que, tras 14 años de curro, revisiones y cambios continuos, decidió sacrificar en la novela todo al ritmo. Todo. Y en eso no falló. Nadie atacó ni vio ningún fallo en el ritmo trepidante del libro, todos se lo leyeron del tirón...
Vaya, me estoy donde cuenta que ni estoy poniendo morado ni poniendo tan tibio a mi jefe, que en realidad salió mucho mejor parado de lo que yo creía de la trampa que le tendió su buen amigo Pedro de Paz (a la sazón en la Semana Negra de Barcelona, disfrutando del baboseo de los fans y de los periodistas de pancha contenta). Que se lo pasó fenomenal -¡será cabrón!-, que los rostros de sus lectores más duros, algunos de los cuales apadrinaron a Tigre Manjatan al final del combate, han quedado guardados en la carpeta de su afecto y no en las de su odio, desprecio o indiferencia.
-Es que eran unos tipos alucinantes, Flores. Tendrías que haber venido.
-Fui, pero me quedé en el bar de la esquina. Si hubiese entrado me habría tocado a mí hacer de abogado. Aunque yo suponía que acabarías, Javier (permite que te tutee, sacando a Traum y cargando contra todos ellos).
-Contra el único que va a cargar Traum es contra ti, Flores. Hace semanas te pedí que pasases el relato que me había enviado desde Asia y lo colgases de su web, y todavía no lo has hecho. Yo no leo mi página web, pero Traum sí.
-En cuanto tenga un rato, señor Puebla (nada de tuteos que luego se toma demasiadas confianzas el patrón).
-Hoy.
-Vale, vale, si me da tiempo (me cae como una patada en los testículos el asqueroso calvo asesino).
-¿Has vuelto a quedar con tu “churri?
-Pues sí, y menos coña. Es sábado y nos vamos a ir juntos a cenar al Alfredo´s de la calle Lagasca.
-Prepárate para hacer cola. Yo estuve el miércoles con mi editor y tuvimos que esperar a pesar de la reserva.
-Esperaré, voy a estar bien acompañado. Pero ¿en serio no le molestó no escuchar los halagos y piropos habituales acerca de su novela?
-En serio, Flores. Aprendí un montón. Y además yo soy como ellos, leo demasiado, analizo demasiado y he perdido la inocencia. Pero como dijo una de las chicas, dos, que asistieron a la tertulia, creo que se llamaba Esperanza “Para los que hemos perdido la ingenuidad aún hay libros como Lolita, que nos hacen disfrutar con las palabras y con la trama, libros de nivel alto que no son accesibles en su grandeza e inmensidad para cualquiera”.
-A mí La ilustración es obra de Jack The Monjas a partir de una foto de Daniel Fénix.Lolita me parece un coñazo, le sobran doscientas páginas largas.
-Allá tú, Flores. Yo opino, como Esperanza, que es una obra maestra.
-Pues si tuviese que elegir entre Lolita de Nabokov y su Tigre Manjatan yo me quedaba con Tigre Manjatan.
-Flores, no seas pelota.
-Pero, don Puebla, ¿cómo no voy a ser pelota si hoy ha prometido pagarme todos los atrasos que me debe?
-Tienes el sobre en el primer cajón a la izquierda de mi escritorio. Nos vemos la semana que viene. Disfruta con tu churri, que ya colgaré yo a Traum de su web..., si me da tiempo. Porque quiero darle una vueltecita al cuento romántico, no tan romántico en realidad, de Tigre Manjatan y su particular día de San Valentín.
-¿Y las fotos?
-Yo me encargo, Flores, easy, man. Easy.

(Caramba, está desconocido. No hay nada como una cura de humildad para volver humano a un patrón explotador. Bendigo la tertulia literaria de Estudio en Escarlata, bendigo a Pedro de Paz, y bendigo sobre todo los euros que están dentro de un sobre ¿del consulado de Hong Kong? Sí, son euros. Por un momento temí que fueran dólares de HK. Me pienso gastar hasta el último billete esta noche; como unas pascuas de contenta se me va a poner la churri.)

Javier Puebla es una sombra, Javier Puebla nos asombra, Javier Puebla es una alfombra, Javier Puebla entrando en tromba.

“El hombre es un adolescente disminuido”
MICHEL HOUELLEBECQ. Ampliación del campo de batalla. (pag. 104 de la edición en Anagrama, Panorama de narrativas 413, recomiendo a quien tenga el libro que se la relea la página entera; deslumbrante)

16 de febrero 2009

El juego de Delgado consistía en abandonar libros dedicados o no en los lugares más insólitos, o regalárselos desde el coche al ocupante de otro coche o interpelar a alguien por la calle y convencerle de que aceptarse el regalo.El juego de Delgado, en su primera fase, terminó con este ejemplar. Ahora Javier Puebla no lo regala, lo cambia, Economía de trueque, aunque también -claro- acepta el autor del Nadal dinero. Y cuanto más mejor. A cambio de su libro escrito por Frederic Traum.

 

Juega, durante toda la semana, juega Javier PueblaJesús Marchamalo, con sombrero a ser Javier Puebla. Y por eso come el martes con su querido amigo Jesús Marchamalo, y el miércoles nada por los ríos de EL MAR DE MALASAÑA, a la búsqueda de otro amigo a quien ha recuperado después de más de veinticinco años sin verse, Moncho Alpuente, y durante unos minutos, no demasiados, se vuelve a sentir entre las olas de Espíritu Santo y San Vicente Ferrer, como un “teenager”, especialmente cuando en el mítico y eterno Star Café conoce -conoce en persona, su obra la conoce desde siempre- a Miguel Ángel Mendo (otro de los Yeti -el mejor colectivo fotográfico de los 80) ; y es tal la fe, la ingenuidad, con la que Puebla se mueve sin edad “por la ciudad de los espejos/ donde jóvenes y viejos/ se miran para ver lo bien que lo están pasando” que su actitud, como prueba la doble foto de padrinazgo de Tigre Manjatan que le hace a MendoMiguel Ángel Mendo, escritor, ex-fotógrafo, ex-Yeti.... ex-Blade Runner. Genial, siempre., consigue contagiar a sus amigos y conocidos de esa sensación de inmortalidad, de que la vida ha de ser juego y no trabajo, esa sensación -en suma- de adolescencia, que tan necesaria es para un artista; y quizá no sólo para un artista, sino para cualquiera. Porque hay otros momentos de la semana en los que le resulta más difícil convencerse a sí mismo de que está jugando: cuando falla la dirección del coche y tiene que llevarlo urgentemente a un taller (el juego apenas se mantiene gracias al esfuerzo de haber bautizado hace unos meses a su viejo Volvo -Llámame Duro-, le dijo un día el coche), o cuando se sienta ante el ordenador para escribir su doblete de columnas semanales para La Opinión y Cambio16 (también ahí, por los pelos, lo consigue; escribir siempre es divertido, hasta cuando redactaba informes económicos para el ministro Solana cuando era su viceconsejero comercial, le resultaba divertido); o cuando desempolva su pequeña editorial Haz Milagros y se convierte en arena del desierto el aire que respira al pensar en los mil pequeños detalles y trámites que le tocará realizar para convertir los tres o cuatro textos que sacará este año en verdaderos libros que se pueden tocar, leer y comprar.
Pero, en conjunto, es una buena semana, una semana adolescente -¡hop!- en la que hasta se permite pasarse a decirle un “petite bon nuit” a una estriper -la inteligente y descarada Lili Palmer, como puede comprobarse no exijo a los PADRINOS DE TIGRE MANJATAN, el animal urbano en extinción, ropa de smoking. Con unas botas altas y un tanga... me conformo.Lili Palmer, archiduquesa de Mundo Fantástico- con el pretexto de que también apadrine a su Tigre, cada día más grande, fuerte y peligroso, un felino implacable ampliando sus dominios o territorio o campo de batalla, como titula Houellebecq -el alegre cabrón francés, le llamó mi patrón en una columna-, el libro del que, por decisión propia, he extraído una cita para encabezar este texto: Ampliación del campo de batalla. Y eso es lo que hace Javier Puebla, con la fe e ingenuidad que le caracterizan, ampliar su campo de juego o batalla (sinónimos, ambas palabras, porque todo juego es una batalla, y toda batalla es un juego: especialmente para los generales). Incluso con las vacas, las absurdas vacas de plástico de la Cow Parade que han invadido Mad Madrid juega Javier Puebla. Y según la teoría de otro amigo, este casi invisible -¿otro juego?- el ensayista don Javier Panizo su experiencia de esta semana debería guardarse en la misma carpeta donde están archivadas la mayoría de las vivencias de cuando tenía veinte años; del mismo modo que muchas de las cosas que vivió a los quince o a los treinta deberían o podrían archivarse en la carpeta correspondiente a la senectud. LAS CARPETAS DEL TIEMPO, así llama Javier Panizo a su teoría, según la cual la edad no es completamente lineal porque no somos conscientes de como somos por fuera, y por dentro nadie tiene en verdad una edad concreta: ni Puebla, ni Houellbecq, ni quien esté leyendo estas palabras.
-Flores, menuda parrafada te has marcado. Te recomendé a la Nothomb, que es belga, no al retorcido de mi colega Michel. Los belgas siempre son -no tontos claro- pero al menos sí belgas.
-Considero a Houellbecq un escritor genial.
-Mérito tuyo, que lo miras desde la generosidad de tus veintipocos años. Aunque reconozco que a mí también me gusta. Pero la Nothomb era más adecuada para ti. Acaba de sacar libro en Anagrama, y habría sido perfecto para -después de leértelo- dárselo como regalo de San Valentín a tu novia. Porque me temo queAl parecer Delgado también quiere tener padrinos. Esta es uruguaya y la encargada de una tienda de libros extintos en Menéndez Pelayo. Inaguró Javier Puebla la primera parte de lo que llama EL JUEGO DE DELGADO con ella. como le cuentes rollos patateros tipo el que te has marcado más arriba, tu churri te acabará dejando plantado.
-O no. O se quedará boquiabierta.
-Boquiabierta cuando la invites a un restaurante de cinco tenedores y tenga que separar sus bonitos labios para engullir la comida.
-Oh, cuanto materialismo, cinismo y snobismo, amado patrón. Perdone que se lo diga, pero le noto hoy un poco..., no sé como expresarlo: ¿desganado? ¿envejecido? ¿pesimista? , señor Puebla.
-Sucede que he madrugado, Flores. Lo siento.
(No le preguntaré que significa eso de que ha madrugado; me pondría de muy mala leche si me responde -y encima poniendo cara de conmiserarse de sí mismo- que ha dejado la cama a las doce o a las doce y media del mediodía. Aunque la semana que viene se va de promo a Santiago de Compostela, lo he visto en su agenda, y ahí sí que le tocará madrugar de verdad; pero eso lo hago yo todos los días, madrugar de verdad, así que no me da ninguna pena).

Walter Flores, sábado 14 de febrero, San Valentín. Loco por dejar el despacho de mi jefe y dictador (el hombre que me dicta) e irme a casa a ponerme mi chaqueta más guapa y lustrarme los zapatos para llevarme de baile, hasta que el cuerpo aguante, a mi nena. Ah, sigo sin pasar el cuento del calvo Traum; si la mañana que viene faltase a mi cita, por favor, ¡que alguien llame a la policía!

Dragó-Tigre-Manjatan-Mortal-y-tigre. Noches blancas. Noches negras. Dragó y Puebla. Puebla y Dragó. Dos Tigres.

“No existe paraíso sin serpiente”
FELIX J. PALMA. El mapa del tiempo.

23 de febrero 009

¿Le sucede sólo a Javier Puebla o acontece a cualquiera que visita a un médico en estos tiempos de crisis en los que los laboratorios tienen tan “mimados” a sus galenos que éstos parecen haber perdido el norte y encuentran enfermedades hasta en el David de Miguel ÁngelMiguel Ángel Matallanes, retratado por Daniel Fénix al modo monjiano double dark. ? Al resto del mundo no lo sé. Ni idea. Pero a Puebla le están dando cañita últimamente. Antes de verano -no voy a poner nombres porque mi patrón no me deja, pero me encantaría hacerlo- un otorrinolaringólogo (precioso nombrecito) le contó que sufría una rinitis “probablemente” causada por alergia; el diagnóstico le permitió recetarle corticoides de una marca concreta y darle el nombre de un laboratorio, también concreto, para que se hiciese las pruebas de alergia. Las pruebas de alergia resultaron todas negativas, pero aún así una señora (por llamar de algún modo a la “deontólogica” lógica de la doctora) opinó que debería de seguir con los corticoides, pero de otra marca: hay más laboratorios que clubs de fútbol o partidos políticos. Puebla pasó de seguir con los corticoides y la rinitis... desapareció. Algo después otro médico le diagnosticó, alegría que por diagnosticar sólo crucificaron a Jesucristo, una artritis juvenil. Lo de juvenil estaba simpático, pero la otra palabra sonaba algo peor. En los análisis de sangre correspondiente no había ninguna prueba de que doña Artritis Young se le hubiese subido a la chepa al ensombrerado escritor que protagoniza esta página..., pero al médico le pareció bien decirlo. Sin embargo Puebla, Miguel Ángel Matallanes, closeup con luces ligeramente modificadas. Foto Fénix, tratamiento Jack The Monjas.que presume o llora de “importarse un huevo a sí mismo” sí que se acojonó cuando su médico de confianza, casi un hermano espiritual, le dijo que muy probablemente era hipertenso tras ponerle un brazalete de plástico en el antebrazo y leer 15-11. Pero como es un hombre excepcionalmente honrado recomendó a Puebla que se comprara una maquinita para medirse el mismo la tensión. Puebla, que también presume de buen administrador -¿de qué no presume el tío este?- no se compró la maquinita pero le pidió prestada a su padre la suya. Y a fecha de hoy parece que ya no es el hipotenso de toda la vida, pero tampoco llega a hipertenso.
A mi patrón, a Javier Puebla, le cabrean enormemente estas veleidades de los médicos, y yo, como el contable que soy, trato de explicárselo, que hay que llegar a fin de mes, hacer que cuadren los balances, los sueldos son una porquería y a los laboratorios les sale el dinero hasta por los sobacos (aunque como tratan con gente elegante, los doctores en medicina, me atrevo a especular que rara vez se realizan movimientos bancarios, más bien un viajecito, un maletín de piel, un descuento en la compra de tal o cual cosa...)
Alvaro de Luis, Marily Coll, Nati Mistral... y Tigre Manjatan.-Tendrías que hacerte columnista, Flores.
-Sí, para nuevos columnistas está el patio, que están despidiendo colaboradores en todos los medios de comunicación. No me ha explicado usted como se las ha apañado para salir indemne el maremoto provocado por la crisis.
-Crisis es una palabra, Flores. Y yo siempre he sido devoto de la genial portada de Supertramp, en la que se ve bajo el título del disco, “Crisis? What crisis?” a un señor bajo una sombrilla, repantigado en una silla de playa y vestido con bermudas,libando un combinado de color naranja en medio de un mundo devastado. Pero deberías contar que por fin se emitió el programa de Las noches blancas de Dragó en el que se recomendaba Tigre Manjatan. Que me invitaron a Caliente y frío, el programa de Álvaro Luis en la Inter, donde conocí a la deliciosa y brutal Nati Mistral (su auténtico nombre es Natividad Macho, que me encanta tanto como ella, menudo poderío tiene la señora) y a la fuerte y delicada Marily Coll), que estuve en Santiago de Compostela, de la mano de María Arias y realice 17 entrevistas seguidas para promocionar a Tigre Manjatan, aunque parece que ya El Tigre se mueve solo y no necesita de su papá para atrapar las gacelas que le interesan, que en la segunda clase del curso de cine en la Universidad de Alcalá se me presentaron más de veinte alumnos, entre otros los del primer cuatrimestre con la opera prima de Javier Hermosilla bajo el brazo (aplausos entusiastas), que el jueves cené con mi amigo Miguel Ángel Matellanes que no recibía en Madrid a su Gema porque la bella estaba indispuesta y prefería un tranquilo fin de semana en Sevilla, y que el sábado cené con Guridi y su chica: Marisol, tras conseguir, el viernes, no encontrar -tras buscarlo por todos los bares del barrio de las Letras- al Grupo de Brooklyn (los hermanos Mañas y el joven Madrigal; a Fermín Cabal le falló el sistema de babysitting), y que...
-Señor Puebla, le veo muy animado. Quizá debería de volver a escribir su diarioweb usted.
Guridi, Luis Guridi, siempre genial. Con Camara Café, y sin cámara y sin café. Colegazo del alma de Javier Puebla cuando ambos estudiaban en el colegio... del Pilar.-Tienes razón, Flores, sí, quizá sí. Quizá debería, pero eso supondría tener que despedirte, y ya sabes que tengo demasiado corazón.
-Lo que tienes, Javier, es un morro que te lo pisas. Y como me pagas lo que te da la gana y cuando te da la gana vas a tener que cargar conmigo hasta los restos. Pero espero que, por lo menos, esta noche me invites a cenar.
-Vale, hacemos unos bocatas y nos los comemos por la calle. Eso sí, las copas de fin de fiesta... ¡las financias tú!

(Walter Flores, a quien su churri ha dejado más tirado que una colilla y a pesar de que estoy con el corazón destrozado, seguro que se me nota en la cara, mi patrón no me ha preguntado nada al respecto. ¡Qué egoístas son los jefes!)


The Monjas, Johnny The MonjasJohnny The MonjasThe Monjas, Johnny The Monjas


“Si vas muy rápido pueden confundirte con una liebre y dispararte”
GUILLERMO FADANELLI, Lodo.

2 marzo 009

-¡Es el colmo, es indignante, es para ponerse a mear y no echar ni gota!
-¿Se puede saber qué mosca te ha picado, Walter Flores, en busca de su propia fama. Tras él su íncubo, o llámenele como quieran, por ejemplo: Javier Puebla.Flores?
-Escribí mi nombre en el buscador de Google ¡y no salgo hasta la sexta página! ¿Hasta la sexta página!
-Hombre, no está tan mal.
-¿Cómo que no está tan mal? Si pongo Javier Puebla, sales tú el primero. Si pongo Javier Panizo, sale tu Javier Panizo el primero. Si pongo Tigre Manjatan sale el primero. Si pongo Frederic Traum sale el calvo de los cojones el primero. Es más: escribo “apadrina un animal en extinción”, algo tan normal como apadrina un animal en extinción, y sale la página de javierpuebla.com la primera. Y yo... ¡en la sexta página! El colmo.
-Tranquilo, hombre, quizá deberías añadir algo más.
-Claro, por ejemplo Walter Flores + Javier Puebla, ¿verdad? Entonces sí, el primero de la lista. Pero tengo que poner tu nombre junto al mío.
-Eres mi secretario.
-Claro, ese es el único motivo para que el mundo sepa de mi existencia. Ser un contable de mierda en una S.A. no cuenta para nada, hay millones de contables invisibles en el mundo.
-Supongo.
-¿Te hace gracia?
-Sí, lo siento. La verdad es que lo del animal en extinciónRakela, con un tigre, y su acompañante, con un "manjatan",  Tigre Manjatan. me parece increíble, tendré que probarlo. Pero te sugiero que pongas Walter Flores más..., no sé, por ejemplo: vida literaria o diarioweb.
-Diarioweb seguro. Escribí sólo diarioweb y también salió este diarioweb en la primera página. En cambio Walter Flores..., comida para los cerdos.
-Flores, easy. Me parece que llevas fatal lo de haberte quedado sin novia. Ya vendrá otra, tranquilo. Son gajes del oficio.
-¿Del oficio de escritor o del oficio de contable?
-De todos los oficios, Flores. No hay quien no haya perdido una novia o un novio alguna vez. Me parece que esta semana no estás dispuesto a escribir mis andanzas.
-Menudas andanzas. Que te estás leyendo, de cabo a rabo, El mapa del tiempo de Félix J. Palma y que te está encantando. O la reunión con su Tripulación el lunes o el martes, como de costumbre, o -es lo más especular- el rodaje en Alcalá utilizando a tus alumnos como actores; aunque también podría hacer una crónica del desayuno de prensa al que no acudiste -porque estabas esperando una entrevista de Radio Exterior y otra de Intereconomía el martes 24 por la mañana.
-Podrías haber ido tú y contarlo, ya te lo dije.
-Habría ido encantado, pero llegar a la Gran Vía a las 11 de la mañana habría supuesto salir de 3 Cantos, donde está mi empresa, a las diez y regresar casi a la 1. Soy un empleado, no un escritor indi como tú. Y eso que me habría gustado conocer a Stefan Brijs, el autor de EL HACEDOR DE ÁNGELES, y además lo presentaba Camilo José Cela Conde, alias Cela junior, que también me interesa porque a diferencia del 93% de los escritores españoles es un tipo que sabe también de arte y de pintura, amén de ser científico.
-Está bien, Flores. Quizá deberías montarte tu propio blog, si quieres “existir” con entidad propia para el mundo y no te conformas con ser mi secretario. Las arañas de Jack The Monjas, Pájaro Rojo. Collage de 1993. Exclusiva para este diarioweb.Google dan preferencia a los blogs sobre las páginas web.
-No quiero tener mi propio blog. Quiero que se reconozca mi trabajo.
-Veo que estás imposible esta semana, Flores. Pido perdón, en tu nombre y en el mío, a los lectores de este diarioweb, y si te parece pasamos página. Anda, chavalote, tranquilízate. Cierra el ordenador y nos bajamos a tomar unos bourbon, y me hablas largo y tendido de tu churri.
-Clarisa, esa traidora...
-Clarisa, “esa traidora”, vale. Ahoguemos juntos su traición en la piscina del bourbon.
-¿En serio?
-En serio, Flores. Ya seguimos la semana que viene. Que Casariego presenta la novela con la que ha ganado el premio Logroño, yo estaré en la Fnac con “La lista negra”, y a lo mejor hasta sigo viajando con la promo de Tigre Manjatan a Tegucigalpa o algún otro sitio.

(Walter Flores, cabreado como una mona con el mundo en general y consigo mismo en particular, una noche sin fecha de finales de febrero. Al menos no hace demasiado frío.)

 

“No tenía fuerzas ni para rendirse”
MARTÍN CASARIEGO. La jauría y la niebla.

9 marzo 2009

-Señor Puebla, yo creo que lo oportuno sería utilizar la columna que acabo de leer sobre la vida literaria en este diarioweb. Copiar y pegar y ya lo tenemos hecho.
-Menudo morro te gastas, Flores. Está bien. Copia y pega, que para eso están los estúpidos ordenadores.
Así que copio y pego la columna que se publicará en Cambio16 y la Opinión de Murcia la próxima semana.


LA SEMANA MATELLANES

Mi idea original era encabezar esta columna con un título que repito con alegre y viciosa frecuencia: LA VIDA LITERARIA. Pero la vida literaria de esta semana en la que escribo pasa por la figura del editor Miguel Ángel Matellanes, se mire por donde se mire. Cierto que, barriendo para casa, tendría que hablar de LA LISTA NEGRA, que presentó en la Fnac el martes tres de marzo la Editorial Salto de página, en la que los antólogos Álex Martín Escribá y Javier Sánchez Zapatero hacen su personal apuesta acerca de quienes serán los futuros Manuel Vázquez-Montalbán, Francisco García Pavón o Andreu Martín, quienes -en suma- serán los nuevos modelos o mitos de la narración negra en España. Y como dentro de la apuesta estaba yo mismo con un relato protagonizado por Tigre Manjatan, y también mi muy querido colega Pedro de Paz, amén de Miguel Ángel Mañas, Óscar Urra y otros cuantos, me tocó estar en la mesa de los presentadores, ante un público que no cabía en la generosa sala de la Fnac. Pero mientras estaba en la mesa de la Fnac no estaba en el Hotel Kafka -y aquí ya entra Matellanes- donde se presentaba la inquietante y excelente novela del siempre impecable Martín Casariego, ganadora del II Premio Ciudad de Logroño. Pero estuve. Porque mandé a mi secretario personal, Walter Flores Delmal (olvidó su cámara de fotos) e incluso llegué personalmente al 104 de la calle Hortaleza antes de que los asistentes al acto hiciesen mutis por el foro. El Premio Ciudad de Logroño lo publica, y lo publica con un despliegue de medios impresionante, la editorial Algaida, dirigida -como sabe el conocedor y habrá intuido cualquiera- Miguel Ángel Matellanes. Como no había llegado a tiempo para escuchar a Muñoz Molina -por cierto su chica, Elvira Lindo, estaba fantástica, más guapa que la he visto nunca- hablar del libro de Casariego me apunté, acompañado de Walter Flores, Pedro de Paz, Javier Alonso y Begoña Minguito, a una cena tardía y exótica: bourbon y palomitas. Y ya en esa cena tardía y exótica algo se dijo sobre que el milagro podría suceder al día siguiente. Porque lo que sucedió al día siguiente, en realidad dos días después, sólo puede calificarse de milagro, a pesar de que no sea obra de la magia, sino de la perseverancia, la inteligencia y la fe de un editor en un autor y en un libro. El autor: Félix J. Palma. El libro: El mapa del tiempo. A ambos dediqué mi entusiástica columna de la pasada semana. La novela ya se había alzado con el premio Ateneo de Sevilla y desde estas mismas páginas pronostiqué en su momento que conseguiría competir con el mismísimo premio Planeta. Acerté. Lo ha superado. El Ateneo de Sevilla ha ganado al Planeta. Por goleada. Ha sido comprada, en subasta para mayor morbo y agravio y alegría, para ser publicado en los Estados Unidos y Canadá. Verá la luz en las antípodas, Australia. Y la subasta para el Reino Unido está que arde. El artífice del prodigio: Miguel Ángel Matellanes y su editorial Algaida. Así pues sólo un título podía llevar la vida literaria española esta semana y esta columna, el que lleva: la semana Matellanes.

-Listo, jefe. Muy chula su columna. Aunque supongo que también querrá hablar hoy de sus maravillosos alumnos de la Universidad de Alcalá, y en particular de la actriz Sara Palomar, a quien acudió a ver en ATRAPADAS, un montaje sobre tres monólogos de Darío Fo en la sala TIS de la calle Primavera, Lavapiés City.
-Tú mismo, Flores. Ya habrá tiempo en el futuro de hablar de los SHAKASPEARE16. Porque para hoy ya sé que has traído una foto de tu amada ClarisaClarisa, la imprevisible girl friend de mi secretario, el eficiente y generoso -en apariencia- Walter Flores Delmal para que la colguemos en este diarioweb.
-¿Puedo?
-Claro. Estoy encantado de que te haya acusado de andar en malas compañías, siendo precisamente yo esas malas compañías.
-Tiene su parte de razón.
-Toda la razón del mundo, Flores. Es más, creo que deberías dejar de redactar este diarioweb y dejarme a mí hasta junio, que la vida literaria va a ser un castillo continuo de fuegos artificiales.
-¿Otra vez despidiéndome?
-Sí.
-Vaya, yo que pensaba darle un nuevo giro a su página; y así se lo había explicado a Clarisa quien, por cierto, ha accedido a volver a verse conmigo el jueves que viene, cuando usted esté de promo con su TIGRE MANJATAN en Bilbao.
-¿Qué giro?
-Hablar de la VIDA LITERARIA sin nuestros diálogos, incluso sin que salga usted.
-¿Sin que salga yo en mi propia web? Es el colmo, Flores. Despedido para siempre.
-Piénselo. Saldrá alguna vez, cuando haga algo digno de mención. Pero escribiría “el diario de los otros”, como hizo Anais Nin cuando se aburrió de hablar sólo de sí misma.
-Eres un liante, Flores. Pero está bien. Por probar nada se pierde. Acepto. Pero dudo mucho que consigas hacer un diario de los otros. La Nin lo tituló así -el volumen VI si no me falla en exceso la puntería- pero jamás lo logró.

El placer del asesino, imagen de Daniel Fénix para ilustrar un relato de Frederic Traum, al parecer definitivamente perdido.

(Y seguro que yo tampoco lo logro. Pero al menos mantengo una semana más mi empleo. Luego ya veremos. El futuro es algo incierto, y excepto para H G Wells y Félix J Palma que poseen máquinas del tiempo, los demás nos conformamos con el presente, y hoy hace sol y un pájaro, un jilguero llamado Rarix, canta en el luminoso despacho de mi jefe donde ahora escribo).

“No soy yo quien me gobierna, quien manda en mí mismo. Deciden mis debilidades y vicios y costumbres por mí, en mi nombre, todo el tiempo.”
SOSIEGO (antilibro impublicable). Javier Puebla.

18 de marzo 2009

Me va a pillar el toro, quería terminar de corregir mi novelón-lón-lón para fin de mes, pero Walter Flores se ha reconciliado con su amada Clarisa, y aunque parecía que el gruñón de Flores no hacía nada lo cierto es que si me ahorraba mis horitas de trabajo.
¿Y que cuento yo ahora de mí mismo? Podría hablar de la agradable cena con Miguel Ángel Matellanes en el Buey, un clásico, el pasado martes; o de la no menos agradable comida, en mi casa (pero preparada por mi chica con la exquisitez que aprendió a dominar cuando era “mujer de diplomático Luisa Sánchez Andrade de San Severiano, la madrina número 100 de Tigre Manjatan. Gracias y felicidades. A ella y a todos los que estáis participando en el juego.acreditado en Dakar) con Emilio Pascual. Y desde luego debería de hablar de Asier y de Xabier y de Juan Bás, y de todas las otras personas interesantísimas que conocí el pasado jueves en Bilbao, con motivo de la promo -interminable- de Tigre Manjatan; pero todos ellos están en APADRINA UN ANIMAL EN EXTINCIÓN (ya llevo más de 100 padrinos, alucino yo mismo) y he añadido pequeñas notas que aparecen cuando se posa el ratón del ordenador sobre la foto. Así que podría dejarlo así y rezar para que Flores regrese la semana que viene, con novia o sin novia, pero dispuesto a currar. Y sin embargo...

PIERDO UN AVIÓN
Pierdo un avión. O más exactamente la incompetencia de varios empleados de Iberia, en la T-4, me hace perder un avión. Llego a la mastodóntica terminal con más de una hora de tiempo antes de que salga el vuelo. Dado que apenas viajo en avión en los últimos tiempos me dirijo al primer empleado de Iberia que localizo con mi billete electrónico en la mano. “Esto es bisnes, señor con sombrero; no atendemos a gente humilde. Tiene usted que ir a la máquina” “No puedo ir al mostrador de turista?” “No, a la máquina”. Y voy a la máquina, y hago cola ante la máquina mientras los mostradores están vacíos. Y la máquina no reconoce mi nombre, quizá por mi torpeza o porque justo esa máquina, una especie de cajero automático con pantallita táctil no funciona bien. En suma, que no logro nada. Así que me dirijo, humildísimo y pidiéndole perdón a un guardia que no deja acercarse a nadie a los mostradores si antes no ha pasado por la máquina, y le explico lo sucedido. Faltan 44 minutos para que salga el vuelo. Sobran muchísimos minutos. O eso me creo yo. “El sistema se cierra a los 45 minutos antes del vuelo. No puedo hacer nada. Ha perdido usted el billete”. De nada vale que me lea el correo con el billete electrónico de cabo a rabo, donde en ningún sitio se dice que haya que llegar 45 minutos antes aunque no vayas a facturar. “Es costumbre de la T-4, dice la indiferente azafata de tierra. Voy a venta de billetes. Si quiero volar a Bilbao podré hacerlo en el siguiente vuelo pero tendré que pagar 187 euros. Manda huevos. Y manda huevos porque:
1-Llego de sobra para ver embarcar, y aún espero casi treinta minutos, a los pasajeros de mi vuelo (me entero que han reunificado dos vuelos y vendido plazas después de no admitir mi billete electrónico).
2-Viajo en un avión gigantesco y prácticamente vacío que sale con más de una hora de retraso. Había plazas infinitas libres.
En atención al cliente me dicen que lástima no hubiese acudido allí, me lo habrían solucionado. Y lo cierto es que no llegué a montarme en el primer avión porque ya había pagado los 187 euros reclamados a Iberia (ojalá el departamento jurídico de Anaya, responsables de mi viaje, les pusieron un pleito en condiciones) y tendrían que devolvérmelos.
La verdad es que ni me enfado. Es imposible cumplir una norma caprichosa que no está escrita en el documento que acredita que he comprado el derecho a volar en determinado vuelo: los cuarenta y cinco minutos. Es triste que la primera azafata no levante el teléfono, como cualquier ser humano, y por unos segundos no lo solucione de motu propio. Es lamentable que el vendedor de billetes me pida 187 euros cuando hay plazas libres en el siguiente avión para aburrir y de ningún modo puede achacarse a mi desidia lo sucedido. Pero insisto en que no me enfado. Sólo siento desprecio. Desprecio hacia en otros tiempos la eficacísima compañía Iberia. Desprecio hacia esos dos empleados que prefieren comportarse como robots antes que como seres humanos. Desprecio. Un desprecio calmo. Tranquilo.

David Barbero. Siempre estaré en deuda con él por la maravillosa entrevista que me hizo para ETB. Me sentí como Julio Cortázar, Pessoa y el mismísimo Javier Puebla durante treinta y un minutos que, de tan sinceros y relajados, me parecieron eternos.Lo cierto es que al final mereció la pena la espera de más de tres horas: me zampé media docena de ostras en el maravilloso hotel Abando de Bilbao, y al día siguiente me hicieron la mejor entrevista, la más generosa y completa que me han hecho jamás, en la televisión de Euskadi (David Barbero, ETB). De hecho el nivel de hospitalidad y entusiasmo en Bilbao fue, en todo momento, inmejorable. Necios los hay en todas partes; tuve la desgracia de encontrarme con dos en un lugar inhumano, en la T-4 de Barajas. Humildad. Como dice mi amado Gracián una de las claves de la vida es, a los necios, aprender a soportarlos.


“Debía probar su capacidad de sufrir antes de merecer cualquier agasajo. Debía ser nadie antes de poder ser alguien”.
LORENZO SILVA. Un artista de la fe (relato incluido en el libro colectivo Historia secreta de La Corporación)

23 de marzo de 009

El capullo de mi secretario, Flores, sigue missing, con su Clarisa, y ni siquiera me ha mandado un correo o un sms para comunicarme cuando volverá; siquiera si volverá o ha abandonado este trabajo -admito- miserablemente pagado. He estado a punto de utilizar otra frase de Un artista de la fe, el genial relato sobre Kafka de mi amigo Lorenzo Silva, para encabezar la entrada actual de mi diarioweb: “No puede pedirse a alguien pequeño que se haga cargo de quien no lo es”. Y está claro que Walter Flores Delmal, también conocido como Waldo Flores Delmal, es pequeño; todavía es pequeño (quizá lo sea siempre) y no puedo exigirle o pedirle que se haga cargo de mí, de alguien que lleva muchos años sufriendo a manos llenas y cada vez que dibuja su sonrisa -perenne, según el público- de oreja a oreja se esfuerza tanto como un levantador de pesas luchando contra su propio y humilde record de kilos levantados. Así que aquí estoy yo, actualizando mi diarioweb, porque también -al igual que Kafka o Silva- soy un artista de la fe (“no perdió la fe, ni siquiera cuando no había ninguna razón para mantenerla”).
Empiezo por cualquier punto, porque cualquier punto del hilo hace que se estremezca el ovillo.
Es ayer, pero aún hoy veo la cara del pequeño estafador (mi buena voluntad me invita a considerarle sólo torpe o necio) que en la tienda de Vodafone no es capaz de explicarme con claridad cuales son las condiciones para contratar un modem USB. La publicidad es, directamente, mentira. Anuncian que puedes probarlo 15 días sin compromiso..., pero el compromiso es la leche: debe firmarse un contrato que luego hay que anular, te cobran -si decides no quedarte con el modem- y lo hacen al precio máximo que autoriza la ley a Vodafone los minutos que hayas utilizado el modem en cuestión. El chico se llama Rubén, tiene veinticuatro años y cuando le indico que si a mí me cuesta entender el farragoso baile de ofertas, planes y puñetas ¿qué le sucederá a ese señor mayor -señalo a uno cualquiera que pasa por la calle Monte Igueldo- si entra en la tienda para informarse? La respuesta, aunque Rubén no me la da, es evidente: para no reconocerse imbécil el señor mayor, menos ilustrado (y no es que yo sea un sabio) probablemente firmará el contrato enmarcado en infinitas y enrevesadas líneas de letra pequeña. Supongo que por eso a las personas mayores les cuesta escapar del operador “dominante”, de los también tramposos subcontratados por Movistar, porque Telefónica no es buena ni honesta, pero es la más grande, la más conocida y la menos “peor”. Triste, tener que quedarse con lo menos “peor” porque nadie nos ofrece nada ni siquiera medianamente honesto o bueno. Pero a todos los clientes las grandes empresas les tratan igual. Hace una semana sufrí un albur asimilable con la antaño elegante compañía Iberia, y hoy mismo he tenido que hacer un acto de fe -pero soy un artista de fe- cuando en una gasolinera de Doctor Esquerdo, y porque una máquina funcionaba mal, me han obligado a cambiar de surtidor y a continuación el empleado, de nombre Antonio (se ha mosqueado porque le he llamado tronco, hay que joderse), ocho años en la estación de servicio, me ha dicho que las cantidades que he visto yo en los paneles de servicio externos y la información que aparecía en su ordenador diferían; y que “su” máquina no se equivocaba nunca, que no se había equivocado nunca en ocho años. Como si eso fuera posible, como si los humanos (que somos máquinas biológicas; hasta Antonio o Rubén son infinitamente más perfectos que el mejor ordenador que pueda encontrarse en el mercado) no nos equivocaremos. Las máquinas se equivocan todo el tiempo. Los humanos nos equivocamos todo el tiempo. No me he molestado en pedir facturas en las que no iba a creer, en hacer reclamaciones que jamás sirven para nada, ni siquiera le he regalado un libro de Sonríe Delgado como ayer sí hice con Rubén, a quien le puse la siguiente dedicatoria: “Para Rubén, un regalo claro y sin letra pequeña”. No creo que la lección de ética le sirviera para nada, pero sería feliz -y voy a intentarlo; de nuevo practicando el arte de la fe- si ese regalo sirviese para que cuando entre el siguiente señor o señora poco versado en el mundo de la telefonía móvil y la informática el empleado de Vodafone le informe con claridad, diciendo la simple verdad, que a lo mejor al señor o a la señora le parecen fenomenal (a mí me lo habrían parecido).

Isaac Rosa, Jorge Herralde... y la sonrisa de fondo de Molina Foix.Pero hay otro punto del ovillo del que me apetece tirar, no todo son tristezas. A Isaac Rosa, pasando por encima de Ana María Matute (¿es el hombre que llevaba sombrero antes que yo, el gran poeta Pere Gimferrer, tan poderoso como parece en el universo Planeta?), le otorgaron el premio Fundación Lara por su novela LA CIUDAD DEL MIEDO. A partir de la Ciudad -imaginaria- del Miedo crea Rosa otra ciudad -también imaginaria- la Ciudad de la Alegría. Estuvo bonito su discurso, y estuvo espléndida la organización de la cena en los jardines de El Retiro frente a la torre del mismo nombre, torre del Retiro. Se notaba la mano virtuosa y generosa de Ana Gavín. Conocí a MingoteMingote al lado de mi querido colega, a quien hasta he convertido en personaje -junto a Cortázar- en uno de mis cuentos: Jesús Marchamalo., hablé con el único escritor a quien nunca he visto sonreír, Guelbenzu (él también debe saber de sufrimiento), me senté entre dos flores, dos Begoñas, la editora de Bóveda y la jefe de prensa de Algaida, charlé con el siempre genial Jesús Marchamalo, felicité a la flamante ganadora del Azorín (estaba espléndida Lola Beccaria), me monté un vals verbal con Pérez-Azaustre (baila, con las palabras, como dios, cuesta mantenerse a la altura, pero me gusta pensar que quedamos en tablas), retraté a Antonio Gómez-Rufo, siempre el escritor mejor vestido en estos saraos, junto a Carmen, de prensa de Planeta y la inolvidable aunque algo invisible en los últimos tiempos Angeles Casso, Carmen (jefe de prensa de Planeta) y Antonio Gómez Rufo (el gentleman)Ángeles Caso. Me quedé boquiabierto ante lo guapa que estaba Gema, la novia de Miguel Ángel Matellanes, y no supe como reaccionar ante el corte de pelo/ cambio de look de Espido Freire, hablé largo y tendido sobre lo divino y lo humano con Francisco Prior, y aún más largo -pero no tendido, sino profundo y con un fraseado que estallaba bajo las baldosas del lujoso salón de El Retiro- con mi “escritor predilecto”, Jorge Herralde, a quien me permití reprochar que hubiese dicho en una entrevista concedida al Dominical de El Mundo que iba a dejar a Lali (allí estaba, fiel como siempre) la editorial, porque ahora los autores arribistas le darán la paliza a ella y contratarán a hechiceros africanos para que el gran Jorge no llegue a los 100 años Francisco Prior y Begoña, su secretaria, y también editora de Bóveda, un nuevo sello de Anaya.(lo llevan claro), y no se me olvidan ni Nacho Fernández, ni Domingo Villar, Carlota del Amo, Mijancos, Laura Merle, Pilar Lucas, Maurilio de Miguel, Fernando Marías (le estoy leyendo a fondo) u otros muchos amigos y conocidos que encontré en la velada deliciosa; tan deliciosa que decliné la invitación de mi editor (se me llena la pantalla de EDITOR al escribirlo) Miguel Ángel Matellanes de subir a un taxi para acabar libando burbons en el Cook. Y decliné la invitación porque al igual que Isaac Rosa me sentía en la ciudad de la Alegría, y preferí quedarme solo, él también lo hizo: le vi caminando Menéndez Pelayo abajo, para paladear los buenos momentos recién vividos, el placer de haber encontrado a lo mejor de la fauna del mundo literario español, y sentir -eso se lo debo a todos y a todos se lo agradezco- que formo parte de ese mundo, de que soy uno de ellos, uno de los animales “raros” del bosque farsario que crece febril, bajo el temor constante de ser podado, en torno a las aguas subterráneas y siempre vivas del mundo literario.

Guelbenzu, casi sonriendo para mi cámara. Se lo agradezco.Miguel Ángel Matellanes, fotografiándose con Marías en lugar de con su maravillosa chica.Lola Beccaria y Pérez-Azaustre

Domingo Villar y Javier Puebla, autores de La lista negra, el futuro de la serie noir española según Aléx Martín-Escribá y Javier Sánchez Zapatero.

(Mensaje para Walter Flores. Querido secretario, o apareces la semana que viene o te mando a trabajar con mi muy querida directora Paloma Reverte de Luis, jefa suprema de La Opinión de Murcia; para que te enteres de lo vale un peine; incluso si te estás quedando calvo).


Parece un escritor en éxtasis. Para que vean la pinta que tienen los writers en éxtasis. un borracho de bar de barrio resulta más simpático. WALTER FLORES DEL MAL anotation.

“Rara vez podías hacerle un favor sin que se te pasara por la cabeza estrangularla”
Alan Bennett (La dama de la furgoneta. “The lady of the van”, que en inglés suena mucho mejor)
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30 de marzo 009

Parece un zombi, alguien que se ha ido la perola, mi jefe el señor Puebla, Javier Puebla. Ni me pregunta que he hecho estas dos semanas de ausencia, si me va bien o mal (me va mal) con mi amada Clarisa, y si en la empresa donde trabajo como contable se tomaron a bien que me zampase dos semanas pretexto de baja (se lo han tomado fatal, expediente disciplinario, pero no creo que me echen de momento).
Pero vuelvo al jefe.
-Ah, hola Flores. Mira.
Y me enseña la novela. El novelón más gordo que un ordenador portátil tocho. El tercer Tigre.
El manuscrito, y lo llamo manuscrito con razón como se verá por lo que sigue, está lleno de tachones, frases añadidas y notas de todo tipo que a veces ocupan una página entera; y las hace nada menos que en cuatro colores.
-No he querido corregirlo directamente en el ordenador, porque a veces cambias cosas que no hay que cambiar, porque te dejas llevar por el estado de ánimo del momento. En cambio si tienes un texto fijo basta con poner OK original en la segunda, tercera o cuarta pasada. La clave está en encontrar un estado de ánimo intermedio, lo más objetivo posible.
Pues muy bien. La verdad es que no me emociona un pimiento. Se creerá que su trabajito de escritor es más complicado que hacer cuadrar las cuentas de una multinacional; narices. O más duro que recoger la basura que producen los animales urbanos. El problema es que no hace nada más. Se ha largado a su apartamento de la sierra, hoy ha bajado a dar una clase, y lo único que hace es balancearse en el cuelgue: un equilibrista colgado. ¿Qué quiere que escriba sobre eso? ¿Que tengo un jefe “enfermo de imaginación”? ¿Que trabajo para un tipo capaz de considerar más reales a sus personajes inexistentes que a sus vecinos o, incluso, su propia familia? Eso no le interesa a nadie; y si le interesa a alguien... es de preocupar. Porque resulta mucho más entretenido que cene con editores, agentes, periodistas, cineastas o lo que sea. La vida social es interesante, a todo el mundo le encanta cotillear y que se relacione con otros seres humanos le da color a este diarioweb; le he recordado lo de llamarlo semanarioweb, pero no me ha hecho ni caso.
En teoría acabará la semana que viene, se ha puesto una de esas fechas optimistas suyas para acabar el trabajito. Entonces, cruzo los dedos, volverá a la normalidad y se le quitará esa expresión de iluminado que, curiosamente, a las chicas les encanta; pero a los tíos nos espanta; o al menos a mí me espanta.
No voy a añadir nada más, porque no me hace ni caso. Ni siquiera me ha prestado atención cuando le he pedido que me recomendase alguno de los libros que tiene encima de la mesa.
-Alan Bennet, buenísimo. No está mal uno de los relatos de Irvine Welsh, el que da título al libro: SI TE GUSTÓ LA ESCUELA, TE ENCANTARÁ EL TRABAJO. Y esta noche empezaré con el nuevo de Kureishi. También tengo por aquí los premios Quiñones, pero aún no he tenido tiempo de verlos ya te diré la semana que viene.Ah, y los poemas de Javier Vázquez Losada me gustaron mucho, CASI SIN QUERER, si quieres te lo presto.
¡Poemas! Lo que me faltaba, aunque bien pensado a lo mejor hay alguno que pueda utilizar con Clarisa, a las chicas les encantan las poesías (¿o no?). Había pensado pedir auxilio en mi complicada labor de seducción a mi patrón, que al cabo casi me dobla en edad y algo de experiencia tendrá, digo yo. Pero pasa de mí como un borracho del agua.
-¿Pongo alguna ilustración?
-Llama a Fénix si quieres, por ahí anda el móvil, pero me da igual. Por una semana que no haya “santos” tampoco va a pasar nada.
-Por lo menos me habrá echado de menos, no señor Puebla.
-Sí, claro, Flores. Muchísimo.
-Mira, fíjate en estos cambios de aquí, los que están en la letra verde que son la corrección definitiva.
-Pero... si esa es la letra de Traum.
-Sí. ¿Y qué?
-Deja al calvo que meta mano en sus libros.
-Yo también la meto en los suyos.
Mal. Está mal. Habla de su antónimo como si fuese una persona real. Capaz cualquier día de empezar a la gente que yo, Walter Flores Delmal no existo, que soy un secretario imaginario ficticio o algo así. Como haga eso Clarisa no me deja volver a trabajar con él en la vida. Ah, Clarisa, ay las mujeres. ¿Cómo logra una simple fémina tener tamaño poder sobre mi pobre y humilde corazón? Miro a Javier Puebla, pero me ve. Está con el boli verde, tachando y escribiendo, avanzando y retrocediendo. Se ríe, se cabrea, apoya la mano en la frente, mira al techo... Qué desastre, Dios mío. Espero que si algún día tengo una hija no le de la chifladura de convertirse en escritora.


“Se acabó ser oveja. Yo soy el lobo”
SOSIEGO. Antilibro impublicable de Javier Puebla

13 de abril 2009

No he podido ni verle. Ha estado días y días metido en la “cueva”. Su mujer me dijo que ha sacado de su cabeza todo lo que no fuese la novela. Un día apareció por la Universidad de Alcalá y se marcó dos cortos en dos horas (la semana pasada había rodado tres en el mismo tiempo), vio a sus Tripulantes no sé donde ni como..., la verdad es que no sé nada de él. No tengo fotos, no tengo información, no sé nada de la novela... En cuanto me entere actualizo este diario web a toda galleta. Palabra.
(Walter Flores Delmal, algo mosqueado con eso de que su jefe ahora sea “el lobo”. Espero que no me pida a mí que me disfrace de “caperucita”)


Javier Puebla, tan ovjea como lobo, diga lo que diga, o escriba lo que escriba, en su absurdamente famoso antilibro: SOSIEGO.

“La mayoría de la gente no puede soportar que el dinero signifique tanto para ellos”
HANIF KUREISHI. Algo que contarte (su magnífico y último libro publicado por Anagrama. Lo recomiendo; tan bueno o mejor como El Buda de los suburbios, Intimidad o el guión de Mi hermosa lavandería).

20 de abril

Barril & Barral

Confieso que fui feliz en LA CUEVA. Encerrado con El Tigre. No sé si pasé 3 o 5 semanass y me da igual. Pensaba, cuando dejé mi cómoda carrera de funcionario, que eso sería escribir. Y también. Alguna vez también. Pero vivir de escribir es otro asunto. Y aunque, evidentemente, soy escritor -"a natural"- a veces dudo que merezca la pena tener que alejarme tanto del placer de escribir para poder vivir de hacerlo.Tras tres o cinco semanas en la “cueva” -no sé, juro que no sé, que no soy consciente del tiempo en la “cueva”- trabajando, placenteramente trabajando en una novela, el regreso a la gran ciudad, a la metrópoli, a Mad Madrid, me producía sentimientos encontrados. Tenía una fecha comprometida, un miércoles, para hablar de mi TIGRE MANJATAN en la Aventura del Saber, pero por lo demás no tenía intención de mezclarme demasiado con nadie, soñaba con seguir alargando una soledad juguetona y agradable. Pero el hombre propone su agenda... y su teléfono móvil dispone de ella. Un SMS. De Malcolm. Vaya, de Malcolm; Malcolm Otero Barral, a quien siempre hay que presentar como el nieto de Barral, pero que por sí mismo es un circo ambulante, diversión garantizada, ese halo de amor por lo lúdico y la diversión en estado puro y sin segundas intenciones que -al parecer- era normal en la época de su abuelo, Carlos El Mítico. “Mañana a las siete y media en la librería la Buena Vida (Vergara, 10, Madrid) presentamos la editorial Barrill & Barral. Te espero, Malcolm”.
Fue leer el mensaje y que me brillasen los ojos y sin darme cuenta estaba sonriendo y moviendo aprobadoramente la cabeza; con Malcolm, como ya he dicho más arriba, la diversión siempre está garantizada. Coincidía con la fecha de grabación del programa en TVE, pero ya me buscaría la vida. Me la busqué. E incluso intenté convencer a Ian GibsonFue interesantísima la conversación con el astuto sabio irlandés en el coche de TVE que nos llevaba de vuelta al corazón de la gran ciudad, donde él vive, y yo también. Un tipo muhy interesante., que venía conmigo en el coche del parque móvil de TVE, para que se apuntase al sarao. También a mi editor, a Miguel Ángel Matellanes, con quien cené la noche anterior (día de mi cumpleaños; mi editor mi mejor amigo, una suerte difícil de creer; lo que dure lo agradeceré y disfrutaré).
En la fiesta de Malcolm el ambiente era exactamente ese: ambiente de fiesta. Estuve hablando largo o corto, tendido o puntualmente, con Miguel Ángel Aguilar, David Trueba, que me presentó a su sobrino-nieto (vease la foto), con su hermano, el genial don Fernando Trueba (soy un admirador absuluto de su film EL SUEÑO DEL MONO LOCO), que acaba de terminar película, con la siempre deliciosa Vanesa Monfort y su chico, con Nicolás Casariego, que anda con un guión de cine, con Carlota del Amo y otros muchos amigos. Conocí a Barrill y fotografié a Altares, el director de Babelia, y le dejé mi dirección a MariPaz, la jefe de prensa de la editorial que ha arrancado con Joan Margarit y un inédito, o al menos muy poco conocido, libro de Rimbaud, y que al parecer va a apostar por autores franceses más o menos clásicos. Y supongo que en otro momento me habría quedado, feliz, con la encantadora pandilla de Malcolm en Mad Madrid hasta que la noche hubiese dejado de serlo. Pero tras tres o cinco semanas en la “cueva” tanta alegría y diversión era excesiva para mi espíritu humilde y frugal. Eso, y que no me había desmaquillado al salir de la tele, y todo el mundo me miraba raro, o me parecía que me miraba raro: “mira, el Puebla. Además del sombrerito ahora va maquillado a las fiestas como una puerta”. Y eso no era. Así que me largué, en busca de otras y más privadas aventuras que no voy a reseñar aquí. En cualquier caso larga vida a Barril&Barral. La mejor de las suertes. Amén.

Me gusta esa foto desenfocada, disparada desde la cintura. Carlota sonriendo y pura ella misma. La disparé antes de entrar en LA BUENA VIDA, donde se presentaba la editorial..Tampoco avisé de que disparaba, esta vez apuntando con un ojo cerrado, a David Trueba. A su lado su sobrino nieto en brazos de su padre.

Mari Paz, la jefe de prensa de Barril&Barral, y quien más se curraba la página. (Si se observa en las fotos todo el mundo sale en las fotos con una cerveza en la mano, excepto ella, que lleva los 2 libros de la editorial).Malcolm y uno de los cineasta del mundo que más admiro, independientemente de que hable español con tan poco acento como yo: Fernando Trueba.

Vanesa Monfort y su bonito pelo rubio, y su chico, Paco.......El ambiente de la librería LA BUENA VIDA. A la izquierda está Altares, que -me dijeron- dirige ese suplemento literario temido o amado, pero nunca indiferente, llamado Babelia. Aunque el protagonista de la imagen es mi querido Nicolás Casariego, con el jersey verde.

Barral&Barrill, o Barril&Barral, tanto monta, monta tanto. Los grandes protagonistas de la velada. Tuve que utilizar toda mi capacidad de persuasión para lograr esta imagen en la que "brindan" con sus cabezas. Éxito y suerte.


Si alguien sabe algo de Walter Flores Delmal que me lo haga saber, please, no contesta al móvil ni llama ni se le ve por sus bares habituales. ¿Habrá aceptado aquel trabajo que le había ofrecido el viejo jefe de la mafia de quien me habló para hacerle de ayudante y secretrario en la redacción de sus memorias? Sea cual sea su suerte, y con la esperanza de que al menos siga vivo, le deseo lo mejor. Cierro este diarioweb con una foto especial para mí. La hizo Gilberto Villamil, en la fiesta de Cambio16. A esa fiesta de Cambio fue con mi editor, Miguel Ángel Matellanes. Unos días después, el día de mi cumpleaños (día que nunca me ha interesado nada), cené con uno de mis mejores amigos, que también es Miguel Ángel Matellanes. Un abrazo, my editor. Y otro abrazo, my friend.

Matellanes y Puebla. Editor y autor. Colegas y amigos.

 

"La enfermedad es falta de inspiración"
HANIF KUREISHI. Algo que contarte (su magnífico y último libro publicado por Anagrama. Lo sigo recomendando; buenísimo; disfruto leyéndolo como en mis tiempos de adolescente. Más subrayable, o igual, que Piglia o Villoro).

27 de abril 2009

MI NOCHE DE LOS LIBROS

Resulta que era el día de los libros. En la mercadotecnia moderna hay un día para cada cosa. Quizá yo no esté enterado, pero seguro que hay un día “de las galletas saladas” y también un día de las galletas sosas. No hay día del alcohol, el sexo o las drogas, claro, porque esos días... son todos los días. Pero estábamos en que era el día de los libros, la noche de los libros: las librerías cerraban a medianoche y en mi favorita, Fuentetaja, hasta -cortesía e inteligencia de Carlos Sotos- se ofrecía vino y refrescos, amén de un concierto de jazz. ¿Y yo? ¿Y Javier Puebla? ¿Y Tigre Manjatan, mi última novela que en la Casa del Libro es enlace patrocinado pero no la encuentran, en el Corte Inglés está agotada -por su culpa- desde hace cuatro meses y en Crisol tardan una semana en conseguir un ejemplar a quien tiene la paciencia y buena voluntad de encargarlo? Esa misma mañana había salido el libro en la tele, en Dibujo de Luis Antonio Ruiz Casero, uno de mis pupilos de la Universidad de Alcalá. Gracias.la Aventura del saber (TVE2). Así que me puse en contacto con Jesús Ayuso, para ver si podía ir a firmar, a montar mi pequeño show, a Fuentetaja.
-Por supuesto, querido Javier Puebla.
Aparecí por el maravilloso local de Fuentetaja a media tarde. Tres tigres. Tres tristes tigres. Tan sólo tres ejemplares del alegre y rayado Tigre Manjatan. Me durarían lo que a un felino de tres metros un gorrión. Pero se me ocurrió una alternativa. Un juego. Lo que llamo EL JUEGO DE DELGADO. El juego de Delgado consiste en “cambiar” la novela con la que quedé finalista del Nadal por lo que quieran darme. Economía de trueque y sobre todo juego lúdico. Decidí que sólo lo haría si aparcaba, podía aparcar, en la puerta de Fuentetaja. La manzana, amarillísima, me la comí luego y en soledad. Me gusta como brilla "Eva" en la foto; a la serpiente no le habría importado ser Adán.Y, lo juro, en la puerta exactísima de Fuentetaja, aparqué a El Duro (mi viejo Volvo) a las 22,15 horas. A las 24 horas, cuando Alfonso Otero, el encargado y amigo personal, me dijo que ya estaba bien, que era hora de “plegar”, había firmado cuarenta y tres ejemplares de Sonríe Delgado, y a cambio tenía cosas maravillosas: un mapa de París, un kilo de café de calidad maravillosa, el pañuelo de una chica viajera, bolígrafos, mecheros, pintalabios.... y hasta una manzana. Sí, hasta una manzana que me comí junto a la escultura de Pío Baroja que preside la Cuesta de los libros, la de Claudio Moyano.
En suma: Algún día Madrid dedicará una estatua a Javier Puebla. Why not?que me lo pasé como un indio, conseguí que para al menos 43 personas LA NOCHE DE LOS LIBROS no fuese simple mercadotecnia sino magia, placer y -como escribe Gracián- “divina comunicabilidad”. Me felicitaron por mi iniciativa muchísimas personas. Y me apunto. Yo también me felicito a mí mismo. De eso se trataba cuando decidí dedicarme en cuerpo y alma a la literatura, a la creación. De jugar. Y me lo permití. Me lo permití porque ya he llegado adonde quería. Ya mañana me da igual. Puedo volver a ser funcionario y pedir un puesto de Agregado Comercial en el infierno o el cielo. Puedo trabajar como cineasta o profesor o editor o presentador de un programa de televisión o bajar a comprar cigarrillos y desaparecer para siempre jamás o Nunca-jamás, como Peter Pan. Estoy acabado y estoy sin empezar. Soy peligroso como una bomba y bailarín como una samba. No tengo nada, en suma; nada que perder.

Nota de Walter Flores Delmal:

El boss no me ha dejado escribir su diario esta semana, porque ya no le duele nada, dice que como han despedido o dejado sin su retribución a todos los colaboradores de los periódicos -huele a culo de periodista que apesta, de tanta bajada de pantalones de los columnistas patrios- él mismo puede encargarse de la redacción de su diarioweb. Yo también me he bajado los pantalones, claro. Me gustaba el curro, contar sus Ese señor de la foto es un genio, es mi tío Gabriel, y el único que se atrevió a jugar conmigo de igual a igual cuando escribí un cuento al día durante un año. Me convertí en EL CAZADOR DE CUENTOS, y él -que tío mi tío- se inventó a los GUARDACUENTOS.. Naturalmente titutlé un relato así: Los guardacuentos. Un lujo, tener alguien así de maravilloso en mi familia.aventuritas, y siempre había cosas que él no podía contar o no como yo. Por ejemplo, el mismo día al que se refiere don Puebla más arriba yo sé que estuvo firmando el contrato, generosísimo, para su próxima novela, La inutilidad de un beso. O que se encontró con la única persona que tiene una imaginación similar a la suya: Gabriel Taylor; podría ser genético, porque es su tío, primo hermano de su madre. Y que gracias a su tío Gabriel conoció a Imma, que parece será la “encuadernadora” de su vida (podría ser una novela la historia de las encuadernaciones de los diarios de Javier Puebla, que hasta la fecha ha sido protagonizado por un senegalés llamado Adama Diop que sólo encuadernaba coranes y los caprichos de mi jefe). Pero no voy a extenderme, porque acaban de llegar Fénix, Salgado y Traum. El último acaba de pegar un golpe con una botella de burbon Five Queens encima de la mesa donde estoy escribiendo. ¿Qué coño pasa? ¿Hay algo que celebrar? Y yo, como siempre, el humilde contable, el sufrido cronista que no sale ni de coña el primero en Google, soy el último en enterarse. Hay que joderse.
Ah, eso sí, cierro la entrada de esta semana con una foto que me hizo Fénix apadrinando a Tigre Manjatan. Reconocerán -se me está pegando la inmodestia del capullo de mi jefe- que estoy absolutamente genial.

Walter Flores Delmal, promocionando el libro de su jefe. A ver si le vende y le paga de una puta vez

“Quizá no haya nada mejor -más atractivo e interesante- que las malas compañías”
SOSIEGO, antilibro impublicable. By Javier Puebla Rabanal González-Briz Taylor.

4 de mayo

SIEMPRE BRILLANTE: JERÓNIMO TRISTANTE

Los ojos de Tristante. Parecen capaces de verlo todo, hasta la piel de la luna posándose sobre Los Infiernos de Murcia.

Jerónimo Tristante (Murciatown, 1969) se finge profesor de biología en un instituto, pero en realidad es un bicho extraño y en evolución permanente, mucho más interesante que cualquiera sobre los que diserta en sus clases ante los zangolotinos estudiantes de secundaria; es probable que a esos estudiantes -si les funciona la pelota de modo suficientemente regular- les interese mucho más su profe como escritor que como docente. El brillante señor Tristante realizó un astuto juego de muñeca -muñeca literaria- al inventarse hace unos años a Víctor Ros, un detective cuyas andanzas se desarrollaban en el Madrid del siglo XIX (un cruce entre Holmes (el farlopero), Marlowe (el poeta) y Espronceda (el delincuente)). Le salieron dos libros guapísimos, EL MISTERIO DE LA CASA ARANDA, que se vendió como “donas” (lease donuts si no se sabe inglés), y EL CASO DE LA VIUDA NEGRA. Víctor Ros, que a mí me encanta y cuyos libros, junto a EL CASO SALDAÑA de Pedro de Paz, son los que más compro para regalar porque si qué jamás fallan, volverá a la arena literaria en breve.
Pero mientras tanto Jerónimo le ha cogido gustito a eso de ser una writer-star, y por eso, o porque es un grafómano, o porque su jefe en Maeva se lo pidió de rodillas, o porque es generoso con sus lectores y no quiere crearles un síndrome de ansiedad, o... Me distraigo. Lo que toca decir o escribir ahora es que Tristante ha publicado una nueva novela: 1969.
-La flipas- oí decir a uno de sus numerosos seguidores en el bar donde aparecí cuando ya había terminado la presentación.
Pensará el lector que no fui a la presentación porque pasaba, o porque soy como mi TIGRE MANJATAN, un bebedor de los duros, de esos que sólo se sienten en casa en su “hogar, dulce ho bar” (por favor, ruego al corrector de estilo de turno que no me mande el clásico correo doctoral para pedirme que arregle la anterior frase, está escrita ex-professo de ese modo). Me estoy distrayendo. No sé que me pasa. ¿Estoy en la luna? Quizá estoy en la luna. Porque de eso va 1969, de la relación de Murcia y la luna. Murcia es igual que Nueva York, siempre lo he dicho, y ahora Tristante me replica y cuenta que no, que más allá, que Murcia es igual que la luna; o más exactamente: que Murcia es la luna. Y lo cuenta de una manera que le sale una novela que, ya lo dicen sus lectores habituales como he reseñado más arriba, “la flipas”.Jero y Pedro. Tristante y de Paz. Los futuros, futuro muy próximo, de nuestras listas de libros más vendidos.
Tristante, que es un estratega de recursos infinitos, me convocó de tres modos o maneras, a saber: su jefe de prensa, su presentador (y gran amigo mío) Pedro de Paz, y para rematar a través del único agente literario hispano con permiso para rockandrolear: el gran Eduardo Melón. Así que no podía fallar. Llegué tarde porque mientras termino de afilar mis cuchillos de matachín (aunque esa es otra historia) doy clases de literatura y cine para que mi vástago siga comiendo casi todos los días. Llegue tarde, pero llegué a tiempo. Al bar. Y lo pasé genial. Con Melón, de Paz y Tristante. Como lo pasará genial cualquiera que se lea la nueva novela del brillante diamante alucinante llamado Jerónimo, Jerónimo Tristante. 1969.

 

HACIENDO CINE EN ALCALÁ

Fotograma de RETRATO DE JENNIFER, del algún día mítico grupo SHAKASPEARE6Aunque lo mejor de esta semana no fue esa noche, la mencionada más arriba, en la que teóricamente me recogí a las cinco de la mañana, pero los testigos asegurarán que desaparecí a la una y treinta, sino el jueves, en mi clase de cine en Alcalá. Los Shakaspeare6 estuvieron brillantes, enamorantes, geniales y derrochando vida y creatividad (utilícense ambas palabras como sinónimos). Estaría bien que me llegase la energía y fuese capaz de subir al menos alguna de las dos peliculitas, raras, que filmamos en una hora y veintitrés minutos. Lo intentaré. Ah, y comí con mi querida Julia Barella que...



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-No, no y no. ¡!
-¡Flores!
-Sí, Flores. Soy Walter Flores Delmal, su secretario, el pobre imbécil al que jamás se digna Google a sacar en su primera página, y lo que ha escrito más arriba, patrón, no tiene ninguna gracia. Un tío en primera persona hablando de sí mismo, de lo bien que se lo pasa, de que sus alumnas son como musas o como mesas o como misas. Gaitas.
-Pero Flores..
-Pero Flores, ¡leches! Las flores en mayo, y... ¡por todos los bachibuzucks del averno! si ya estamos en mayo. Pues con más motivo, para que sea yo quien escriba, y usted, mi querido y anciano jefe, se preocupe de su rodilla.
-No pensaba contar lo de mi rodilla.
-Claro que no, siempre haciéndose el jovencito. Pero confiese que se le ha jodido una rodilla y debería estar en urgencias de traumatología...
-Narices de urgencias. He quedado con mi amigo Mister Wall para ver Lobezno y si tengo que ir a la pata coja iré a la pata coja.

Queridos lectores de este diarioweb: a Javier Puebla, gracias a que llevaba unos zapatos viejos de ocho años y con los talones extintos, le comenzó a molestar una rodillita el día de su clase en Alcalá. Y en lugar de irse a casa -el talento de los escritores- prolongó el paseo por la ciudad universitaria, se pegó otro de una hora en el Barrio de la Estrella Bizca, y encima nadó cincuenta largos. Por la noche, claro, no podía ni andar, ni tumbarse en la cama sin bizquear y ver a la vez las estrellas. Y todo porque el día anterior había estado dándole fuerte a la marcha, fuerte de verdad con su viejo amigo el peligroso e ingenioso Montxo Dixie, y salieron con la cartera de proyectos tan llena que si no estallaba el mundo -que naturalmente no estalló- lo normal era que a Puebla se le averiase alguna articulación y a Dixie le subiera el colesterol (como mínimo). Y no sigo porque he venido sin ser convocado, porque a mí Puebla no me ha invitado a ver Lobezno con su amigazo Mister Wall, y porque aquí no se cuenta nada de interés, en esta web, desde que el responsable no soy yo. Estoy por montarme un blog: El canto de Flores El Cuervo; iba a haber unos cuantos que se iban a enterar de lo que vale un kilo de gominolas.
Como dice mi patrón, siempre tan enrrolladillo: Feliz semana para todos los ociosos que no tienen otra cosa que hacer que perder el tiempo leyendo esta web, y “lo mejor de mi energía” (aunque contamine más que una central núclear).


Hasta más ver, señores. Hoy soy yo, Walter Flores Delmal quien se despide. A ver si el señor Puebla es capaz de convencerme para que vuelva (claro, que pueden animarle escribiéndole a su dirección de correos habitual, mándandole sicarios o sobornándole con tabletas de chocolate con el 97% de cacao; ustedes mismos).


(Ah, señor Puebla. Tampoco ha contado usted que Nacho Fernández, la cara visible del director de literaturas.com, más conocido como EL INCANSABLE SEÑOR FERNÁNDEZ ha abierto la puerta de atrás y se ha largado a Bruselas, Parlamento Europeo, a ganar pasta razonable con un esfuerzo razonable y Madrid pierde a su último agitador cultural en activo.)

Un videoclip entrevista genial que le hicieron a Puebla hace un tiempo, y Walter Flores ha rescatado del olvido.

 

“Lo malo no es que tú te canses de la gente. Lo malo es que la gente se canse de ti”.
SOSIEGO, antilibro de código libre que utiliza Javier Puebla para hacer su pequeña vida más llevadadera.

11 de mayo

El patrón está ahora mismo en Londres, en Kensington, nada menos. Aunque pretenda disimularlo aún le queda un ramalazo de cuando viajaba por el mundo con un pasaporte diplomático rojo -rojo de verdad- en el bolsillo. Se ha ido con su pequeña familia a pasar unos días a una de las ciudades que mejor conozco. Hace cinco años, cuando tenía la casa de un familiar disponible, se pasó allí más de un mes transmutado en León Salgado y cazando cuentos. Ya contará, supongo, cuando vuelva. O no. En cualquier caso le veo mejor, se va recuperando del vacío que viene a continuación de la euforia cuando se termina de escribir una novela. Sin duda en la recuperación juega un papel importante su curso de cine en Alcalá. Sus pupilos no podían ser más geniales, gente con más ganas y más brillo en la mirada (si alguien lo duda que entre en la página web correspondiente y vea RETRATO DE JENNIFER, firmado por Shakaspeare6). La semana se la ha pasado en casa, trabajando y gruñendo, a causa de una sobrecarga en una rodilla que le ha servido para que el traumatólogo le aconsejase unos días de reposo; nada peor para un hiperactivo que el reposo. Habrá hecho más de doscientas llamadas por teléfono, molestado al mundo entero con sus “ideas geniales” (“esa diarrea”), pero al menos ha montado la peli a la que me he referido más arriba. Y como me ha dejado la llave de su casa -también a Traum, Fénix, Ram Rendel, Salgado y Delgado- aquí estamos todos, trabajando como locos para que cuando el señor Puebla vuelva de su Londres “pijillo” se encuentre el ordenador rebosante de poemas, ilustraciones, películas y cuentos. ¿Qué se le va a hacer? Los seres imaginarios que vivimos en la cabeza de Don Puebla... somos así.

Londres no tenía Twin Towvers. Así a nadie se le ocurrió la alegre estupidez de tirarlas.

“Hago cuanto puedo para no ser nunca fuente de la tristeza ajena. Muchas veces fallo, por supuesto.”
SOSIEGO, antilibro de código abierto y escritura indescifrable.

18 de mayo

Regresa Javier Puebla de la ciudad de sus tatarabuelos, del viejo y laberíntico y siempre fascinante lugar llamado, en español, Londres. Fucking London, according to Traum. Regresa aún cojeando, pero ya no tanto como cuando dejó Mad Madrid. Sobrecarga en la rodilla, tendinitis, vejez prematura, artritis juvenil... elija el lector la enfermedad que quiera y aplíquesela a mi patrón, quien en realidad se parece más al enfermo imaginario al que interpreta el genial y perezoso Kike San Francisco en el teatro Fígaro (últimamente con doble apellido añadido: Adolfo Marsillach). Sé de que va porque Puebla tuvo la cortesía de invitarnos a Clarisa y a mí, doble cita de parejas ya que él iba con su chica y esposa, pues había conseguido cuatro entradas gracias a las malas artes de Frederic Traum (el maldito calvo, dos veces en un sólo párrafo), que cambió sus malvadas aventuras a un empresario interesante y despierto llamado Juan Luis de quien, probablemente, tendré ocasión de hablar largo y tendido en otra ocasión.
Porque ahora estamos regresando de London (no Jack, but the city of). Puebla, como es clásico en él, hizo cualquier cosa menos turismo. Cenó todas las noches de su semana inglesa en el Crowd and Sceptre de Holland Road, paseó hasta donde le dejó su rodilla imaginaria o realmente dolorida por el barrio y el parque más bonito y desconocido de la ciudad, el Holland, y se compró un sombrero.
-Nada de información sobre como ni cuando ni que tipo de sombrero. Estrictamente confidencial, ¿capito Walter?
-Capito, capitano.
Cerraron el aeropuerto cuando salió Puebla, nada más despegar su último avión. ¿Para que no volviese? Parece que no, que el motivo era una amenaza de terroristas islámicas con bombas volantes que se saldó con la detención de ocho muslisms; pero no me he enterado mucho, porque mi patrón me está pegando el vicio de no leer periódicos y ni siquiera veo la tele La primera peli de Shakaspeare6  en pantalla grande, ma non troppo.porque me han prestado HOW I MEET YOUR MOTHER y ando de lo más enganchado con la serie; Clarisa opina que es genial.
-Flores, man.
-¿Patrón?
-Cada día escribes de modo más confuso.
-¿Confuso? ¿Yo, confuso? La culpa es de las palabras, que tienen tendencia a desordenarse, no como los números, cada uno en su línea, en su columna, en su...
Los Shakaspeare6 looking at themselves, o mirándose a sí mismos, que "it is the same".-Corta el rollo y habla de los Shakaspeare6, que aún te quedan muchas cosas por hacer esta tarde.
¿Y qué cuento? ¿Qué las clases en Alcalá se pasan entre risas, sonrisas y aplausos? ¿Que ya han rodado media docena de cortos raros y un par menos raros? ¿Que Ram Rendel opina que a partir del material que se está grabando podría hacerse un largo? ¿Que el curso de verano CON LO QUE HAY ya está convocado? ¿Qué van a acabar odiando a Puebla todos los cineastas patrios si se empeña en demostrar que una peli la hace cualquiera y a coste cero? No cuento nada, que lo cuente él si le da la gana. Y no pienso plancharle las camisas, se ponga como se ponga. Hasta ahí podíamos llegar. Punto final hasta el lunes que viene. Quien quiera saber más que haga cábalas a partir de las fotos, si le da la gana).

Shakaspeare6, ¿una amenaza para la patética industrial audiovisual que vampiriza Europa en generla y Spain en particular?

(Walter Flores Delmal, que se declara en rebeldía hasta el próximo lunes, y mientras tanto se permite desear feliz semana a sus pacientes -e inteligentes- lectores, porque como ha señalado el patrón más arriba me estoy volviendo “confuso” y para leerme ya no basta un coeficiente de ochenta; pero paso de todo porque a mi Clarisa le gusta así).

Los Shakaspeare6 flipando consigo mismos una vez más. Deslumbrantes mis pupilos de la Universidad de Alcalá.

 

“Ah, como nos gusta regresar al infierno”
JESÚS FERRERO, El beso de la sirena negra.

25 mayo 009

LA DESARICIÓN DE WALTER FLORES
(incluye LA APARICIÓN DEL CHACAL y DÁNDOLE DURO AL CHAMPÁN)


Flores, Walter Flores, Walter Flores Delmal, está missing. Desaparecido en combate, o en una juerga, por completo. Lo último que supe de él fue a través del móvil, vía SMS
-Stoy kn EL CHACAL.
-kN EL CHACAL. hABLANDO DE USTED.
-k s AÑO CAZADOR stá comprometido.
-Stamos n Cock. kme, boss, kme.

José María Plaza, siempre bien acompañado. Al fondo Casariego, Martin.Al cuarto mensaje me puse el panamá que me regaló la principessa S. en Roma y salté a un taxi en dirección al Cock Bar. Al taxista no le gustó que no llevase pasta, pero tuvo que conformarse con un libro dedicado y mi promesa de que en la feria del libro le invitaría a un “María Sangriento”. Seguían llegando los sms de Flores, Flores Delmal, Walter. Walter Flores. El muy capullo.
Cuando entré en el Cock salía Cesar Antonio Molina (a punto estuve de gritar: no me mires así, ¡que no soy González Sinde!). Pero ya gritaba todo el mundo. O al menos hablaban muy alto. A voz en cuello, como escribiría un literato con pretensiones. Caramba, si estaba todo cristo: hasta mi agente, Eduardo Melón, mi superagente con permiso para rockandrollear.Edy Melón.
-Has venido, qué genial. Te mandé un correo, pero no respondiste. Pensé que estaría bien que conociese a la gente de Duomo.
-Claro, yo no fallo nunca. Pero quería darte una sorpresa.
Ah, que fácil y delicioso es mentir. El correo de Eduardo no lo vi hasta tres días después. Pero a quien no vi por ninguna parte fue a Flores. Ni a Flores, ni al Chacal.
-¿Has visto a El Chacal?
-Sí, hace un momento. Debe de andar por aquí.
-Por allí estaba Julián León, Clara Sánchez, Lorenzo Silva, Martín Casariego, Pablo Álvarez, Rodriguez Rivero, Marcos Giralt (al final hablaba con una especie de diosa de pelo blanco y nalgatorio antigravitatorio), José María Plaza, Gisele, Aurelio Major, Carlota del Amo y hasta Morato (vease la tierna foto THE Rayban BROTHERS), pero del agente literario más famoso del mundo, Julian León and wife.Andrew Wyllie, más conocido como EL CHACAL, el hombre que consiguió a Martin Amis el primer contrato millonario de su vida, que le permitió arreglarse los piños y logró enemistarle por los siglos de los siglos con Julian Barnes, el Chacal, que había arremetido contra Kerrigan, Antonia, en la prensa española, El Chacal, que formó parte de la Factory de Warhol. El Chacal que... ¿me había robado a Flores? Porque ¿dónde estaba mi secretario? ¿Y si Wyllie prepara alguna de sus jugadas? No es por ponerme paranoico pero seguro que Flores tiene copia de mis obras completas, de mis nueve novelas inéditas, los 365 relatos de EL AÑO DEL CAZADOR, y hasta conoce como desarrollé mi tratamiento de ese invento que he llamado ANTÓNIMO. Pablo Álvarez y Clara Sánchez, haciendo teatro para mí (they know what I am saying)Quizá hasta tenga fotocopias de mis diarios manuscritos.
-Necesitas beber algo, Puebla, se te está poniendo cara de Indy Jones entrando en el Templo Maldito.
-Tienes razón, Melón. Necesito beber algo. Champán, por favor, mucho champán. Celebremos que nace una nueva editorial. Brindemos por los libros, por la salud del hígado del grupo Duomo. Largos años.
-Por Duomo.
-Por Duomo.
Chin chín. Sí, por Duomo. Pero hace ya ocho días que no sé absolutamente nada del malvado Walter Flores. Cuando lo encuentre tendrá que oírme. Si está vivo, claro. Si está vivo... Mi pobre y querido Flores. ¿Y quien me va a escribir hoy el diario? Bueno, pego la última columnita que he mandado a la prensa, y listo.

Sergio, and su chica.Rodríguez Rivero con una rubia comiéndole la oreja (espero que no literalmente, sólo literariamente, en todo caso)

Martin CasariegoGisele, una luz distinta en la fiesta

KUREISHI Y FERRERO

Acabo de terminar de leer ALGO QUE CONTARTE de Hanif Kureishi, el escritor inglés de origen pakistaní que jamás se librará del estigma de su origen pakistaní, por muy británico que sea en su prosa y costumbres. El libro me ha durado más de lo habitual, en parte por su longitud, 500 páginas de letra suficiente pero no grande, y en parte porque andaba disperso, perdido en un cruce de caminos esperando a que se me apareciese el diablo, como al jazzman Robert Johnson, e intuí que en la última novela del muy interesante escritor del English Dream Team podría encontrarme al diablo. Al diablo le gusta la literatura y a la literatura le gusta el diablo. La novela del autor de EL BUDA DE LOS SUBURBIOS o INTIMIDAD, entre otras, y director de la mítica película LONDON KILLS ME es una gran obra, y aunque como en todas las grandes obras al final se transluce el agotamiento de su autor antes de llegar a ese agotamiento proporciona al lector infinidad de historias, pasajes subrayables que le hacen pensar... y el aliento del diablo: la ex-exposa del narrador dejándose poseer por hombres sin nombre en un club de intercambio, las drogas, los robos, la estafa como forma de vida, el peso de los espectros de las personas a las que ha matado (o por cuya muerte se siente culpable).
Pero fue terminar de leer a Herralde –utilizando en esta ocasión la voz de Kureishi- y abrir a Ferrero, que me esperaba puro y oscuro en el centro de la mesa de cristal del salón. Una novela negra o eso decía la contraportada. EL BESO DE LA SIRENA NEGRA. Y ahí sí que estaba el diablo. Y ahí sí que había gran literatura, y a la vez una ironía no exenta de tristeza; las cosas –esto es mío y no de Jesús Ferrero- que nos obligan a hacer los editores españoles so pretexto de mercado- en lugar de apoyarnos para que escribamos lo que nos de la real gana; y quizá tengan razón. Quizá a los escritores anglosajones se les eduque para que en ningún momento olviden que tienen que vivir del mercado, mientras que a los españoles se les educa para que no olviden en ningún momento que tienen que vivir de los bolos, de columnas mal pagadas, de hacer “toreo de salón”, como le llamaba Cela, y no protestar demasiado. Pero Ferrero, Jesús Ferrero, hace lo que da la gana, lo hace a estas alturas, no cuando estaba encadenado a Planeta, en cualquier género literario en el que se embarque por decisión propia o indicación ajena. Y así EL BESO DE LA SIRENA NEGRA tiene una perla incrustada, el diario de Alize, que es absolutamente genial. El resto del libro, publicado con el mimo que caracteriza a Siruela que está recuperando la obra completa del autor, se lee como agua, o como buen vino, y se lee de un tirón. El Escorial, San Lorenzo o Parquelagos están descritos, y son usados con la misma eficacia que el Londres siempre exótico de Kureishi. Un día me duró el libro. Y esta noche abriré el ensayo sobre LAS FUERZAS DEL DESEO con el que ha ganado el premio Anagrama. Buscaba al diablo y ya lo he encontrado. Casi me cuesta entender como pude perderlo, teniendo en cuenta que el diablo, mi diablo, soy yo.

Puebla&Morato, The Rayban Brothers (al menos por un día)

 

“A veces tienes que ser un cobarde, ¿o no? No tiene ningún sentido ser valiente si lo que va a pasar es que te destruyan."
NICK HORNBY. Todo por una chica. Anagrama (título original: Slam)


1 de junio
Ah, que perezoso es el verano..., y Flores sin aparecer. Aunque me mandó un sms para que nos encontrásemos en la fiesta de El Mundo, la primera de la Fiera del libro. Bueno, allá voy.

FIN DE CURSO CON LOS SHAKASPEARE6

Jacinto, Christian, Daniel, Ram, Jennifer, Laura, Sergio y Luis (de cuclillas). Shakaspeare6 al incompleto.A los hombres sentimentales siempre nos afectan las despedidas. Para bien o para mal siempre nos afectan; aunque en esta ocasión me gustaría pensar -pero ¿quien sabe?- que no era una despedida de mis alumnos, sino sólo un hasta luego.
Las últimas dos horas del curso nos alcanzaron para terminar de rodar un corto y para ver otros dos. Y luego... cervecitas. O eso pensaba yo, simplemente unas cervecitas y espero veros a todos, o al menos a algunos, en el taller intensivo de verano CON LO QUE HAY (para saber más meterse en la web de la universidad de Alcalá, por si alguien quiere apuntarse). Y estábamos con los de las cervecitas, los futuros proyectos y demás, cuando mis pupilos se descolgaron con dos regalos inesperados, y piropos aún más inesperados, que casi me hacen llorar (ya he confesado al principio que soy un hombre sentimental). Unos tirantes, fantásticos, con el nombre del grupo de creación cinematográfico primorosamente bordado en uno de ellos: SHAKASPEARE6 (con a después de la K, por favor), y una gorra negra con el mismo nombre, también bordado, y bajo el mismo una claqueta.
Cuando hace ocho meses me propuso Julia Barella hacerme cargo de un curso de guión ni me imaginaba en que iba a desembocar al aventura. Cierto que al primer grupo, los DANTE7, ya los lié para que rodasen sus propias películas (porque para explicar como se escribe un guión no hacen faltan más de diez minutos), y que en un principio al comenzar el segundo cuatrimestre y cambiar, y aumentar, el número de caras, pensé seguir igual. Que escribiesen los guiones en clase, guiones que se pudiesen rodar con facilidad, incluso montar en cámara. Pero... el pescador propone y el mar dispone. Los DANTE7 tenían cámaras de video sobrevolándoles como ángeles custodios, mientras que los SHAKASPEARE6 carecían de protección divina. Así que desenfundé mi propia cámara y me convertí en el operador de sus cortos, de algunos de sus cortos, y ya de paso comencé a rodar los míos, y mientras avanzaba en el rodaje advertí que sin haberlo pretendido estaba acumulando material para montar lo que podría ser incluso un largometraje; un largometraje “raro”, desde luego (siempre he tenido unas relaciones difíciles con la llamada normalidad en todos los aspectos de la vida). De momento creo que nunca me lo había pasado tan bien dando clase, y más que el profe me sentía otro más, un cómplice de mis supuestos pupilos, un miembro con algunos privilegios especiales de los SHAKASPEARE6 (en la foto no está muy claro si quien sale soy yo o el mismísimo Ram Rendel cuando era jovencito y tan inexperto como sigo siéndolo yo ahora).
Resumiendo, que me lo he pasado “de cine” haciendo cine, y que hasta llegamos a tener un lema de trabajo: A LOS SHAKASPEARE6 LO QUE MÁS LE GUSTA ES APLAUDIRSE A SÍ MISMOS. Y es cierto, nos pasábamos las clases de un lado para otro -preferencia por la tranquilidad de los servicios- en el bello edificio del sigloXVII que alberga la Facultad de Filología, y aplaudiéndonos a nosotros mismos al menor pretexto (con razón: eramos, somos, buenísimos).
Espero volver a encontrármelos, acabar las películas que han quedado incompletas, y quizá hasta montar el largo para el que tendré material de sobra después del intensivo de verano: 30 de junio y 1 y 2 de julio.
Nada más. Otro aplauso para los Shakaspeare6, los creadores que por encima de todo adoraban aplaudirse a sí mismos.

 

PRIMEROS RUGIDOS DE LA FIERAEl lado oscuro de Nacho Fernández... guardia alta que puede suceder cualquier cosa en literaturas.com
Es domingo por la tarde y ni siquiera he pasado todavía a ver las casetas del Paseo de Coches del Parque del Retiro. El próximo lunes 8 de junio, a la una de mediodía, se presenta una nueva editorial, Bóveda, y he prometido pasar por la carpa Martín Gaite para mojar el invento en compañía de sus promotores: viejos y buenos amigos, que ya han logrado un éxito de ventas, incluso antes de nacer oficialmente. En concreto van por la cuarta edición de LA CONSPIRACIÓN DEL VATICANO, que firma Kai Meyer y que podría convertirse -si el viento sopla a favor- en el Código Da Vinci de este verano (wait and see).
Pero aunque no he pasado por la Fiera del Libro sí que me personé en la primera fiesta adscrita a la misma, la de El Mundo, y lo hice acompañado por mi fiel e El de la derecha es Fernando Marías, los otros dos... no apunté los nombres. Sorry.insobornable agente, el líder de los Waldorf Hysteria (o Waldorf Histeria), el emblemático, peleón (en el buen sentido de la palabra) y fiestero (en todos los sentidos de la palabra) Eduardo Melón, Edy Melón, para mi secretario Walter Flores...
Fátima y su amiga del alma
Walter Flores, no sé porque me digo sioquiera hablar sobre él. Me había mandado un sms después de pasarse una semana haciéndose el missing o el muerto o el interesante, diciendo que estaría en la fiesta de El Jardín de las Letras (así se llamaba oficialmente el sarao organizado por la Esfera de los Libros y el diario El Mundo). Pero no le vi; aunque sé que estuvo porque Jesús Ferrero, Iñigo Ramírez de Haro, Fátima (de Acer), Helena Cosano, Balbina Prior, Cuqui Literaturaspuntocom y otros muchos, me dijeron que sí, que creían que sí, que Balbina Prior, una chica encantadora...., acompañado de un escritor brillante, Aparicio Belmontele habían visto al principio, pero al parecer el muy miserable, el muy rata trepadora, se las agenció para colarse en la zona VIP, y a mí me dejó en la zona BOB, y ya no volvió a mandarme ni un mensajito.
Estuvo bien la fiesta, con más chicas guapas que en un concurso de misses, priva y zampa de excelente calidad a discreción, y a eso de las 2 de la noche casi acabo en el Susan, el segundo bar literario de la calle de la Reina, pero al final la sensatez de mi agente me rescató de castigarme moviendo la mojada y el esqueleto hasta el amanecer.
Al día siguiente se celebraba el segundo Big Party relacionado con la Fiera, la ya tradicional fiesta de Mondadori. Y sería en el Florida Park, Imperdonable que no me acuerde del nombre de la maravillosa chica de la foto, con el agravante que creo recordar que era editora... Pero ya lo averiguaré, ya lo averiguarécon Ken Follet tocando la zambomba, o quizá algún otro instrumento, y acompañado de su grupo de rock. Pensaba ir, pero al final no... Dos fiestas seguidas no tienen gracia. Y además se me había quedado un regusto a almendras amargas al enterarme, por la mismísima Ana Gavín, que este año Planeta no haría su tradicional celebración de fin de Feria en el palacete de Recoletos porque “había puente -el del corpus- y faltaría demasiada gente”. No pude evitar recordar que Flores, Walter Flores, me había contado que en Frankfurt siempre celebraba Planeta una fiesta hasta que un año hubo una razón para no celebrarla..., y ya nunca más se celebró. Ojalá no suceda lo mismo, porque era la más divertida, y la única en la que los VIPS se mezclaban con los BOBS al calor del champán, la cervecita, el whisky y el ron. Pero bueno, si no se vuelve a celebrar, simplemente: adiós. Pidan lo que quieran, esto no es cualquier bar, es K.O.ticaMás se perdió en Nueva York cuando los Alkaeda Boys decidieron que para derribar edificios un misil podía ser sustituido por un avión.
De cualquier modo en la Fiera estaré, en la Feria del libro estaré, en la caseta de Anaya concretamente, el sábado 6 de junio de 7 a 9 de la tarde. Y quizá algún otro día en la caseta de Fuentetaja, pero eso está sin confirmar, y como además estoy preparando un sarao en el Real Club Canoe para el 15 de junio a las 8 de la tarde, en el que junto a mi amado y presunto best-seller TIGRE MANJATAN presentaré también el nuevo libro de mi pequeña editorial Haz Milagros, firmado por Victoria Sánchez Ayllón y titulado K.O.tica. Quien quiera pasarse por la calle del Pez Volador 30 el día y la hora señalados..., será bien recibido (con champán, por supuesto).
Hasta la semana que viene (si no estoy en la cárcel por haberle dado un puñetazo en la nariz a Walter Flores Delmal, que es lo primero que pienso hacer si por fin lo encuentro).
Javier Puebla (trabajando y no le pagan, trabajando sí..., como dice la canción).


“Más humanos que los humanos”
(Lema de la Tyrrel Corporation, en el film de Ridley Scott, BLADE RUNNER, basada en ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas” de Philip K. Dick.

Pavos...., reales y virtuales. Abundaban la semana pasada en el parque de El Retiro.

8 de junio

UN TIGRE EN LA JAULA 162 DE LA CASA DE FIERAS

Las chica que cobraban los libros, Sara y Mar, en la caseta de Anaya, y que tendrían poco más de veinte años ni siquiera habían oído hablar que a pocos metros de donde nos encontrábamos enjaulados los animales del mundo literario había antes un zoológico, la llamada Casa de Fieras, y mucho menos que hace más de un siglo se celebraban en el foso de los monos peleas entre osos y tigres para diversión y solaz de la realeza. La cosa se ha amariconado mucho, pero los tigres siguen sirviendo de solaz y diversión, ahora para el pueblo soberano (soberano por los cojones).
PIDO PERDÓN, HE UTILIZADO DOS EXPRESIONES MUY INADECUADAS, AMARICONADO, FEÍSIMA, Y COJONES. PERO ME TEMO QUE AÚN UTILIZARÉ ALGUNA MAS EN MI DIARIOWEB SEMANAL PORQUE ESTOY DE “ESE HUMOR”. SÍ, PRECISAMENTE, DE ESE HUMOR.
En cualquier caso a mi Tigre, a Tigre Manjatan, le trataron muy bien los lectores, el público al que le han contado que no se queje de la crisis porque aún puede ponerse peor la cosa y acabar todos estornudando como cerdos (crisis porcina, que noticia tan divina); a mi Tigre, como decía, el animal en extinción que protejo con todas mis fuerzas mínimas, le vinieron a ver desde tiernos bebés de tres meses hasta viejos (otra expresión incorrecta) de cincuenta, sesenta o setenta tacos. Y se lo llevaron a casa, a alimentarlo con biberón y dejarle un rinconcito en los anaqueles de sus atestadas o despejadas librerías. 34 Tigres pudieron salir de la jaula 162 de la Fiera del Libro gracias a la generosidad de mis lectores; gracias, de verdad, gracias, porque los libros ahora nacen con una fecha de caducidad estampada en el culo, como los yogures, y si en siete meses no se ha agotado la edición es imposible convencer a los comerciales de ningún grupo editorial que los saquen de nuevo a tomar el aire, pues su destino, como productos caducados, es la catacumba, el almacén gigantesco del que sólo pueden salir para ser saldados o destruidos. Manda huevos (ya avisaba que estaba de ese humor). Me paso 14 años currándome una novela, catorce (en letra o en número), y me cuentan que a los 7 meses caduca. Venga ya, lo llevan claro, yo no tengo la culpa que seudoescritores escriban, perpetren más bien, novelas históricas o histéricas con la misma pasión que se escriben los cortos de un periódico que servirá al cabo de un día para evitar que gotee el fondo de la bolsa de basura. Así que aquí estoy, luchando como un tigre, o al menos como un mono (y hasta estoy dispuesto a hacerme pasar por Tarzán para evitar que las ruedas de la antiliteratura y pro el negociete ramplón entierren a Tigre Manjatan). De eso nada. Ya tengo ante mí las galeras de la segunda entrega de la trilogía protagonizada por Arturo Briz, alias Tigre Manjatan, que se titulará LA INUTILIDAD DE UN BESO; la inutilidad es un valor en alza en nuestro siglo (voy a reprimirme y no escribir aquí doscientos veinticinco nombres que me vienen a la cabeza sin esforzarme lo más mínimo).
Naturalmente yo me lo pasé muy bien, La foto no tiene nada que ver con el texto, pero me encantaba..., y la he puesto. O quizá sí que tenga que ver mucho con el texto. Dependerá de la imaginación del lector inteligente.hice mi show, regalé mis cuentos en tarjeta de visita, me vinieron a ver montones de buenos y viejos y nuevos amigos, y como postre de la jornada acabé cenando con Lorenzo Silva, Noemí, Marta Sanz, Lola y Chema en un restaurante superglamouroso de la calle Narváez, glamuroso en todo menos en el nombre: Rafa, y pillando un puntito delicioso gracias al vino que eligió mister Silva, quien se destapó como un catador experto (a mí no me pregunten, escríbanle a él si quieren saber la marca del caldo que tan placenteramente libamos).
Aún podría ser que estuviera el miércoles en la jaula de Fuentetaja, pero la cosa no está muy clara, y lo cierto es que tampoco tengo mayor interés. Estoy de “ese humor” en el que todo me importa un carape y capaz soy de cambiar de actividad y dedicarme a la política donde hasta los productos de peor calidad aguantan años y años cambiando de ministerio, dirección general o lo que toque.
Eso sí, el próximo lunes 15 me emplearé a fondo, porque me presenta Victoria Sánchez Ayllón en el Real Club Canoe, y yo la presento a ella. Nosotros nos lo guisamos y nosotros nos lo comemos, pero a todos invitamos, porque tenemos dos libros excelentes, el superviviente TIGRE MANJATAN y la neonata K.O.tica, creado en el marco de mi taller literario y publicado por HAZ MILAGROS ediciones. Será a las ocho de la tarde, el lunes 15 de junio, y habrá champán para todos, y también un show inolvidable: eso he pedido que pusieran en las invitaciones y me han hecho caso; morro no me ha faltado nunca y audacia mucho menos, el espectáculo será inolvidable, o al menos único, ya que siempre improviso y en el Canoe, donde voy a nadar todos los días, no va a ser menos.

Y el día 28 presento a Vampi Baliño y su LUA CHEA en Libertad8. Y también habrá Tigres a mi alrededor. Como ya he dicho: me la pela que el libro haya salido con una fecha de caducidad estampada en el culo, Tigre Manjatan está aquí para quedarse y mientras a mí me quede energía y vida aquí seguirá: porque es mi voluntad y la del pueblo de Roma, que diría Calígula, ese chico encantador que tantas obras literarias de la posteridad ha inspirado.

Y antes de comenzar a rascarme el ombligo a dos manos impartiré un curso intensivo de verano, CON LO QUE HAY, en la Universidad de Alcalá, en donde enseñaré, demostraré, que se pueden rodar pelis con presupuesto cero y experiencia cero: es cuestión de echarle valor y lanzarse al ruedo. Para apuntarse o informarse entrar en la página de la Universidad de Alcalá o buscarse la vida. Punto.

Nada más. Gracias a los hombres (y mujeres) (y transexuales) de corazón puro y espíritu limpio, gracias a todos a los que me ayudan a mantener vivo a Tigre Manjatan. La segunda novela, que estoy revisando, les encantará. Y la tercera..., la tercera es tan buena, desde mi miope y siempre optimista punto de vista, que casi no me importa publicarla, y me quedé tan “descansao” al terminar de escribirla que hasta pensé, como ya he insinuado más arriba, abandonar la profesión. ¿Quién sabe? Guardia alta. Francis Bacon empezó a pintar a los 50 años. Como no me aten corto en un descuido me monto un partido político, o me infiltro en uno cualquiera (todos son iguales), y acabo de presidente del gobierno. Ah, que felices -puedo prometer y prometo- serían conmigo los osos, monos y tigres; sueltos por la antigua Casa de Fieras devorando bípedos peseteros y cerdos. Con los pavos reales... no seré yo quien ose meterse.

Pavo real londinense, by Fénix, mayo 009. Holland Park.

 

“Hay que encontrar algún vicio que le salve a uno la vida”
IGNACIO DEL VALLE, El arte de matar dragones

15 de junio 009

PRESENTACIONES

Me paso la fucking semana gastando zapatos y acudiendo a presentaciones en la Casa de Fieras de la Literatura Patria. Bueno, exagero. Me habría quedado sin suelas si hubiese asistido a todos los eventos que se celebraban en el Paseo de Coches del Parque del Retiro, pero como ya me hago mayor (me encanta eso de “hacerme mayor”) y he aprendido a cuidar sólo a quien me cuida y no al primero que se cruce en mi camino, asisto a tres. Exactamente a tres presentaciones. A saber:
Begoña, Kai Meyer, Idont Know, Matellanes. Presentación Editorial Boveda Lunes por la mañana. A la una. Se presenta nada menos que una editorial: Bóveda. Acudo porque Begoña Minguito, la jefe de prensa del nuevo sello, insiste tantas veces, y con tanto afecto, que es imposible -poco educado y caballeroso- decirle que no. Y aunque la línea de la editorial, el “enigma histórico”, no es en principio el santo al que suelo rezar mis oraciones lo cierto es que resulta interesante conocer al autor de Kai Meyer, autor d ela Conspiración del Vaticano. Encantado de estar en Mad Madrid.LA CONSPIRACIÓN DEL VATICANO, un tipo con el pelo al cero, una mosca-perilla similar a la mía y piercings varios en el careto. Es alemán, se llama Kai Meyer, y de momento es la estrella de la Editorial Bóveda: cuatro ediciones sin ninguna publicidad en los medios (aunque seguro que con un decidido apoyo de los comerciales; los comerciales de las editoriales..., se merecen una novela, los estoy investigando a fondo). La novela de Meyer arranca donde termina El talento de Ripley, de Higsmith, en dirección al aeropuerto Leonardo Da Vinci, y tiene buen aspecto. Los otros títulos de la editorial aún no los he visto, pero seguro -soy hombre de fe- que la jefe de prensa me los enviará antes o después.

A la segunda presentación me guía o conduce el afecto. Paco Balbuena. Francisco Balbuena. Javier Vázquez and Paco Balbuena. Amigos y multipremiados. Un punto.Ganador del Premio de novela Río Manzanares con EL JARDÍN DE AJENJO, una novela de amor, aventuras y literatura trufada de cine: Orson Welles es uno de los protagonistas. Apenas puedo hablar con mi querido Balbuena porque firma y firma sin libros sin parar y a mí me espera en casa el niño para que le cuenta su cuento nocturno diario. Pero llego a darle un abrazo, a él y a Javier Vázquez Losada, que también ha ganado otro premio; de poesía, el Blas de Otero, y que a fecha de hoy se ha convertido en mi libro de mesilla.

Última y tercera presentación: CUENTOS DE AMIGAS. El maestro Von Karajan, Jorge Herralde traducido al mundo de la edición, presenta una antología realizada y prologada por Laura Freixas, que está en la mesa acompañada por Juana Salabert y Paloma Díaz Más; el cierre del acto, brillantísimo porque consiguió que cuando regresé a casa lo primero que hice fue abrir el libro y comenzar a leerlo, corrió a cargo de Paloma Díaz-Mas, Jorge Herralde, Laura Freixas, Juana Salabert, Fernando Rodriguez Lafuente. CUENTOS DE AMIGOS, también para amigos.Fernando Rodríguez Lafuente. Entre los asistentas Lali Gubern y María Tena, me encantó verlas a las dos (es un peligro lo guapa que se ponen las chicas cuando empieza el verano, pero en fin..., habrá que recordar que ya voy cumpliendo años -y aunque como escritor la cincuentena es casi la niñez, como me recordó Jorge Herralde (que publica libro con título “optimista” en Fondo de Cultura)- para otras cosas, como intentar robarle una sonrisa a una mujer, ya empiezan a ser “tacos”. Menos mal que, como gusta repetirme a mi agente, Melón Vallat, soy un zalamero. Joder, acabo de mirar la palabra en el diccionario de la Real Academia y define zalamería como demostración de cariño afectada y empalagosa. Pero como me gusta ser zalamero tendré que currármelo para que la RAE le de un segundo significado al adjetivo; aquel que es capaz de seducir utilizando antes que su físico la amabilidad y la palabra. Para aplicarse a mi caso, espero, sería mucho más correcto.
Y el lunes 15 estuve junto a Victoria Sánchez Ayllón, mi alumna y autora, Ediciones Haz Milagros, en el Canoe, hablando de su libro K.O.tica; mientras que ella hizo lo propio del mío: TIGRE MANJATAN, al que pienso mantener vivo hasta que se le pongan al gran felino blancas -no sé si las rayas pero sí- las cerdas del bigote. 76 libros vendidos y un ambiente formidable. La semana que viene colgaré las fotos con los nuevos padrinos que le salieron a El Tigre.
Me sigue pareciendo un flipe que se escriba en el buscador de Google España “apadrina a un animal en extinción” y salga Tigre Manjatan el primero. En realidad, y como animal urbano, me parece bien, porque ya está bien de permitir que las cucarachas se sigan reproduciendo, y hasta haciéndose pasar por seres humanos (la frase cobrará sentido cuando se publique, y lea, mi siguiente novela y segunda de El Tigre: LA INUTILIDAD DE UN BESO.
Stay tuned.
Y que nadie piense que me he olvidado de Walter Flores..., pero lo sucedido a mi ex-secretario se merecería blog propio y no una simple esquinita de este humilde diarioweb.

Ni tampoco que he obviado la clásica cena de fin de curso con MI TRIPULACIÓN. Tan orgulloso de ellos como de costumbre. En la foto de más abajo se aprecia mi orgullo, y mi afecto.

Cecilia Denis, Javier Puebla, Pura Fernández, Alexis Hernández, Lorena Liaño, Amparo Baliño, Laura Gismera, Mar Cassinello, Mara Mugueta. La Tripulación 08-09 del taller literario más original, y efectivo, de Europa. Palabra de Capitán.

Ah, de cierre, y sirva o no de precedente, me voy a permitir recomendar un libro. EL ARTE DE MATAR DRAGONES, de Ignacio del Valle. Sólo vale 6 euros, y está divinamente editado, letra gigante y papel que no pesa, por Algaida Eco, el sello de bolsillo de Algaida. Estoy deseando acabar de escribir mis “palabritas” para continuar leyéndolo.

 

Vaz de Soto, Matellanes, de la Rosa.... y Gema

“Tropieza otro y caigo yo. Ni siquiera me enfado.”
SOSIEGO, antilibroimpúdico e impublicable redactado o esculpido o ladrado o como quieras por Frederic Traum, Arturo Briz, Alberto Delgado, Javier Puebla y otros muchos seres imaginarios.

 

Casi blanco y negro. Todo luz. No pude evitar intentar atraparla en mi pequeña cámara digital. Luego me dijo que se llamaba María, y pensé que a partir de ahora utilizaré "maría" como sinónimo de luz.22 de junio 009

Premio Ateneo de Sevilla 009

Madrid se derrite, así que me escapó a Sevilla. Parecerá que soy idiota. Escaparse a Sevilla para huir del calor, so pretexto de la cena que el grupo Anaya y el Ateneo de Sevilla ofrecen cada año a lo más florido de la vida literaria española (entre cuyos ramos, al parecer –gracias- me encuentro). Y quizá sea idiota, pero tengo suerte; porque en verdad en verdad os digo, queridos y generosos seguidores de “mis palabritas” que en Sevilla hacía mucho menos calor que en Madrid, que cené con la chaqueta puesta en compañía del mítico Vaz de Soto (hice una crítica de un libro suyo cuando tenía 22 años para Disidencias, Diario16, y fue la primera novela que me entusiasmó como crítico y que jamás he olvidado; su contenido, no el título, pero guardo el recorte. Podría encontrarlo.Vaz de Soto, un escritor mítico para mí. A su derecha Julio Manuel de la Rosa, el autor de GUANTES DE SEDA.
Hay otros escritores en mi mesa, la 6, a las que no conocía, y cuyos nombres no me atreví a apuntar y ahora tampoco me atrevo a reproducir para no cometer errores y dejar a mi triste memoria con la neurona al aire (si alguien tiene curiosidad que bucee un poquito en mi diarioweb; están sus fotos). Uno de ellos estaba entre los finalistas del premio Ateneo 2009, que al final se llevó mi predecesor en el cada vez más prestigioso Premio Internacional de Novela Luis Berenguer. Me refiero, como ya sabrán los bien informados, a Mowgli, a Andrés Pérez Domínguez, con una obra musical, tiene un VIOLINISTA en el título, y dramática, pues la protagonizan los españoles muertos en uno de los campos de exterminios nazis. Le felicité con un fuerte abrazo. Andrés Pérez Domínguez, ganador del premio Ateneo, con mi sombrero de ala más anchaUn abrazo del viejo tigre Shere Khan al joven y afortunado Mowgli; y él entendió perfectamente mi mensaje y me devolvió el abrazo de verdad, gesto que me conmovió y agradecí, y por eso decidí fotografiarle con mi sombrero, siguiendo una posible tradición que comenzó cuando el pasado año, en el mismo premio y cuando ya subíamos hacía el bar más fantástico de Europa, el “eme”, Félix J. Palma se detuvo ante la puerta del ascensor y posó para Daniel Fénix. Una imagen fantástica que se difundió por la web hasta el hastío. El sombrero es otro, y la pose de Pérez Domínguez también es otra. Pero ambas fotos me gustan; como también me gustó –a pesar del desenfoque- la imagen de una de las azafatas, se llamaba María, y era pura luz sobre la puerta imponente y oscura y milenaria.
Lo cierto es que fue una velada muy fotográfica, porque Con Fernando Marías, en la puerta del Hotel Doña María, antes de sumergirnos en la fiesta del premio Ateneo de Sevilla.Fernando Marías no cesaba de disparar el flax de su Ixus azul caribe a diestro y sinestro, y Silvia Pérez Trejo organizaba cada dos minutos grupos de animales literarios varios fotografiables.
El Ateneo Joven, el único premio literario español pensando como primer escalón para comenzar a correr la “carrera literaria” fue para un tío joven –claro- y simpático de nombre Lorenzo Luengo, a quien por puro azar había conocido en la recién clausurada Fiera del Libro madrileña.
En suma, que me lo pasé muy bien, la ceremonia fue un éxito, ambos autores se merecían –en mi opinión- estar en el podium, y además me escapé durante treinta y siete horas del calor asfixiante, mefítico y vesánico que abrazaba la capital del reino, ese lugar invivible y que detesto o amo, pero al que -en cualquier caso- siempre regreso y al que llamo loco, Mad, pero también Madrid. Mad. Madrid. Mad Madrid.

Begoña Minguito dispara, Charo Cuevas observa, Fernando Marías y Silvia Pérez Trejjo: posan.

Emilio y Lozano. La mejor compañía en una cena literaria.No memorice los nombres. perdón. Ambos eran encantadores.

Oscar Oliveira, Lorenzo Luengo, Charo Cuevas, David Torres, y en primera fila: Silvia Pérez Trejo y Andrés Pérez Domínguez. Estábamos en el "eme", y la brisa levantaba olas de alcohol.

Foto de familia. El de la derecha es Félix J. Palma y el de la izquierda Gregorio León. Los demás...., ya los he mencionado o que el lector se busque la vida para averiguar sus nombres.

“Ya no estoy loco. Apenas quedan en mí algunas brasas de insania. Chisporroteos inofensivos. Que nostalgia. Y tristeza. Sólo desde la locura podía llegar a creer que algún día -o siempre- sería más fuerte y poderoso que la impiedad de la muerte y la mediocridad de la vida.”
SOSIEGO, antilibro impublicable, tomese mezclado con una generosa dosis de zumo, agua, tabaco, whisky o leche.

29 de junio

JODER, CON EL FINAL DE CURSO

Menuda semanita, ladies and gentleman, no he parado un segundo. Había que escaparse a la carrera hasta para evacuar la vejiga sin que alguien me echase de menos. El lunes, hace unos días pero parece un siglo (quizá ni siquiera haya sucedido esta semana y estoy delirando o despistado, como de costumbre). El lunes, vuelvo al lunes, en el Real Club Canoe presenté K.O.tica de Victoria Sánchez Ayllón y ella presentó mi Tigre Manjatan...., pero no, pero no. Eso fue el lunes pasado, el 15, a ver si me centro. Con razón me parecía que había pasado un siglo. El lunes no tengo ni idea que hice, espero que nada. Voy a mirar en el diario de bolsillo, por si las moscas. Sí, en efecto, no hice nada, excepto permitirme cenar con mi amigo -y protector- Vicente Saval.
Ignacio de Lucas, Victoria Sánchez-Ayllón, Pura Fernández, Amparo Baliño, Lorena Liaño, Mar Cassinello, Mara Mugueta, Javier Puebla, Cristina García-RosalesPero el martes sí que estuvo animado. Segunda cena de fin de curso o travesía con mi TRIPULACIÓN. Esta vez en la maravillosa casa, un chalet encima de un edificio al modo neoyorkino, de Mar Cassinello. Lo pasamos fenomenal. Relatos buenísimos. Jamón de pata negra, un ambiente delicioso y champán hasta pasada la medianoche.
Y pasada la medianoche...
Javier Puebla enciende su móvil y llama a Julián Lucas, Luqui, su amigazo e impresor, al que un encargo va a retener toda la noche en su local, donde deberá imprimir -y doblar y montar y colocar en cajas a medida- más de diez mil planos.
-¿Estáis ahí todavía?
-¿Dónde vamos a estar?
Y aún flotando en las burbujas del champán Javier Puebla cruza la M-30, entra en Vallecas y camina hasta el local de la Plaza Vieja. Luqui, David y Tomás están pálidos, agotados de tanto trabajar y sin ganas de escuchar nada sobre fiestas en casas maravillosas ni dramas (pero esa es otra historia) de avionetas que se estrellan durante un viaje de placer.
-¿Dónde me pongo?
-En la plastificadora, con las portadas.
Y me pongo, se pone Javier Puebla (que escribiría Walter Flores) en la máquina y durante tres horas, sólo me cargo dos portadas, encarto fotocopias en color dentro de un plástico especial, las paso por una máquina candente como un brasero, y pienso en la cantidad de mundos tan diferentes que coexisten al mismo tiempo. Pero también pienso que no prefiero uno a otro, que no prefiero la terraza con vistas sobre un Madrid iluminado como un teatro gigante mientras me acaricia la brisa, al sótano donde está Reprográficas Rubio, con sus luces fluorescentes, una emisora de radio que habla de fútbol y en la que el pincha elige las canciones de rellenos con el mismo gusto que lo haría una cucaracha sorda. Pertenezco, por igual, tanto a un mundo como a otro. Me habría quedado. Debería de haberme quedado, pero aún me quedaba corregir la sipnósis de LA INUTILIDAD DE UN BESO, que Charo Cuevas -me había llamado por la tarde para advertírmelo- había enviado a mi correo.

Amparo Baliño presentada por Vicente Araguas, en Libertad8El jueves sí que tuve una presentación. Amparo Baliño, Vampi, y su libro LUA CHEA, editado por Haz Milagros, en Libertad8. Me agoté. No sé muy bien por qué pero me agoté. La presentación no fue tan espectacular como la de K.O.tica pero se vendieron 30 libros de Lua Chea y 9 de SONRÍE DELGADO (ese día dejé a Tigre Manjatan en la jaula), y cuando salí de Libertad8, me encantó ver a mi viejo amigo Ricardo, el dueño del inmortal garito, mis piernas me dijeron que no, que no me llevaban de paseo por Madrid, que ni siquiera estaban dispuestas a ayudarme a conducir para que pudiese irme a tomar un heladito a Pintor Rosales.

Y me he saltado el miércoles. Ex professo. Porque voy a terminar la crónica a vuela pluma de mi alegre y agotadora semana -me dejo un montón de cosas y pequeñas aventuras y desventuras en el tintero, pero ¿qué se le va a hacer?- con la crónica para la prensa que hace un momento acabo de terminar sobre una obra de teatro. La pego más abajo. La semana que viene será de cine. De cine intensivo. En Alcalá. 5 horas diarias durante tres días en las que intentaré conseguir -lo conseguiré- que mis pupilos y cómplices escriban un corto, lo rueden y lo filmen. Que los subamos todos o no a Youtube ya será otra historia.

Andrea Araguas, un pozo de inspiración.Ahora mismo he quedado con una modelo, no profesional: es arquitecto, pero me parece perfecta para la portada que quiero hacer. A ver si me sale. Primero, claro, tendré que dejar de ser Javier Puebla y convertirme, una vez más, en ese fotógrafo iconoclasta llamado Daniel Fénix, para intentar -siempre el intento- lograr la imagen que busco para la cubierta de LA INUTILIDAD DE UN BESO (sale en setiembre, a primeros, y a mi editor ya le ha entrado la prisa). (Pero la réflex de Fénix está "enfadada" con él, porque apenas la ha hecho caso desde que la tiene, y se lo va a poner difícil. Cruzaremos los dedos..., y confiaremos en la magia final del gran Fernando Chiralt)

Pego la columna con la crónica de EL MERCADER DE VENECIA, y cierro.

El mercader de Venecia, en Madrid

Pensaba que Al Pacino era un actor enorme, durante años injustamente eclipsado por el pequeño Dustin Hoffman, y pensaba también que esa veladura había sido rasgada por el paso de los años, que Pacino había mostrado y demostrado su talla de gigante como actor. Lo pensaba hasta hace unos días, concretamente un miércoles, cuando acudí al estreno de la obra del autor más mimado por la crítica en los tiempos modernos, el señor William Shakespeare. Acudí con cierto escepticismo al teatro Infanta Isabel porque suponía que después de haber visto a Al Pacino en la versión cinematográfica de El Mercader de Venecia nada de lo que pudiera presenciar lograría impresionarme o conmoverme. Me equivocaba. Dios, ¡cómo me equivocaba!
Natalia Millán, Fernando Conde y Jorge Lucas, volando sobre una nube de aplausos entusiasmados en el estreno de EL MERCADER DE VENECIA, TEATRO INFANTA ISABEL. MAD MADRID.En mi ignorancia consideraba que ningún actor del mundo, y menos aún un actor español, podría dar vida a Shylock, el judío vengativo y usurero, que prefiere cobrarse una libra de carne del cuerpo de su deudor, Antonio, antes que recuperar el doble o aún el triple de la cantidad que le había prestado.
Al principiar la obra me mantuve incólume en mi juicio. La versión del texto, realizada por Rafael Pérez Sierra era excelente, la tramoya impecable..., pero no iban a contarme nada nuevo. Hasta que apareció en escena Shylock. No podía creerme lo que veía, y escuchaba, y sentía.
-Este tío es muy muy bueno- no pude evitar susurrarle a mi chica, que asintió sin siquiera mirarme porque sin duda estaba viendo, escuchando y sintiendo lo mismo que yo. La presencia de un genio de la actuación, de una fuerza de la naturaleza capaz de domarse a sí misma sobre las tablas de un escenario.
No conocía -larga es mi ignorancia- a ese “tío”, a ese actor capaz de convertir al mismísimo Al Pacino en una especie de aficionado que se esfuerza en conseguir el prodigio sin acabar jamás de lograrlo. Pero el prodigio se podía lograr; y Fernando Conde interpretando a Shylock, el judío de Venecia, lo demostraba cada vez que aparecía, comiéndose el teatro, parando el tiempo, transmitiéndonos su dolor por ser judío y que le llamasen perro y usurero, para luego acudir a él cuando esos mismos que le despreciaban pública e impúdicamente necesitaban efectivo, la muleta sucia e inevitable en los tiempos modernos, dinero.
Y Shylock quería venganza, se merecía la venganza, y todos en el teatro queríamos venganza, necesitábamos la venganza, hartos de haber sido despreciados tantas veces; tan injustamente despreciados por ser fieles a nosotros mismos. La voz. No tiene precio escuchar la voz de Fernando Conde interpretando a Shylock. El rostro. La expresión del cuerpo. Su dolor, que es nuestro dolor, en la escena donde -en mi opinión- debería terminar la obra.
Había más, y muy buenos, actores en el escenario. Natalia Millán, que compone una Porcia muy creíble. David Fernández, el camaleónico intérprete que daba vida a Lancelot. Denis Rafter controla en todo momento las riendas de la obra. Pero todo ello era nada. Bombillas eléctricas al lado del sol. Al lado de Fernando Conde. La hostia. Espléndido. Aplaudo y aplaudo, hasta que me duelen los dedos.

Composición de Daniel Fénix sobre una imagen de Fernando Conde, caracterizado de Shylock, el judío de la Venecia shakesperiana

Y como despedida otra vez voy a recomendar un libro (no sé si se hará costumbre o no). Esta vez de la escritora y directora de cine Rebecca Miller. Se titula LAS VIDAS PRIVADAS DE PIPPA LEE, y su forma de escribir me recuerda a la de Patricia Higsmith. Lo publica Anagrama. Excelente.

“Nada importa. Nadie importa”
FREDERIC TRAUM, primer manuscrito -inédito- de Llámame Delgado. (Novela publicada finalmente bajo el nombre de su antónimo, Javier Puebla, como SONRÍE DELGADO)

6 de julio

EL REGRESO DE WALTER FLORES
Walter Flores, con excelente "colorcito" tras sus meses en MiamiHe tenido que volver, no me ha quedado otra y mira que a mí me gusta como tirando a poquísimo lo de currar en verano, sobre todo después de los dos meses que me he pasado en Miami, gracias al finiquito que me dieron en la empresa (sí, me despidieron como contable, por lo que único “trabajo” actual es ser -de nuevo- el secretario personal de Javier Puebla. Por si alguien aún no me ha identificado, o pretende no conocerme, recordaré que me llamo Flores, Walter Flores, Walter Flores Delmal exactamente, y que sólo poniendo mi nombre y dos apellidos salgo en la primera página de Google: el maldito mundo virtual está lleno, parece, de Walter Flores.
¿Y por qué he vuelto? Pues... vale, lo explico. Estaba en Miami, como ya he dicho, y una vez a la semana me metía en la página de mi ex-jefe, para ver como se las apañaba con su diarioweb; y empecé a preocuparme. Como el culo, con perdón jefe, pero se lo montaba usted como el culo. Patético. Patetic, si lo prefiere en inglis. Pero la gota que colmó el vaso -uno de los muchísimos vasos de licores de alta graduación que me he tirado por el gaznate los últimos dos meses- fue la cita de su antilibro de la semana pasada, que ya no estaba loco. ¿Cómo que ya no estaba loco?
En el momento en que Javier Puebla deje de estar loco yo -y otros cuantos individuos más- dejo de existir. No podía ser. No quiero dejar de existir sin al menos una esquela en internet, ¡pero si ni siquiera me he abierto todavía una cuenta en Facebook! Así que sablazo a mi amigo Willy, avión, Mad Madrid..., y Javier Puebla estaba en Alcalá impartiendo un curso cuya denominación me hacía mantener la esperanza. La esperanza de que mister Puebla siguiese estando lo bastante zumbado. LOS HOMERO-SIN-NUMERO. Izquierda a derecha, Javier, Lucía, Cristina, Mariana, Rocío (¿o era Elena, sorry?, Asun, Adolfo y Simon. (al fondo Jennifer y su equipo de rodaje, Dante 7)CON LO QUE HAY. Y era un curso de cine. En tres días escribieron siete versiones de un corto, rodaron la mejor, la montaron, se la comieron... y aún estarán digiriéndola, imagino. Así que me presenté en Alcalá. El tercer y último día.
-Ah, hola Flores.
Así de soso, don Javierito Puebla. Durante un instante hasta eché de menos el calor húmedo de Miami, pero me duró poco: en Alcalá también hacía un calor de cojones.
-He vuelto.
-Muy bien. Si no te importa empieza con una cita de Traum el diarioweb esta semana; aquí tienes la llave de mi despacho. Tendrás que irte en tren porque aquí a mí aún me queda un buen rato.
Y sonreí. Sonreí como un gato enamorado. Sonreí como un cerdo asistiendo al cierre oficial de un matadero. Sonreí como si la cara se me hubiese vuelto de plastilina y los labios se me pudiesen atar en lo alto de nuca. Nunca pensé que pudiese alegrarme tanto escuchando el nombre de Traum, el calvo maldito. Si Puebla me pide citar a Traum eso significa lo que sigue (y que conste que no soy sicólogo, ni siquiera soy -de hecho- argentino). Pues significa que está viajando al otro lado, que está más inspirado y preparado para la lucha que nunca, porque la lucha, y por eso es un loco y por eso yo existo y por eso a alguna gente le interesa lo que -inasequible al desaliento- hace desde que tiene razón: lucha contra sí mismo, compite contra sí mismo. Un truco fantástico, ahora que lo pienso, así que nunca se gana, pero tampoco nunca se pierde. Y eso es lo grande. Su equilibrio. Permanente. Sobre el negro abismo de la muerte o el menos negro de una taza de café.
Perdón, para aquellos que siguen este diarioweb y odian pensar (alguno habrá, verdad Maritere?) si me he puesto reflexivo y filosófico en exceso.
La semana que viene, o cuando sea porque a lo mejor he vuelto y consigo directamente dos meses de vacaciones de verano, les intentaré contar un chiste. No soy tan malo como gusta decir a Willy, el Chacal, contando chistes, ¡eh!

El insecto
La trampa
El insecto fosilizado en el moderno ámbar

Walter Flores, en la “loca” ciudad de Madrid, Mad Madrid. En el caluroso despacho de Javier Puebla mientras él se zampa un rico helado de leche merengada comprado en Bruins y recorre a ritmo calmo el fresco paseo de Pintor Rosales. (Me parece que no conozco a esa figura que avanza a su lado; o tal vez avanza solo y el loco soy yo ahora, el que sueña a Javier Puebla como un creador infatigable, mientras él se arrastra, como cualquiera, por la tierra... La tierra, siempre más dura que el más árido de los sueños).

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