JAVIER PUEBLA

                     

IGNACIO DEL VALLE:
EL ARTE DE MATAR DRAGONES

Pocas veces recomiendo un libro en general, menos veces aún insisto a mis cercanos -pupilos o amigos- para que lo lean, y aún en menos ocasiones una novela logra entusiasmarme, y casi nunca lo que logra entusiasmarme me parece apto para todos los públicos: Richard Ford es absolutamente maravilloso y EL PERIODISTA DEPORTIVO y EL DÍA DE LA INDEPENDENCIA son dos de los mejores libros que jamás he leído, Higsmith me interesa siempre pero ni siquiera El talento de Ripley puede ser recomendado urbe et orbis. El año pasado o el anterior encontré un libro, de Anagrama, que cuantos lo leyeron me agradecieron la recomendación: LLENOS DE VIDA, de John Fante. No sé si tendré el mismo éxito con el que estoy recomendado este año. Su autor es Ignacio del Valle, el título EL ARTE DE MATAR DRAGONES, la trama una maravilla, entretenidísimo y cuajado de frases brillantes, meditadas y excelentes; y cuenta con la ventaja añadida de que sólo vale seis euritos, no pesa nada y es ideal para llevárselo a la playa, a la montaña o a la piscina del barrio si la crisis no permite mayores lujos. Es un libro de aventuras en el que hay que recuperar una tabla, El arte de matar dragones, desaparecida durante la guerra civil, y su protagonista, Arturo, es inolvidable, creíble e Ignacio del Valle logra que el lector se identifique con él gracias a un oficio literario de un nivel tan alto que resulta insólito en esta España mía, esta España nuestra. Hay burdeles, wolframio, malos malísimos, malos medio malos y hasta ingenuos que parecen buenos; e incluso un bueno, Arturo, de verdad. El libro tiene 479 páginas que se leen como agua. La primera parte, no soy de los que piropean falsa o gratuitamente a nadie, es una obra maestra; cualquier aprendiz de escritor haría bien en disfrutarla primero y estudiarla después. La segunda parte, y sobre todo el final, quizá no brille tanto como la primera. Pero aún así es un libro que, les doy mi palabra, da cien vueltas a EL CODIGO DA VINCI, LA SOMBRA DEL VIENTO o LOS HOMBRES QUE NO AMABAN A LAS MUJERES (por citar algunos de los superventas, cuyos valores no niego ni discuto, de los últimos años). Y por ello se lo recomiendo a cualquiera. Sea lector de más de cien novelas al año, como es mi caso, o de una cada año o cada tres años. Da igual. Voy a permitirme cerrar esta columna citando algunas frases que subrayé y luego copié en las páginas finales, las llamadas de cortesía, del libro.

“No es que fuera un tipo duro, pero tenía la capacidad de ocultar su miedo”.
“Cuando era imprescindible vivir, la moral era lo primero que había que matar”.
“Lo que me parece que necesita es tener un problema que valga la pena y olvidarse de las minucias”.
“Por desgracia o por fortuna la inteligencia es tan difícil de ocultar como la falta de ella”.
“Hay hombres que se dejarían dar patadas en los huevos sólo para demostrar que los tienen”.
“La mejor garantía de la lealtad de un hombre es que puedas comprarlo”.

Y mi favorita: “Hay que encontrar algún vicio que le salve a uno la vida”.

Los míos son escribir, y leer. No los considero malos.


 

 

 

 

 

 

 
 

 

 

 

Javier Puebla-La inutilidad de un beso. Segunda entrega de LA TRILOGIA DE EL TIGRE. Kafkiana, rara y -quizá- hasta genial.

Javier Puebla

Javier Puebla firmó la primera obra de mister Frederic Traum. Al parecer tiene amigos bastante poco recomendables

   
   
       
Carpe diem, visitante nº Que los hados guíen tus pasos