JAVIER PUEBLA

                     

CON LO QUE HAY
(una filosofía de vida personal)

Alvaro Bermejo, foto bajada de internet modificada por Jack The Monjas para Cambio16 y esta página web.

 



Estaba el otro día -hace ahora seis añitos- tomando unas cervecitas y disfrutando de la excelente música en mi bar favorito de Madrid, cuyo nombre no mencionaré porque aunque no soy tan popular como Javier Marías me da pánico que lo descubra demasiada gente y pierda encanto. Estaba casi solo en el enorme piso de abajo -sólo para conocedores- escribiendo en mi cuaderno de tapas de piel de cebú cuando apareció Jorge Garra, el músico, y me contó una preciosa historia acerca de la más celebrada canción del grupo Clash. Un clásico ya, el London Calling.
Jorge conocía al líder de los Clash de toda la vida, desde que ambos eran adolescentes y habían compartido mil aventuras de verano en una Almería aún ignota para el turismo, y fue el propio Joe Strumer quien le explicó porque London Calling suena tan maravillosamente como suena. La historia es como sigue:

Andaban los Clash de gira europea, allá por los ochenta, y Joe estaba hasta las mismísimas narices, quizá hasta los mismísimos cojones, de que su colegazo, el bajista Micke Jones, no se dignase a reponer las cuerdas que le faltaban a su bajo. Jones aguantó la gira entera tocando sólo con dos cuerdas; las quejas de Strumer le entraban por un oído y le salían por las fosas nasales. Pero Strumer, no en vano llegó a ser el líder de uno de los grupos más carismáticos del revolucionarios punk inglés, era hombre de recursos por lo que decidió componer una canción en honor al perezoso de su bajista; una canción que sólo necesitase de dos cuerdas del bajo para ser interpretada. Así nació el London Calling
.http://www.youtube.com/watch?v=r1N27phf3ds&feature=related

Me gusta la historia porque encierra toda una filosofía de vida, como la "cámara pobre" en fotografía, un recurso que han utilizado muchos grandes fotógrafos para demostrar que lo que importa es el talento y no los medios de los que se dispone. Se pueden también buscar equivalentes en cine, y voy a tener la desfachatez de citarme a mí mismo ya que soy el autor del largometraje más barato de la historia: veinte mil pesetas del año ochenta y siete, y eso que rodé en Nueva York y hasta salían algunos actores conocidos (ninguno cobró, claro; las veinte mil fueron para cintas, las pistolas que compramos en Chinatown para el tiroteo final y el helicóptero al que me subí para rodar un par de planos de relleno).
En cocina el CON LO QUE HAY es el origen de platos tan populares como la paella. Y la gente que realmente tiene personalidad vistiendo también suele aplicarla, sabe utilizar lo que hay en el armario.
El exceso de medios ha hundido, abochornado, a muchísimos creadores. Recuerdo el caso de Iván Zulueta a quien tras finalizar Arrebato le dieron cincuenta millones para la siguiente película que fue incapaz de acabar. En cambio la falta de medios jamás ha sido, ni será, un obstáculo para un creador. CON LO QUE HAY se puede hacer magia, virguerías. Canciones tan buenas como el London Calling o películas como Arrebato. Imaginación e ingenio, y quizá un puntito de atrevimiento o descaro; el resto son zarandajas.

 

 

 

 

 

 

 
 

 

 

 

Javier Puebla-La inutilidad de un beso. Segunda entrega de LA TRILOGIA DE EL TIGRE. Kafkiana, rara y -quizá- hasta genial.

Javier Puebla

Javier Puebla firmó la primera obra de mister Frederic Traum. Al parecer tiene amigos bastante poco recomendables

   
   
       
Carpe diem, visitante nº Que los hados guíen tus pasos