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INVITADO
Será
el martes 10 de diciembre a las 19,30 en el Canoe Club,
daremos un vinito -y alrededores- a quien venga, y presentaremos
los cuatro últimos libros de Haz Milagros ediciones.
Dos de ellos se han hecho con sendos premios: Juegos Revueltos
de Susana Martínez y Desordenando de Mar Cassinello.
Además estará la obra deliciosa de Maricruz
Manzanares: Dos mujeres, dos destinos. El problema, al
menos el problema para mí, es que también
hay un libro mío: Maxcax y el gigante. No puedo
ser presentado y presentador en un mismo espectáculo.
Lo hice una vez, y necesité casi dos días
para recuperarme. Bueno, ya lo solucionaré. Más
urgente es resolver el asunto del cartel; de la impresión
se encargará el propio Canoe, pero del diseño...
-Montxo ¡socorro!
-Marchando un cartel.
-Es que más bien serán cinco.
Un segundo de silencio.
-¡Marchando cinco carteles!
Quizá me apoyo demasiado en mi viejo y querido
amigo, ya ha dibujado las ilustraciones para tres de las
portadas. Había pensado montar los cartelitos yo
mismo y para eso me había hecho con una copia,
legal por supuesto (estoy hasta los huevos del rollito
de los programas piratas) de CorelDraw, pero quizá
a mi flamante pepino, equipado con Windows8, no le gustan
los programas legales, porque lo instalé pero no
me dejaba abrir plantillas ni importar imágenes.
-Tranqui, que los cinco cartelitos ya están terminados.
Menos mal que tengo a Montxo. Pero no he llamado a Antonio,
el del bar, para cerrar el asunto del ágape, no
vaya a ser que alguien se quede sin cerveza o aperitivitos...
Me estoy arruinando. La imprenta ha subido alegre y salvajemente
precios, y además aún no está terminado
uno de los libros. Y el otro sigue en almacén esperando
a que nazca su compañero para hacer el viaje en
un solo reparto.
-¡Socorro Carmen!
Carmen S. es mi contacto en la imprenta.
-No es por culpa tuya pero vamos con bastantes días
de retraso.
-El jueves se va de Madrid un amigo mejicano, Ernesto,
que nos ha comprado nada menos que cuarenta libros, diez
de cada, para regalar por navidad a sus colegas del DF;
su avión sale a las siete de la tarde.
-Tranquilo, lo conseguiremos.
Tranquilo no estoy, francamente no estoy nada tranquilo.
¿Y quién va a entregar los premios? Ya tengo
a una escritora, pero que entregue los dos trofeos quizá
sea demasiado; habría que buscar a alguien más.
Antes tengo que solucionar como hago lo de presentarme
a mí mismo... No lo hago de ningún modo:
no puedo presentarme a mí mismo. Las navidades
pasadas conseguí que Juanjo García hiciera
de introductor de embajadores y mi papel quedó
reducido a ser uno de los autores presentados. ¿Y
si me grabo a mí mismo en plano y contraplano,
entrevistador y entrevistado, y lo proyecto como cierre
del acto? Demasiado complicado.
Bueno, ya lo solucionaré. ¿Dónde
tengo el Lexatín? Elegí un mal día
para dejar de fumar tabaco liado.
Y hay que invitar a la gente.
-Pues no.
-Hay que invitar a la gente.
-De eso nada, que venga quien quiera y quien se entere,
yo ya tengo demasiada tensión.
Así que: quien lea esto, y le apetezca venir, simplemente
¡que se de por invitado!
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