COMISARIO SILVA... EN SANTIAGO DE CHILE
No hay nada tan peligroso
como servir para algo, saber hacer demasiado bien tu trabajo.
Si Silva, Lorenzo Silva, no fuese tan bueno
-en todos los sentidos de la palabra- y eficaz nadie habría
saltado un océano para buscarle, como de hecho ha
sucedido.
-Demasiado bueno este chavo, no se le puede dejar escapar.
Supongo que algo así pensaron en México cuando
le consideraron el escritor más representativo en
lengua española de la Unión Europea, y en
esa misma dirección debió moverse el cerebro
de Andrés Sánchez Pérez-Morate
a la sazón director del centro cultural de España
en Santiago de Chile, que andaba con ganas de hacer algo
diferente, y tras el fantástico comisariado de Lorenzo
Silva en Getafe Negro el año pasado le echó
el ojo y decidió ofrecerle placa -placa de comisario-
en una nueva vuelta de manivela literaria que se ha dado
en llamar SANTIAGO NEGRO. Santiago de Chile, no Santiago
de Compostela. Habrá un segundo comisario, Ramón
Díaz Eterovic, el creador del detective
Heredia protagonista de trece novelas hasta la fecha. Peró
Díaz Eterovic ya está allí, en Chile.
Y sería mister Silva, que acaba de terminar una nueva
novela protagonizada por sus tan míticos como famosos
guardias Bevilacqua y Chamorro, quien este año tendrá
que lograr la magia -el precio por ser demasiado bueno-
de duplicarse, de ser comisario en Getafe Negro y comisario
en Santiago Negro casi al mismo tiempo. Casi. Ese casi le
bastará a Silva para cruzar y descruzar el océano
consiguiendo que el idioma que une ambas orillas sirva de
pretexto y puente.
Entre el catorce y el dieciocho de octubre habrá
al menos siete autores españoles, siete escritores
de ese género que llaman negro -aunque yo preferiría
llamarlo azul; pero esa es otra historia, pido disculpas
por la digresión y sigo- mezclados con autores del
mundo en general y de Chile, en particular. En concreto
estarán, amén del propio Silva, los incombustibles
Juan Madrid y Andreu Martín,
ambos representantes de la llamada primera “marea
negra” de la literatura española, aquella que
surgió durante los tiempos de la transición
política y en la que se mezclaba lo policiaco con
lo social, lo urbano; y junto a ellos al menos dos mujeres
y dos hombres, tengo casi certeza de que uno de ellos es
el excelente Domingo Vilar, como exponentes
-pruebas vivientes- del tipo de literatura urbana y oscura
-léase negra- que se está haciendo por estos
lares.
La idea no puede ser más bonita, un Santiago de Chile
Noir, y con una participación española fundamental.
“La idea es lograr que nos asumamos recíprocamente
como algo propio, y no sólo en casos excepcionales,
como ocurre hasta ahora. Mi ilusión sería
que un autor chileno fuera leído en España
como uno de casa y viceversa”. La frase es del
hombre demasiado bueno, del comisario Silva, y la he sacado
de una revista que ha comenzado a publicarse en Chile con
motivo del festival. A tiro limpio. Así
se llama la publicación. Un buen título para
una revista de novela negra. Una buena filosofía
para llamar la atención del mundo sobre este recién
nacido festival. Larga vida. Y no olviden disparar. Y háganlo
rápido porque el comisario Silva estará en
Madrid el lunes 19 de octubre poniendo orden, y pasión,
en la II Edición de Getafe Negro, el festival -in
crescendo- de novela policíaca y negra en Madrid.
Mad Madrid. Al otro lado del Atlántico. En la vieja
y griposa (A) Europa. Me encanta este asqueroso continente.