Caballo,
Caballo Bonito
(Y De Repente Empezaron A Hacerle Caricias Al Mulo) Y de repente empezaron a hacerle caricias al mulo, y a llamarle caballo, caballo bonito, y el mulo reculaba, la mirada incrédula, los músculos tensos, ¿caballo? ¿caballo bonito?, él desde siempre se había sentido un caballo, un bonito caballo, pero el mundo se había encargado de demostrarle en infinitas ocasiones que no era caballo sino mulo, hasta el punto que el mulo, a pesar de su supuesta estampa y sentimientos de juventud, se consideraba ya mulo, y por lo tanto era a un mulo y no a un caballo a quien la gente, y también los otros animales, ahora llamaban con tan dulces palabras caballo, caballo bonito.
foto by Lorenzo Silva, modificada por Daniel Fénix
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