(Todo lo que tú
quieras, la nueva película de
Achero Mañas)
Jamás había escuchado a mi chica -con la
que llevo diecisiete años casado- recomendar una
película. Pero después del estreno de TODO
LO QUE TÚ QUIERAS, la he visto hacerlo:
a hermanos, o amigas, o compañeros de trabajo.
Incluso ha llegado a parar a algún vecino en la
escalera para decirle: a Marga, o a José, o a Fernanda
e incluso a Álvaro, que es realizador de televisión
profesional, la misma y definitiva frase.
-Te lo digo en en serio, te va a encantar la película,
no te la pierdas.
Alguno de nuestros vecinos me mira a mí, a ver
si estoy de acuerdo con una recomendación tan tajante.
Y yo me limito a asentir con la cabeza, porque lo estoy.
Creo que TODO LO QUE TÚ QUIERAS es una película
que puede gustarle a cualquiera, opino, como chica, que
posee un encanto universal; y una factura impecable.
El film cuenta la historia de una pequeña familia
de tres miembros, que dramática e inesperadamente
queda reducida a dos. Y para sobrevivir, para seguir siendo
una familia de algún modo normal y completa, los
dos supervivientes, el padre y la hija, inventan un juego
genial, un prodigio de imaginación, que logra la
magia de que vuelvan a ser tres; de algún modo
vuelvan a ser tres. No voy a contar más sobre el
argumento de la historia, porque cuanto menos sepa el
espectador más disfrutará. Pero sí
quiero resaltar el trabajo del protagonista absoluto de
la cinta: Juan Diego Botto está
enorme, grande como Darín y De
Niro juntos. Durante la primera parte de la película
lleva el peso de la misma sobre sus hombros con una sobriedad
que consiguió dejarme boquiabierto. En la segunda
parte el otro actor protagonista, José
Luis Gómez, también se dispara
y ejecuta una actuación memorable. Pero hay mucho
más que trabajo de actores en esta película.
Un gran guión. Y no menos grande resultan el montaje,
el ritmo o la fotografía intimista, de tonos fríos
y sin apenas planos abiertos.
Ha sido una sorpresa muy grata que un viejo amigo, a quien
conocí cuando no era cineasta, haya logrado hacer
una pieza tan hermosa, original y conmovedora. Cuando
estrenó El Bola me callé los defectos
que veía, y alabé las virtudes; era mi colega.
De Noviembre no dije nada. Pero por fin esta
vez puedo hablar, aplaudir sin reservas.
Es muy difícil que apreciemos las obras de arte
que realizan a quienes hemos conocido antes de ser artistas;
de ahí el famoso proverbio de “nadie es profeta
en su tierra”. Y en realidad Achero Mañas
ha tenido que hacerse un poco extranjero, ya lo era cuando
le conocí en Nueva York hace veintidós años,
para lograr un film que camina en paralelo impecable con
Campanella o Mallé,
y que habría provocado la admiración o la
envidia del mismísimo Bergman.
“Todo lo que tú quieras” no es simple
cine español, como jamás lo fue el de Berlanga,
porque es cosmopolita, de todos, patrimonio de la humanidad,
de cualquier espectador que entre en una sala de cine
o se siente ante una pantalla de televisión. Termino,
se acaban los 3100 caracteres que caben en las columnas
de Cambio16, con las palabras de mi chica: no
te la pierdas. Y aún diría más:
por favor, no te la pierdas.
Felicidades, señor Mañas.
Carpe
diem, visitante nº
Que los hados guíen tus pasos