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Jesús
Ros, mi ángel de la guarda personal cuando estudiábamos
en el Colegio Santa María del Pilar, llevaba tiempo amenazando
con apuntarse a mi taller. Por fin ha cumplido su promesa. Es
un orgullo para mí tenerle, una vez más en la
vida, a mi lado. Estoy encantado.
JAVIER PUEBLA |