JAVIER PUEBLA

                     

LORENZO SILVA, MAGISTRAL Y EJEMPLAR

Acabo de cerrar la más reciente novela de Lorenzo Silva, La estrategia del agua. No he querido escribir, como habría sido más sencillo y habitual, “la última novela de Lorenzo Silva”, porque estoy convencido, y así lo deseo como lector y como amigo, que después de esta vendrán muchas más. Aún estoy bajo la impresión del magistral capítulo con el que cierra el libro. Magistral o ejemplar son dos calificativos que también se pueden aplicar al conjunto.


La historia que nos cuenta
Lorenzo Silva en La estrategia del agua es absolutamente actual y tan verosímil que se podría pensar se ha inspirado en un caso real. El brigada de la guardia civil Rubén Bevilacqua, desencantado del mundo en general y de las grietas por las que a la justicia se les escapa el agua sucia, se ve obligado a enfrentarse a un caso de asesinato que, en un principio, le interesa menos que cero. ¿Para qué atrapar asesinos si luego abogados astutos y jueces que no están a la altura de su responsabilidad los dejan de nuevo en la calle? Sucede, sin embargo, que Bevilacqua descubre un paralelismo inquietante entre la vida de la víctima y la suya propia. E intuye que si desvela la trama que ha acabado con la existencia de su mellizo moral de algún modo quien podrá resucitar, volver al mundo, será él.


La novela, entretenidísima, fácil de leer, como el agua que aparece en su título, es una película minuciosa y dinámica de nuestra realidad de ahora mismo: las mafias europeas, las leyes de protección de la mujer que permiten a las que no tienen escrúpulos utilizarlas como armas en lugar de como escudos, la velocidad de las comunicaciones, y la lentitud y profundidad de los sentimientos. En apariencia todo ha cambiado en nuestro mundo, en esencia los valores siguen siendo los mismos; y como siempre ha sucedido son muy pocos quienes los respetan o defienden.

Nada me extrañaría que La estrategia del agua acabara aupándose al número uno de las listas de los libros más vendidos. En ella se encuentran todos los componentes que pueden convertir a un libro en un gran éxito comercial: diálogos chispeantes, una trama que no suelta al lector en ningún momento, y una galería de secundarios perfectamente dibujados y animados por una prosa ágil y mágica. Pero el libro es mucho más. Cierto que puede leerse superficialmente, pero no menos cierto que aún así a quien lo lea le quedará un poso, y un peso, que le obligará a pensar al menos un instante, a replantearse algunas cosas sobre su propia vida o sobre como juzga las existencias de quienes trata y conoce. Esa es una virtud que sólo poseen los libros, las obras de creación, verdaderamente buenos. Desde El Quijote hasta El largo adiós, pasando por El poder y la gloria, Moby Dick y algunos otros. Magistral es lo que es capaz de enseñarnos algo. Ejemplar es aquello que nos muestra una vía o camino a seguir. Y ambas cosas, por eso he titulado así esta columna, las materializa la novela más reciente de Lorenzo Silva. Pero también él. Estratega impecable, capaz de ser duro como el hielo o sutil como las lágrimas. Pureza de agua.

 

 

 

 

 

 

 
 

 

 

 

Javier Puebla-La inutilidad de un beso. Segunda entrega de LA TRILOGIA DE EL TIGRE. Kafkiana, rara y -quizá- hasta genial.

Javier Puebla

Javier Puebla firmó la primera obra de mister Frederic Traum. Al parecer tiene amigos bastante poco recomendables

   
   
       
Carpe diem, visitante nº Que los hados guíen tus pasos