El beso de una princesa, nos han contado siempre los cuentos, puede convertir a un sapo en príncipe.
Pero ¿qué puede lograr el beso de un hombre bueno, un hombre como el humilde y alegre Melquíades Bencinto? Milagros, puede conseguir el beso de un hombre bueno. Hasta conseguir transformar a una repugnante cucaracha en una maravillosa mujer.
¿Maravillosa? Herendira, que gracias
a un beso -la Inutilidad De Un Beso- dejó de ser una cochinilla para transformarse en mujer, nunca logró abandonar plenamente su origen. Siempre quedó, quedará, algo de la cucaracha que fue: en su cuerpo, en su cerebro pequeño y sin capacidad de afecto, ni de humanidad, ni de amor...