Los cuentos de Sergi
Pamies
Hace no muchos días me
comentaba mi muy apreciado amigo el editor Miguel Ángel
Rodríguez Matellanes que el problema -y es un problema-
de publicar cuentos o relatos en España radica en que
la narración breve requiere de un lector con preparación.
Y al escucharle pensé que era cierto, que el lector
anglosajón, el francés, el ruso o el alemán
posee, a día de hoy, una educación cultural
que en nuestro país -no voy a detenerme a analizar
los posibles motivos- casi nadie tiene. Matellanes sabe bien
de lo que habla pues su editorial, Algaida, es una de las
pocas que tiene una colección, Calambé, expresamente
dedicada al relato. En la misma se han publicado colecciones
de cuentos tan excelentes como Je me souviens, de Juan Bonilla,
o La luna nómada, del siempre sorprendente Leonardo
Valencia. Así pues, sabe de lo que habla y en un principio
tendí a darle la razón, pero hete aquí
que, a causa de un juego, la semana pasada cayó en
mis manos un libro, no sabía que era de relatos cuando
lo recibí, de Sergi Pamies titulado Si te comes un
limón sin hacer muecas, y tras leermelo entero dos
veces he decidido que no, que el razonamiento de mi amigo
Miguel Ángel es bueno, pero que si al lector español
le das un libro como Si te comes un limón sin hacer
muecas lo comprará, lo leerá y recomendará
hasta el infinito. O así debería de ser, porque
es un libro excelente, y para que así sea este humilde
cronista va a poner su granito de arena con la columna que
está usted, curioso lector, escrutando en este momento.
Sea quien sea usted, sea como sea, haya leído cuentos,
sólo guste de novelas, únicamente soporte el
cine o incluso sea adicto a los videojuegos y no dedique su
tiempo a nada más, este libro le gustará; me
atrevo a más: le encantará.
Se trata de un libro de relatos, sí, pero todos tienen
una atmósfera común, todos dibujan a los hombres
y mujeres de la que yo llamo “la generación encantada”,
la posterior al del desencanto y anterior a la generación
X. La generación invisible, encantada, o hechizada,
en el sentido inglés del término: haunted. Una
generación que conoce el divorcio de primera mano,
las drogas, la revolución de la alta tecnología
que no espera el ritmo lento y pausado de la evolución
de las almas, una generación que no tuvo guerra civil
pero conoció sus ecos. La generación más
desperdiciada de nuestra historia reciente.
Pero sólo si se tratase de eso, del más perfecto
relato generacional, no me estaría molestando en recomendarle
-querido lector- este libro. Lo hago porque es bueno, es buenísimo.
En una primera aproximación podría pensarse
que Pamies ha logrado algo similar a lo conseguido por el
mítico Raymond Carver con la sociedad americana. Pero
Pamies llega mucho más lejos. Hay relatos, La fotografía,
que firmaría orgulloso el mismísimo Juan Rulfo.
O cualquier otro cuentista; yo mismo, que me considero un
especialista en la materia. Quien lea Si te comes un limón
sin hacer muecas se reirá, entristecerá, sonreirá
y en suma: vivirá vicariamente a través de sus
páginas. Creo que es suficiente. Hágase un favor:
lealo. Luego me dice.