CON LO QUE HAY
(una filosofía de vida personal)
Estaba el otro día -hace ahora seis añitos-
tomando unas cervecitas y disfrutando de la excelente
música en mi bar favorito de Madrid, cuyo nombre
no mencionaré porque aunque no soy tan popular
como Javier Marías me da pánico
que lo descubra demasiada gente y pierda encanto. Estaba
casi solo en el enorme piso de abajo -sólo para
conocedores- escribiendo en mi cuaderno de tapas de piel
de cebú cuando apareció Jorge Garra, el
músico, y me contó una preciosa historia
acerca de la más celebrada canción del grupo
Clash. Un clásico ya, el London
Calling.
Jorge conocía al líder de los Clash de toda
la vida, desde que ambos eran adolescentes y habían
compartido mil aventuras de verano en una Almería
aún ignota para el turismo, y fue el propio Joe
Strumer quien le explicó porque London
Calling suena tan maravillosamente como suena.
La historia es como sigue:
Andaban los Clash de gira europea, allá por los
ochenta, y Joe estaba hasta las mismísimas narices,
quizá hasta los mismísimos cojones, de que
su colegazo, el bajista Micke Jones,
no se dignase a reponer las cuerdas que le faltaban a
su bajo. Jones aguantó la gira entera tocando sólo
con dos cuerdas; las quejas de Strumer le entraban por
un oído y le salían por las fosas nasales.
Pero Strumer, no en vano llegó a ser el líder
de uno de los grupos más carismáticos del
revolucionarios punk inglés, era hombre de recursos
por lo que decidió componer una canción
en honor al perezoso de su bajista; una canción
que sólo necesitase de dos cuerdas del bajo para
ser interpretada. Así nació el London
Calling
.http://www.youtube.com/watch?v=r1N27phf3ds&feature=related
Me gusta la historia porque
encierra toda una filosofía de vida, como la "cámara
pobre" en fotografía, un recurso que han utilizado
muchos grandes fotógrafos para demostrar que lo
que importa es el talento y no los medios de los que se
dispone. Se pueden también buscar equivalentes
en cine, y voy a tener la desfachatez de citarme a mí
mismo ya que soy el autor del largometraje más
barato de la historia: veinte mil pesetas del año
ochenta y siete, y eso que rodé en Nueva York y
hasta salían algunos actores conocidos (ninguno
cobró, claro; las veinte mil fueron para cintas,
las pistolas que compramos en Chinatown para el tiroteo
final y el helicóptero al que me subí para
rodar un par de planos de relleno).
En cocina el CON LO QUE HAY es el origen
de platos tan populares como la paella. Y la gente que
realmente tiene personalidad vistiendo también
suele aplicarla, sabe utilizar lo que hay en el armario.
El exceso de medios ha hundido, abochornado, a muchísimos
creadores. Recuerdo el caso de Iván Zulueta
a quien tras finalizar Arrebato le dieron
cincuenta millones para la siguiente película que
fue incapaz de acabar. En cambio la falta de medios jamás
ha sido, ni será, un obstáculo para un creador.
CON LO QUE HAY se puede hacer magia,
virguerías. Canciones tan buenas como el London
Calling o películas como Arrebato.
Imaginación e ingenio, y quizá un puntito
de atrevimiento o descaro; el resto son zarandajas.