HELENA COSANO,
CINZIA DE SANTIS, JOAQUÍN LAORDEN, KRATOCHVIL,
JOHN FANTE
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real el pdf de la página original publicada en
Cambio16, y maquetada por Arturo Juez y editada por Juan
Emilio Ballesteros, pinchar en la columna o
AQUÍ)
LIBROS NUEVOS PERO DIFÍCILES
DE ENCONTRAR
Tengo encima de la mesa, a mi izquierda, cuatro. El primero
es Almas brujas, de la siempre interesante y flexible
Helena Cosano, que ha reunido poemas y relatos, algunos
ya publicados en un libro anterior: Mariposas, y que se
está moviendo mucho y muy bien este año.
En realidad ahora me doy cuenta que Almas brujas es el
segundo libro más sencillo de encontrar de los
que tengo a la izquierda. La editorial, Pigmalion, tenía
caseta propia en la feria del libro, la dirige Basilio
Rodríguez Cañada, y seguro que cualquiera
podrá hallarlo en librerías dirigidas con
afecto, o en la Casa del libro.
El siguiente libro me aseguró su autor que también
podía encontrarse en la Casa del libro; y no tengo
razón alguna para dudar de su palabra. De la palabra
de Joaquín Laorden, un compañero de colegio
que ha firmado su primera novela -Giner y los restos musterienses-
con el seudónimo de Quintio Tempranillo, y la ha
publicado con una pequeña pero voluntariosa editorial
llamada Amaranto. A los amantes de Mendoza, Eduardo Mendoza,
les gustará esta primera entrega protagonizada
por un irónico buscavidas murciano.
El tercer libro es El sentido de la oscuridad, y me lo
ha mandado desde Londres una escritora venezolana, bióloga
de formación, cuyo nombre es Cinzia de Santis.
En la contraportada se dice que es una novela sobre la
violencia y la compasión, y la guerra y la vida,
pero yo opino que es una historia de amor y de magia -tocada
por el poder narrativo que suelen poseer los escritores
venezolanos- y también una fábula que nos
hace recordar que “las cosas más importantes
las ve el corazón y no los ojos”; la niña
protagonista, Clara, es ciega de nacimiento y vive en
un pequeño pueblo abrazado por la selva. Lo ha
publicado Pensódromo, y el libro en papel, que
yo sepa, no puede conseguirse en ningún sitio,
y eso lo hace fascinante como objeto (yo lo tengo, y me
encanta que nadie pueda ir a la Casa del libro y comprarlo).
Pero hay una página web que aparece si se teclea
el título en Google en la que se nos ofrece la
posibilidad de adquirirlo en pdf, mobi o epub por 3,9
euros.
El cuarto libro en realidad sí es fácil
de encontrar, o debería de serlo. Lo edita Redel,
el hombre que levantó tres editoriales y se cayeron
cuando él se fue, Redel, el capo supremo, y único,
de Impedimenta. La promesa de Mamil Modrácek es
de un checo, cuyo nombre no me permite escribir correctamente
word, Jirí Kratochvil (la erre de Jirí lleva
una especie de gaviota o triángulo invertido sobrevolándola).
Die Weltz lo calificó como una de las diez mejores
novelas policíacas del año. Estuve en la
presentación, en la deliciosa librería Alberti
(que yo no conocía, ay), acompañando al
Planeta de este año, mi amigo Lorenzo, que hacía
de padrino.
Debajo de los cuatro libros tengo otro. El vino de la
juventud, de John Fante. Diecisiete cuentos americanos,
en mi opinión muy superiores a los que, en la misma
dirección, escribió Capote. Ahora y hoy
puede hallarse a Fante en cualquier librería de
España. Ahora y hoy. Antes... no. Los libros son
objetos muy extraños.
LAS TRES COLUMNAS
DE OPINIÓN QUE HE ESCRITO SOBRE LAS FIESTAS
EN TORNO AL MUNDO LITERARIO,
COINCIDIENDO CON LA FERIA DEL LIBRO, ESTE AÑO 2013
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OTRAS COLUMNAS
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