JAVIER PUEBLA

                     

HOUELLEBECQ, PASCUAL, AMIS, PÉREZ ZÚÑIGA, BOLAÑO... Y MÁS


Lorenzo Silva+tricornio-Guardia-Civil. Foto by Fénix, ilustración The Monjas. Copyright.Llueven libros sobre la mesa de cristal de mi despacho. Emilio Pascual, El número de la Bella. Es inconfundible el lenguaje de Pascual, de una musicalidad familiar y a la vez perdida, uno se siente en siglo XVIII, y también en el VIII, cuando toca. Carezco de calma para leerlo con placer ahora mismo, así que lo coloco en la torre de los libros que me reservo para el verano. Y en la misma torre, siguiente piso, El juego del mono, que firma Ernesto Pérez Zúñiga, de quien me interesó mucho El segundo círculo (Premio Internacional de novela Luis Berenguer); es más fácil de leer que la novela de Emilio; quizá podría hacer un sprint el fin de semana, pero de momento se queda en la “torre”. Abro caja y sale Bolaño: el Cid de los tiempos modernos que gana batallas después de muerto. Anagrama le publica nueva novela inédita, Los sinsabores del verdadero policía, en cuyo primer capítulo se queda solo llamando maricones o mariquitas o ninfos o bujarrones o lo que le apetece a todos los poetas vivos y muertos que se le puedan pasar al lector por la cabeza. Seguiría con Bolaño pero sé que es duro de leer -Los detectives salvajes me acompañó durante cinco meses por seis países africanos-, y además junto al chileno muerto llega el vivísimo inglés Martin Amis con brillante título: La viuda embarazada. ¿Lo traslado a la torre o intento leer un poco, a ver si logra engancharme? Intento leer un poco, veintiséis páginas, que -desde luego- me gustan, porque de Amis me lo he leído absolutamente todo y sería una deserción dejarme una novela en la nevera, pero lo cierto es que ahora no tengo tiempo. No tengo tiempo porque la lucha por la vida me tiene cogido por los testículos, seamos realistas y sinceros; y el que algo te tenga cogido por los testículos genera ansiedad e imposibilita la tranquilidad de la lectura. ¿Y Houellebecq? Son artículos, publicados en la colección Argumentos de Anagrama bajo el título de “Intervenciones”. Eso puedo intentarlo, no hay que seguir un orden; si alguno no me interesa lo salto, y punto. Así que picoteo a Houellebecq, tan brillante y entretenido como en sus mejores novelas. Un amigo me trajo la obra con el que el franco-almeriense Michel ha ganado el Goncourt bajada de internet, y tuve que decirle “no, gracias, esperaré a que esté traducida; y sea verano”. Y en verano también leeré El alcalde del crimen, de Francisco Balbuena, e incluso El Factor Scarpetta de Patricia Cornwell (porque me lo ha enviado mi querida María Lacalle).
En verano, todo en verano.

Hoy prefiero ir al Círculo de Bellas Artes y fumar un cigarro en el vestíbulo. Llueven bedeles y ciudadanos amantes del linchamiento espontáneo. Sonrío y señalo a Ram Rendell, que está filmándome. Es una performance; miento. Está autorizada; miento. Me acabo el cigarro. Lo tiro al suelo y lo piso. Nadie reacciona. La cámara los paraliza a todos. En los días presentes, señores, no hay tiempo para leer, y para fumarse un cigarro donde a uno le apetece hay que echarle imaginación, temple... y -como en pintura clásica- dos huevos.

 

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Javier Puebla-La inutilidad de un beso. Segunda entrega de LA TRILOGIA DE EL TIGRE. Kafkiana, rara y -quizá- hasta genial.

Javier Puebla

Javier Puebla firmó la primera obra de mister Frederic Traum. Al parecer tiene amigos bastante poco recomendables

   
   
       
Carpe diem, visitante nº Que los hados guíen tus pasos