JAVIER PUEBLA

                     

JON LAUKO
Y HELENA COSANO, PRIMERA NOVELA

 

Emilio Pascual, El número de la bella, 2011.By Fénix, copyright.No, no creo que el hombre sea malo por naturaleza. Lo que sí pienso es que cada persona tiene un punto de ruptura. Que una persona normal, ordinaria, honesta, sometida a una presión creciente puede llegar a cometer un delito, incluso un asesinato. No se sabe en qué punto cada uno de nosotros puede cruzar ese umbral”. Con esa magnífica cita de Patricia Highsmith -que suscribo- abre su primera novela Jon Lauko, un hombre maduro de pelo blanco y gafas que oculta su mirada al fotógrafo que le retrata para la guarda del libro, impidiendo que el lector pueda explorar su alma, adivinar si conoce el umbral del que habla Highsmith, y el único modo de intentar saberlo es leer Donostia.
Jon Luako, by Daniel Fénix, copyright.Donostia es una bala, que es como yo llamo a lo que los franceses dicen nouvelle y los ingleses novel. Es una bala y puede leerse de un tirón. Una bala política y policíaca en la que el ambiente es más importante que los personajes, e incluso que la acción. Al terminarla queda un eco, una imagen del abismo, que personalmente me hace creer que Lauko cita a Highsmith con pleno derecho. La novela la ha publicado una editorial que no conocía, Meteora, y lo ha hecho con mimo y orgullo, como debe hacerlo con todos sus autores, pues a todos cita en la solapa negra final. No es Highsmith, my favourite writer, pero sí una novela interesante que deja huella, de las que “algo queda”.

La otra primera novela, que leo el mismo día que la anterior, se titula Cándida diplomática (con mayúsculas) y la firma Helena CosanoHelena Cosano, by Daniel Fénix, copyright.. A Helena la conozco levemente, de un día en una fiesta, a Jon no. Por lo tanto leo a Helena con mayor generosidad, afecto, que al escritor de Meteora. Cosano, como la mayoría de los muchísimos diplomáticos que conozco, tiene una facilidad de palabra endiablada y su novela sale disparada como un cohete de pirotecnia, y eso es lo que consigue la escritora andaluza nacida en Nueva Delhi (Andalucía es mucho más grande de lo que la gente piensa), una obra que es un espectáculo, que se lee con agrado y facilidad, y cuyo final es tan juvenil como joven es la autora. La edición es de Algaida, la editorial más agresiva y que más cuida a la literatura española del grupo Anaya.

Ambos libros tienen en común una cierta virginidad. La primera novela, como el primer amor, no se olvida. El mismísimo Javier Marías ha dicho en alguna entrevista que su obra más lograda era Los dominios del lobo; también su primera novela. En ambas los autores dan lo mejor de sí mismos y seguro que ninguno olvidará el momento en que un editor les dio el dificilísimo “sí” y decidió apostar por ellas, o por sus autores, y publicarlas en papel; el único modo en que un escritor se siente autor real de un libro a pesar de que vivamos en plena era digital. Lo habrán buscado, con mayor o menor fortuna, en las librerías, y muy probablemente ambos volverán a escribir y publicar.

A ambos, A Jon Lauko y Helena Cosano, les doy la bienvenida a la jungla implacable del mundo editorial. Que sobrevivirá al abismo de egos y negocio ni al más grande de los genios se le podría garantizar.

 

 

 

 

 

 

 
 

 

 

 

Javier Puebla-La inutilidad de un beso. Segunda entrega de LA TRILOGIA DE EL TIGRE. Kafkiana, rara y -quizá- hasta genial.

Javier Puebla

Javier Puebla firmó la primera obra de mister Frederic Traum. Al parecer tiene amigos bastante poco recomendables

   
   
       
Carpe diem, visitante nº Que los hados guíen tus pasos