JAVIER PUEBLA

                     

JESÚS FERRERO,
JORGE HERRALDE, JAVIER MÁRQUEZ,
JORGE DÍAZ


Demasiados libros
Landa, en El Crack 2, de Garci. Imagen promocional tratada por Daniel Fénix y Jack The Monjas, copyright. sobre la mesa de cristal y todos ellos empezados, marcados y subrayados en algún punto o lugar, pero probablemente sucederá lo de siempre cuando me sirven más comida de la que soy capaz de zampar, más literatura de la que soy capaz de tragar. Los manjares son exquisitos, no lo niego, pero tampoco niego ni oculto que he parado de leer en la página 76 El hijo de Brian Jones, lo mejor que ha hecho Jesús Ferrero en mucho tiempo, editado por Alianza Literaria y con galardón nimbando el texto: décimo tercer premio de novela Fernando Quiñones, un libro, por cierto, precioso, mimado como objeto, flexible, de maqueta elegante y portada en sobrio blanco y negro sobre el que destacan las letras rojas, único toque de color, del título. Y la foto de Ferrero, que firma José Miguel Torrente y aparece en la solapa, es un libro en sí misma, una historia de lucha y supervivencia. También blanco y negro. Jesús Ferrero, cráneo brillante, moreno y recién afeitado, camisa blanca de algodón, mira a cámara burlón y malvado, desafiando a los lectores que carecen de la suficiente inteligencia para comprar masivamente, sería lo justo, suss libros, desafiando al tiempo y a la dictadura numérica de los años: Peter Pan pasándose por el forro de los cojones al mundo entero. Me encanta la foto, en comparación la imagen de portada, otro foto, nos muestra a un Brian Jones que parece un merengue asustado.
Nada asustado está el protagonista de Los números del elegante, firmada por Jorge Díaz, que en el segundo capítulo se permite un párrafo magnífico: “Mi padre. Ahora me da igual, casi nunca me acuerdo de él; entonces lo odiaba, lo he odiado durante toda mi vida”. Díaz saca nueva novela, bajo el auspicio de David Trías, la semana que viene; mantengo la voluntad de leer los dos libros enteros.
No sé donde he metido lo nuevo de Javier Márquez, publicado por Salto de Página (que se ha convertido en sello dentro del grupo siglo XXI). Quizá se lo he dejado a uno de mis alumnos, pero no recuerdo a quien. Me veo bajando a la librería para volver a comprar Letal como un solo de Charlie Parker, porque es un libro que no puede faltar en mi biblioteca.
Como tampoco puede faltar el número 800 del panorama de narrativas de Jorge Herralde, Una forma de vida, que firma por Nothomb, o el 500 de las narrativas hispánicas, que es una reedición de Antagonía, la mole literaria de Luis Goytisolo. Mantengo la voluntad de acabar todos los libros mencionadas hasta el momento, y también las reediciones en bolsillo de Discothèque y Dibujos animados de Félix Romeo. Dejo a un lado, prudentemente, a Philippe Pozzo di Borgio, Intocable.
Demasiados libros. Y sin embargo comienzo otro, Col recalentada de Irvine Welsh, porque lo que necesito ahora es justo eso, unos cuantos cuentos en plan guarro y gamberro. A ningún escritor español se atreverían a publicarle, en España, desmadres tan cínicos, divertidos e incorrectos. Ganas me dan de hacerme escocés: faldita de cuadros, escribir como un salvaje... humm, aire y salud para mis amados huevos.


 

 

 

 

 

 

 
 

 

 

 

Javier Puebla-La inutilidad de un beso. Segunda entrega de LA TRILOGIA DE EL TIGRE. Kafkiana, rara y -quizá- hasta genial.

Javier Puebla

Javier Puebla firmó la primera obra de mister Frederic Traum. Al parecer tiene amigos bastante poco recomendables

   
   
       
Carpe diem, visitante nº Que los hados guíen tus pasos