Ángel Arteaga
nació en Santander y ha dedicado su vida a viajar por
medio mundo: Suecia, India, Inglaterra, Cuba... Reputado showman,
especialista en monólogos y creador de espectáculos
variados como su famoso “Esquizo”, realiza su
primera incursión en el mundo de la literatura escrita
con Doli Cortés. Álbum Perdido, una novela en
la que una voz femenina, la de su protagonista, nos va desvelando
los secretos de su pequeño mundo a través de
su álbum privado de recuerdos desde que es una niña,
en 1999, hasta que cumple los cuarenta años, en 2034.
Arteaga alterna sus talk-shows y espectáculos con la
redacción de una nueva novela.
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DOLI
CORTÉS.
ÁLBUM PERDIDO
El libro puede ser tu futuro, o el de tu
hermana o una amiga o el de cualquier chica que te cruces
por la calle. Es la historia de Doli, de Doli Cortés,
hija de una madre abandonada o viuda, una niña de
barrio que no recuerda a su verdadero padre y a quien su
padrastro trata con el afecto justo o injusto que considera
oportuno según las circunstancias y el momento. Pero
el tiempo juega a favor de Doli, ella crecerá y su
pasado comenzará a difuminarse, aunque nunca del
todo gracias a su álbum privado de recuerdos, álbum
que Doli comienza en mil novecientos noventa y nueve y mima
y alimenta durante treinta y cinco largos años; muy
largos años. Mañana puede ser un gran día,
mañana puede ser el infierno. Mañana puede
ser -también- un gran día en el infierno.
Los vaivenes de la vida y la muerte, las drogas y el sueño
de la fuga, el descubrimiento de lo que parece una vocación,
el amor disfrazado de sexo o el sexo disfrazado de amor,
los amigos verdaderos y los que fingen serlo pero no lo
son.
Ángel Arteaga utiliza con mano maestra la técnica
de la flash-fiction, o ficción súbita, para
dibujarnos un personaje inteligente, bello y enigmático
que merecería perdurar en la historia de la literatura:
Doli Cortés.
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PRÓLOGO a
la primera edición:
Conocí al creador de
Doli Cortés, Ángel Arteaga, en un taller estándar
de microrrelato en el que yo jugaba a profesor y él
a alumno, y enseguida advertí el enorme potencial
creativo de los dardos que disfrazaba con la sonrisa salvaje
de sus siempre ingeniosas palabras. No sé si fui
yo quien le convencí o fue él quien me convenció
a mí -no admito a cualquiera- para apuntarse a mi
barco-taller, el curso de escritura creativa que me inventé
hace ya algunos años y cuyos resultados han sobrepasado
con creces mis mejores expectativas, hasta el punto de haber
creado una editorial para que el público pueda acceder
a los siempre diferentes y sorprendentes trabajos que realizan
mis Tripulantes. Este libro en particular es uno de los
predilectos de mi corazón; y de mi inteligencia.
En el punto de partida de su ejecución hay un malentendido:
Arteaga empezó en el segundo nivel del taller 3Estaciones,
creando en primera persona del singular la voz de alguien
de sexo contrario, de una niña, pero en lugar de
hacer coincidir la edad de la niña con la suya propia
-como suelen hacer de forma natural o instintiva la mayoría
de mis tripulantes- la situó en la actualidad: en
el libro de familia de Doli Cortés la fecha de nacimiento
corresponde al año mil novecientos noventa y cuatro,
lo que le obligaba a hacerla crecer en el futuro. El resultado,
tras un año largo de trabajo, muchas horas de escritura
y corrección, no podría haber sido mejor:
Doli, la encantadora Doli
Cortés, tiene cinco años cuando empieza a
escribir -o quizá sólo piensa las palabras
y alguien las escribe por ella- un diario, su álbum
privado de recuerdos. Y así el lector conocerá
primero a una niña deliciosa y espabilada que a medida
que va añadiendo notas a su álbum íntimo
se transforma en una adolescente alegre, loca y honesta,
y posteriormente en una mujer dura y sensible, que se esfuerza
en sujetar las riendas de su destino, no dejarse descabalgar
por la impiedad de la vida. Doli crece hasta que llega el
final aéreo y cuidado de esta novela, la primera
firmada por el genial showman Ángel Arteaga que logra
la magia de permitir al lector penetrar en el alma de una
mujer del futuro, del futuro inmediato: la primera de las
anotaciones de este albúm perdido corresponde a mil
novecientos noventa y nueve, la última al año
dos mil treinta y cuatro.
Arteaga, sin embargo, consigue evitar la fácil tentación
de jugar al adivino de los hechos por venir y se ciñe
al corazón de su personaje, logrando que sea así
creíble, cercano y conmovedor. Una obra intensa,
audaz y absolutamente original; auténtica literatura
del futuro, de nuestro futuro, que es ¡ya!
Javier Puebla
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