JAVIER PUEBLA

     
   

UNA COLUMNA DE
RAFAEL NARBONA


No es que lo haga ex profeso, pero sí soy consciente de que me sucede y lo acepto: rara vez estoy al tanto de “las noticias”, de lo que se publica a diario en los periódicos y se vocea en las radios y televisores. Me permito el lujo infinito de vivir en mi mundo y esa desinformación, aceptada, es uno de los muchos precios que pago por ello. Sin embargo las noticias me van llegando, o porque me las cuentan mi mujer o mis amigos, o porque me las encuentro –un poco atrasadas- en el montón de revistas y periódicos que mi padre me manda en una bolsa de plástico, normalmente los jueves: cuando va a buscar al niño al colegio.
Sube el niño con su bolsa y me la entrega: “Toma, me lo ha dado el abuelo para ti”. Suelo dejarla encima de algún sitio, y luego esa noche, o la noche siguiente, y si mi mujer no lo ha hecho antes, vacío la bolsa y repaso su contenido. Lo primero que suelo leer es un suplemento o separata sobre nuevas tecnologías que publica El Mundo y que se llama Ariadna; demasiado breve para mi gusto, pero esa brevedad hace que lea y relea hasta la última letra, incluidas las columnas –interesantes- de Javier López Tazón, quien la dirige (quizá hasta sea el único redactor). Y después de Ariadna suelo pasear por los suplementos culturales, aunque ninguno me entusiasma por completo (yo lo haría mucho mejor, Dragó lo haría mucho mejor, Herralde lo haría mucho mejor). Casi nadie se lee una crítica entera, a veces ni siquiera el escritor autor del libro reseñado, y para no perder demasiado tiempo –y contra mis costumbres- miro el índice de El Cultural de El Mundo y leo: Página 17. J.K. Rowling, Una vacante imprevista, por R. Narbona. No es Narbona quien me llama a leer la crítica o reseña, sino Rowling: estoy siguiendo con mi hijo la saga de Potter, que en mi opinión es una variación aderezada con magia del clásico tema del colegio inglés (Enid Blyton y su Fatty o las aventuras en Torres de Mallory), y tengo curiosidad por saber que opina la crítica seria de “La novela prevista”, perdón: “La vacante imprevista”. Así que voy a la página 17 y leo. Y lo que leo no es crítica literaria, sino una columna de opinión sobre los excesos del éxito y la dificultad de asimilarlo, o de conseguirlo, y Narbona cita a Nietzsche, Proust o Lowry. Y tras la entrada magistral la columna se detiene: reseña y resume el libro, o más exactamente su planteamiento. Califica el planteamiento como no deleznable, y luego –se nota que está muy poco interesado en Rowling- utiliza el “tópico y lugar común” de afirmar que la novela discurre entre tópicos y lugares comunes. Y vuelve a la columna, de nuevo espléndido el señor Narbona a quien no conozco y a quien quizá nunca conoceré, aunque ahora buscaré su nombre antes que el de Rowling cuando hojee El Cultural. Y lo haré porque su columna al final logra conmoverme: explica que a Bloom le mandaron más de cuatrocientas cartas para insultarle cuando despreció a Potter, y concluye: “a mí no me sucederá lo mismo... esta nota tal vez se utilice –a lo sumo- para alfombrar la jaula de un canario”. Un canario.


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Javier Puebla-La inutilidad de un beso. Segunda entrega de LA TRILOGIA DE EL TIGRE. Kafkiana, rara y -quizá- hasta genial.

Javier Puebla

Javier Puebla firmó la primera obra de mister Frederic Traum. Al parecer tiene amigos bastante poco recomendables

   
   
   
Carpe diem, visitante nº Que los hados guíen tus pasos