JAVIER PUEBLA

                     

JONATHAN COE, NARRADOR INGLÉS


Lorenzo Silva+tricornio-Guardia-Civil. Foto by Fénix, ilustración The Monjas. Copyright.
A veces, pocas veces, un libro consigue parar el mundo. A veces un libro logra que se borren nuestros pequeños o medianos o grandes problemas, y se convierte, durante los días o sólo horas que dura su lectura, en el faro hacia el que se dirigen nuestras obsesiones y pensamientos. De niños sucede o sucedía con cierta, suficiente, frecuencia; en la edad adulta es más raro. Quienes somos “lectores” , lo entrecomillo, siempre estamos buscando ese libro, la magia de un faro que borre o eclipse el resto del paisaje por el que se mueven nuestros pensamientos. Este año, he encontrado dos libros. El primero: Todos tienen razón, de Paolo Sorrentino; una pasada de novela, densa, auténtica, desgarrada y tan poderosa o excesiva como Moby Dick (Moby Dick la novela y Moby Dick la ballena). El segundo lo firma un escritor que descubrí con la interesante La casa del sueño. Sin embargo me defraudó El club de los canallas; quizá por mi culpa: a veces somos incapaces de ver hasta el más deslumbrante de los faros. El tercer círculo, su siguiente trabajo narrativo ni abrí, directo al anaquel de narrativa inglesa con la intención de leerlo algún día. Pero con La lluvia antes de caer quise dar una nueva oportunidad a Coe, el arranque era muy interesante, y leí hasta la página 50, pero luego -no recuerdo el motivo- lo cerré y coloqué en el correspondiente estante, junto a Amis, Stevenson, Barnes o Kureishi, por citar a algunos. Supuse que lo mismo me sucedería con The Terrible Privacy of Maxwell Sim, que el traductor Javier Lacruz ha retitulado como La espantosa intimidad de Maxwell Sim. Pero, para mi sorpresa, La espantosa intimidad de Maxwell Sim me atrapó desde el primer momento, borró el mundo, mi mundo, y sus alegrías y decepciones, durante los dos días que me duraron sus 427 páginas. Antes de cerrarlo, y unos centímetros más abajo del párrafo final de la novela, escribí: Genial. Rara vez a un escritor le parece genial un libro de otro, menos aún cuando es de su edad, como es mi caso con respecto a Jonathan Coe. Pero ¿qué tiene este libro? La respuesta es sencilla: lo tiene todo. En La espantosa intimidad está lo mejor de Richard Ford, Carver, Oscar Wilde, Updike, Wodehouse, Dickens e incluso Highsmith, y hasta lo mejor, o al menos lo más original, de narradores no británicos como Houellebecq o Echenov.
Coe utiliza cuantos recursos ofrece la técnica literaria quiere y le apetecen, y a ello añade recursos puramente cinematográficos, muy difíciles de usar en literatura; pero en ningún momento parece que se ponga un “traje” para demostrar que lo tiene -algo clásico entre los estilistas- sino que cuando se pone un traje, utiliza una técnica, es porque resulta la más perfecta y adecuada. Toda la novela es buenísima, apasionante, divertida, cínica, tierna, única, pero el final... el final es deslumbrante. Coe se ha ganado el derecho a entrar en el club inventado por Jorge Herralde y que él mismo bautizó como el English Dream Team. Mi agradecimiento como lector, mi aplauso como escritor y creador. Espero maravillas para su novela siguiente.

 

 

 

 

 

 

 

 
 

 

 

 

Javier Puebla-La inutilidad de un beso. Segunda entrega de LA TRILOGIA DE EL TIGRE. Kafkiana, rara y -quizá- hasta genial.

Javier Puebla

Javier Puebla firmó la primera obra de mister Frederic Traum. Al parecer tiene amigos bastante poco recomendables

   
   
       
Carpe diem, visitante nº Que los hados guíen tus pasos